miércoles, 2 de julio de 2008

TOCADO Y HUNDIDO

El mobbing o acoso moral en el trabajo es un concepto de reciente creación pero que tiene ya una amplia repercusión para su corta vida aunque no suficiente.

Este tipo de acoso moral lo podemos definir como" el maltrato psicológico prolongado en el tiempo dentro del entorno de trabajo con la finalidad planificada de dañar la autoestima del trabajador para crearle un grave deterioro psíquico que le anule por completo hasta conseguir hundirlo dejándole, como única salida, su marcha de la empresa".

Hay diferentes tipos de acoso moral en el entorno de trabajo que son:

- Mobbing vertical descendente ejercido por un superior jerárquico contra un subordinado (es el más habitual).
- Mobbing vertical ascendente ejercido por un subordinado contra un superior jerárquico (el menos abundante).
- Mobbing horizontal en el que tanto acosado como acosador ocupan el mismo puesto en el escalafón de la organización.

Los ejecutores de este tipo de acoso moral en el trabajo son profesionales mediocres con gran complejo de inferioridad que no tienen ningún remordimiento por su comportamiento y que son conscientes de las consecuencias que les puede acarrear problemas, por lo que suelen llevarlo a cabo con cautela para evitar ser pillados en acción.

Ven a sus acosados como un impedimento en su carrera profesional dentro de la organización porque se dan cuenta que sus víctimas tienen aptitudes y capacidades muy superiores a las suyas.

El trabajador víctima de este maltrato es un profesional muy competente, con alta cualificación, seguro de su valía que, tras este ataque prologado en el tiempo, suele sufrir ansiedad, depresiones, pérdida de autoestima o confianza en si mismo de diversa consideración.

El mobbing es algo que comienza poco a poco, con pequeños reproches que van aumentando con el paso del tiempo hacia otro tipo de acciones muy calculadas: desacreditar al acosado delante de sus compañeros, descalificaciones verbales sobre su persona, poner en duda su valía, etc. Las acciones irán subiendo de grado si el acosador ve que las anteriores estratagemas no han hecho efecto sobre su víctima. El maltratador psicológico, antes de comenzar su plan, va a dedicarse a observar muy detenidamente a su víctima, para conocer sus puntos débiles o miedos y comenzar a hacerle daño allí donde más le duele. Es un depredador analizando a su presa.

El acosador llevará a cabo sus estudios de la víctima y sus acciones siempre sin testigos, para evitar dejar pruebas que le delaten. Lo que pretende conseguir es minar a su víctima hasta conseguir que se vaya de la empresa, dejándole el camino libre. Si se vuelve a encontrar con otro empleado al que ve como rival no dudará en volver a realizar el mismo modus operandi.

La víctima del mobbing no se tiene que dejar intimidar ni amenazar. Por lo tanto, tiene que ser valiente y denunciar a su maltratador dentro de la organización, estando seguro de que las personas a las que acude a denunciar le van a ayudar. Debéis intentar recopilar algún tipo de indicio que avale el mobbing porque nuestro ordenamiento jurídico establece el principio de presunción de inocencia, por lo que sólo pruebas suficientes, claras y determinantes, podrán acreditar la existencia de este tipo de maltrato.

En la gran mayoría de los casos la víctima prefiere callarse y abandonar la empresa sin denunciar el infierno que ha vivido. Esto es un error porque el problema se queda en la empresa y volverá a tener nuevas víctimas.

Las organizaciones desconocen este tipo de comportamiento ejercido por algún miembro de su organización sobre otros compañeros. Si la empresa es conocedora de este tipo de maltrato psicológico y hace como si no pasase nada, pasándolo por alto, las consecuencias jurídicas de sus omisiones puedan ser severas. Si la dirección conoce este maltrato y no hace nada para prevenirlo o erradicarlo, le va a originar una serie de responsabilidades, dado que la legislación laboral y más concretamente, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, obliga a las organizaciones a identificar, evaluar y evitar los riesgos psico-laborales.

Debido a ello, hay que saber diferenciar un verdadero acoso laboral o mobbing de lo que es una situación de tensión laboral puntual (estrés, discusión, problemas puntuales, etc.). Hay que llamar a cada conflicto por el nombre correcto. Siempre habrá una minoría de trabajadores desalmados que pretendan enmascarar una disputa puntual de trabajo como acoso moral que les puede acarrear consecuencias muy negativas.

Para que pueda hablarse en propiedad de acoso moral y esa conducta tenga consecuencias jurídicas es preciso que estemos ante un ataque reiterado y que tenga como finalidad/resultado dañar la autoestima y la reputación del empleado acosado.

La empresa, por lo tanto, tiene que tener establecidas políticas preventivas activas que eviten el mobbing. Es vital determinar claramente las políticas empresariales que especifiquen bien las tareas de cada empleado. Esto motiva y ofrece a los empleados un ambiente de confianza y cercanía por parte de la empresa. Los trabajadores, así, se sienten parte importante del proyecto empresarial.

