viernes, 11 de julio de 2008

LA JORNADA INTENSIVA

Desde finales de junio hasta principios de septiembre muchos españoles disfrutamos de jornada intensiva. Creo que no es descabellado afirmar que casi todos, “soñamos con un horario de funcionario” de lunes a viernes de 8 a 15. Bueno, esa es la teoría, aunque los rumores generales dicen que los funcionarios, no suelen respetar la hora de llegada, de salida, ni siquiera, el horario del resto del día… Pero eso será tema para otra entrada de este blog.

Aun son muy pocas las empresas en nuestro país que lo han implantado de forma generalizada durante todo el año. Aun así, aquellas que lo tienen implantado no han presentado un estudio objetivo que demuestre que llevar este tipo de horario reduzca o mejore la productividad de sus empleados.
Si se demostrase que con jornada intensiva de 8 a 15 se mejora la productividad o que no se reduce la misma haría cambiar la mentalidad radicalmente a los detractores de este tipo de medidas horarias.

Yo apuesto firmemente porque este es el horario del futuro que va a permitir conciliar vida laboral y familiar a la perfección. Sin embargo, para poder llegar a esto de forma generalizada las organizaciones se tienen que preparar.
De esta forma tendrán que tener una estructura productiva muy organizada para que sus trabajadores sepan a donde tienen que llegar en términos de rendimiento.

A esto va a ayudar tener establecidos unos objetivos claros y alcanzables por puesto de trabajo que hará mantener el nivel de productividad a pesar del nuevo horario.

Por supuesto, es imprescindible que las organizaciones hagan una fuerte inversión para implantar las tecnologías adecuadas en su organización que van a permitir automatizar muchos procedimientos, gracias a la instalación de programas de gestión, que reducirán considerablemente el número de tareas manuales a realizar. El tener este tipo de herramientas nos va a permitir ahorrar tiempo y poder dedicarlo a otras tareas.

Los trabajadores que llevan horario de 8 a 15 son conscientes de que, después de trabajar, tienen toda la tarde libre para poder dedicarse a su vida familiar y personal.
Esto, produce un cambio en los empleados, consiguiendo que vayan de mejor humor al trabajo. De forma inconsciente, vas a ser más operativo en tu puesto de trabajo porque te vas a gestionar mejor para llegar a todas las tareas asignadas.

Por otro lado, con la implantación generalizada de la jornada intensiva de 8 a 15
va a reducir, diría yo, considerablemente, el índice de absentismo laboral ya que va a producir un cambio en la forma de percibir el trabajo.

Con este tipo de horarios, se trabajan las mismas horas, aunque estamos menos horas a la semana en la empresa y, por lo tanto, requiere cambiar la mentalidad.

Hasta poder llegar a esto de forma satisfactoria nos queda mucho camino por recorrer. Antes de implantar estas medidas, las organizaciones de nuestro país tienen que prepararse a conciencia en muchos aspectos.
Las personas que las integramos tenemos que ser muchos mas organizadas en conjunto. Coordinarnos mucho mejor.

Además, habrá que establecer procedimientos adecuados de comunicación entre los diferentes departamentos que eviten dosificar esfuerzos. Debemos ayudarnos entre todos para mantener los niveles de productividad; es decir, debe producirse una distribución equitativa del trabajo entre departamentos. Para esto, el departamento de personal tendrá que ser un experto distribuidor de las personas de su compañía en función de la carga de trabajo de cada equipo en cada momento.

Esto comienza por no considerar a las personas de nuestro departamento “de nuestra propiedad” sino de la compañía para que, en cada momento, estén donde más se les necesite.
Esto, supondrá que todos seamos más polivalentes, en la medida de lo posible, claro está. No todo el mundo está capacitado o preparado para desempeñar una función en particular.

Los empresarios tienen que darse cuenta que no por estar más horas al día en la oficina se produce más. La cuestión es que el nivel de productividad no va unido proporcionalmente al número de horas que se trabajan.

Los trabajadores, con este tipo de medidas de conciliación, van mucho más motivados a trabajar y hace que las horas que están en el trabajo estén mucho más centrados y concentrados, dedicando toda su atención a trabajar porque saben que tienen el resto del día para poder dedicarse a sus cosas personales.

Los trabajadores no tienen que olvidar que las medidas de conciliación les benefician, sin embargo, para que no se eliminen tienen que demostrar a los empresarios que se aplican, manteniendo y aumentando la productividad de la compañía.
Esto les va a requerir más esfuerzo y dedicación a su trabajo durante su horario para poder llegar al nivel de productividad necesario.