Por lo tanto, en caso de que tengan problemas de este tipo, al saber qué van a ser escuchados y atendidos, no van a dudar en denunciar porque perciben que su empresa no tolera este tipo de comportamientos.

Para hacer ver a los empleados que el denunciar el mobbing no les va a acarrear consecuencias negativas a nivel laboral es muy positivo recoger este tipo de criterios en un código de conducta, firmado por todos los empleados de la organización, que les haga conocedores de las reglas empresariales a este respecto.

Es imposible saber como afrontaríamos este tipo de actos porque somos imprevisibles y cada ser humano lo enfocamos de una forma distinta.

Lo que esta claro es que plantándole cara váis a conseguir hacerle daño; en el fondo, este tipo de personas son unos cobardes que tienen mucho miedo. Sus armas de juego son el chantaje y la amenaza.

Así que caer en su juego de hundiros no va a darle más que ganas de continuar porque no se conformará con veros tocados. Su fin es eliminaros profesionalmente hablando, porque os ve como una amenaza real.

Las empresa tenéis que ser intolerantes con este tipo de conductas y sancionarlas con la máxima pena posible, independientemente del cargo que ocupe el ejecutor del mobbing porque, si ha sido capaz de esto, a saber cuál será su próximo paso contra vuestra organización. Esto os provocará consecuencias muy negativas ya que os da muy mala publicidad que, a su vez, os va a generar perdidas materiales (perdida de beneficios y clientes) y personales (perdida de trabajadores valiosos que van a aumentar la rotación).


El destapar más casos de mobbing hará que cada vez se denuncie más y que se cuente con mayor regulación jurídica al respecto para amparar a las victimas de este maltrato psicológico en el ámbito laboral.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante el artículo. Por cierto, desconocía que también hay mobbing vertical ascendente, me ha sorprendido más que nada por lo que se juega el acosador al ser un subordinado. Es increíble que pasen estas cosas, pero está muy bien el hecho de poder leer sobre ello y los consejos dados para evitarlo.
Un saludo.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Bloggera,

Gracias por participar.

La verdad que es increíble que algún subordinado se arriesgue de esta manera de todas formas no es la más común.

Increíble pero cierto. Hay más casos de los que nos creemos lo que pasa que la mayoría no salen a la luz por miedo.

Hay que saber afrontarlo porque si plantas cara de forma inteligente el acosador moral esta perdido.

Saludos,

Anónimo dijo...

Este tema es muy delicado. Se puede leer más sobre esto y problemas relacionados en :
http://empleo.universiablogs.net/
Un saludo

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Leticia,

La verdad que es muy complicado y delicado. Lo mejor no verse envuelto jamas en algo así. Aunque la realidad es muy dura.

Por lo tanto, a quien sufre en estos monetos algo así mucha fuerza y animo.

Sigo esta Web con asiduidad.

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Enhorabuena por esta exposición, Juan. Has relatado la situación perfectamente. Quien se encuentre en esta terrible circunstancia va a sentirse aliviado, porque cuando desconoces las intenciones de esas personas tan inseguras que utilizan estrategias tan sucias, sufres mucho más que si sabes el porqué. Entonces puedes "utilizar" (no me gusta la palabra "utilizar" tratándose de personas, por eso la entrecomillo) tus estrategias blancas para contrarrestar tanto daño.

Un saludo

Anónimo dijo...

Formidable la exposición de este problema, más extendido de lo que realmente se piensa.
Leyendo esto, pienso que, tanto mis compañeros como yo también hemos sido victimas de mobbing por parte de nuestro jefe.
Casi siempre el acosado no se da cuenta del ataque al ser un proceso lento, que va poco a poco y lo vas viendo como una situación normal.
Con el paso del tiempo, tanto mis compañeros como yo, abandonamos de una forma u otra la empresa.

Como dice Concha, el ver claras las intenciones del acosador te tranquiliza y te permite tomar mejores decisiones.

Saludos
Juan Carlos Blanco

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Concha,

Gracias por pasarte.

Me alegra que te guste este post.

He intentado relatarlo de una forma lo más cercana posible.

Además lo he enfocado hacia los afectados por este terrible acoso moral en el trabajo para que sepan como afrontarlo y porque son victimas del mismo.

El desconocimiento muchas veces es el gran enemigo de las personas acosadas. Tienen que conocer con que tipo de estrategias hacer frente a sus acosadores dentro de lo posible.

Estamos en contacto.

Saludos,

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Juan Carlos,

En primer lugar darte las gracias por participar.

Muchas veces nos hacen verlo como algo normal debido a que es un acoso que se prolonga en el tiempo y que comienza con pequeños desplantes o reproches.

Finalmente cuando no se puede más muchos profesionales optan por abandonar esa organización por esta causa. La finalidad del acoso siempre es la misma aunque el modus operandi de cada acosador sea distinto.

Por lo tanto, va bien conocerlo para saber como afrontarlo en caso de que alguna vez seamos victimas de ello. Así podremos tomar decisiones que nos ayuden conociendo porque somos nosotros los acosados y no otros.

Esto pasa muchos más de lo que pensamos y muchos trabajadores no saben poner nombre a la situación que viven.

Saludos,