Los empresarios tienen un ejemplo negativo de la jornada intensiva: el de "La Administración" donde los funcionarios de forma generalizada llevan jornada intensiva de 8 a 15 y su productividad es francamente baja porque hay mucho trabajo retrasado.
Eso sí, la diferencia es que los funcionarios tienen plaza fija y es imposible echarles, aun cuando su trabajo sea deficiente, algo, que tampoco es justo.

Por lo tanto, animo a los empresarios españoles a abrir la mente y a comenzar a preparar a sus organizaciones para dar el salto a la jornada intensiva.

10 comentarios:

Senior Manager dijo...

Estoy de acuerdo con la idea general de tu propuesta siguiendo la esencia de la conciliación...Pero me parece apresurado hacerlo de forma tan drástica...Creo que el fenómeno igualmente podría darse (casi por si sólo) en una década o dos. Otros factores económicos y algunos aspectos legales deben también entrar en juego antes de una posible implementación generalizada.

Anónimo dijo...

Como he comentado recientemente en otro post creo que el verdadero cambio es olvidarse de los horarios y medir a la gente por lo que contribuye a la empresa y no por las horas que pasa en ella.

La jornada intensiva es sin duda un avance pero ¿porqué limitarnos a ella?

Hay ya empresas donde hay flexibilidad horaria de entrada y salida. Me refiero a flexibilidad real como por ejemplo poder entrar entre las 8 y las 10 de la mañana y salir dentro de un rango de horas parecido.

Creo que me voy a animar a escribir un post la semana próxima sobre el tema :-)

Muy buen post, de nuevo. Un tema sin duda de candente actualidad.

JM

Anónimo dijo...

Hoy en día todos valoramos la conciliación, de hecho a nos encantaría tener horario de funcionario.
No creo que sea tan complicado hacer jornada continua, de hecho, una de las grandes como es Iberdrola lleva ya unos meses con este horario (y flexibilidad entre entrada y salida) y ya está obteniendo resultados la gente está muy contenta y han aumentado la productividad.
Además tener este horario es un punto positivo a la hora de retener a las personas y atraer posibles candidatos.
Porque a igualdad de condiciones ¿elegiríais una empresa con jornada continua o partida?

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola SM,

Si es una idea con la esencia de la conciliación, sin embargo, se que es a futuro el que se implante de forma generalizada.

Como bien dices hay muchos factores y aspectos de diferentes sectores que tienen que adaptarse para que se pueda implementar la jornada intensiva de forma global.

Simplemente creo que tenemos que empezar a concienciarnos para que comencemos a orientar a las organizaciones hacia el futuro.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola José Miguel,

Realmente llegara un momento donde los horarios serán indiferentes porque nos olvidaremos de ellos y lo que verdaderamente importara será lo que cada uno produzcamos o aportemos a incrementar el valor de nuestra organización. Aunque para esto queda aun mucho más porque esto está en otro nivel superior al de la jornada intensiva.

Primero tenemos que adaptar nuestra mentalidad a la jornada intensiva y a partir de aquí ya podremos ver.

Hay muchas empresas que ya tienen una flexibilidad a la entrada y a la salida para adaptarse a las circunstancias particulares de cada trabajador.

Saludos,

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Josean,

La verdad que a todos nos gustaría llevar este horario. Además antes dos ofertas de trabajo en igualdad de condiciones todos elegiríamos la de jornada intensiva sin dudarlo.

Ayudaría mucho que las empresas como Iberdrola que ya llevan horario de 8 a 15 todos los días presentasen informes que probasen el aumento de la productividad para que sirva de empujón a otros empresarios que aun están escépticos con esto.

Comparto contigo que es una buena medida para retener el talento y atraer a la nueva sabia.

Aun así las empresas tienen que adaptarse y prepararse aun mucho para dar el salto para no chocarse con la dura realidad.

Anónimo dijo...

La jornada intensiva es el sueño de cualquier trabajador. El problema es que no parece que los empresarios vayan a abrir la mente, ojalá así fuera, sería ideal para todos y seguro que los trabajadores serían más productivos al pensar que tienen toda la tarde libre.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Carol,

La jornada intensiva es el sueño de cualquier trabajador. Lo empresarios tarde o temprano tendrán que abrir su mente porque esto es el futuro a largo plazo.

Eso sí, tiene que haber preparación previa de otras muchas cosas para que funcione porque todo no depende del empresario.

Anónimo dijo...

Mi padre decia lo mismo, hace ahora 50 años, cuando pensaba en dejar de trabajar los sábados. "...trabajar de lunes a viernes de 8,00 a 8,00...eso si que permitiría centrarse a la gente y disfrutar de su familia el fin de semana".

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Bea,

Gracias por participar.

Efectivamente esto se lleva diciendo hace mucho y nunca llega.