sábado, 12 de julio de 2008

¿QUÉ QUIERE?

Conforme hemos ido avanzando en el progreso siglo a siglo hasta llegar a la era actual nos hemos vuelto cada vez menos exigentes y más conformistas; esto es muy contradictorio y que no tiene ninguna lógica.

Me explicaré para que entendáis mi razonamiento. Ahora mismo, hay una competencia feroz en todos los sectores profesionales y tendríamos que tener como estandarte diferenciador, la calidad del producto a ofrecer y del servicio prestado a nuestros clientes efectivos o potenciales. Sin embargo, esto no es muy habitual encontrarlo. Muchas veces, el producto adquirido, es de malísima calidad por diferentes aspectos;
sin embargo, da igual porque hoy en día, todo vale aunque sea una chapuza. Ciertos profesionales piensan que, una vez vendido, ya no es problema nuestro y están muy equivocados.

El futuro cercano, después de la compra, va a generar muchas reclamaciones aunque, a veces, no todas las que se deberían poner; la gente se ha vuelto muy comodona, dando la impresión de que no quiere problemas.
Habéis pagado por un producto o servicio que tiene que ir en perfecto estado; sino podríais reclamar una rebaja por ser “tarado” en términos de funcionamiento.

La atención prestada es cada vez peor y es complicado encontrarse con verdaderos profesionales, a pesar de haber muchos. Desgraciadamente, los malos profesionales cunden mucho más que ellos. Hoy en día, vas a comprar algo y tienes tu más interés que el trabajador que te atiende
¿Debería ser al revés?

Desde mi modesto punto de vista, sí.
Las personas que trabajan de cara al público están prestando un servicio y lo tienen que dar de forma adecuada, a pesar de no estar contentos o de no ser el trabajo de su vida; los clientes no tienen la culpa de esto.

Y soy consciente de que la atención al público es complicada; hay clientes muy desagradables con los que es difícil tratar, aun así, no dejan de ser clientes y tendremos que armarnos de paciencia y atenderlos educadamente con profesionalidad.
Ponernos a su altura nos deja en muy mal lugar y no ayuda.

Hay profesionales que trabajan de cara al publico que no derrochan amabilidad en absoluto y parece que, más que atendiendo a personas, están domesticando animales salvajes. En España, esto no siempre ha sido así y ahora mismo tendríamos que aprender de la mayoría de los países asiáticos donde se desviven por el cliente y su trato es exquisito. Una sonrisa no cuesta tanto y ayuda a romper el hielo en situaciones tensas.

Cada vez la cosa va peor. Los trabajadores en general no somos lo suficientemente profesionales tirando siempre que tenemos oportunidad balones fuera y nos vale cualquier cosa como válida.


Esto no es así y solo nos puede valer el trabajo perfecto y, si por un casual, algo falla, se asume el error y se da una solución rápida y eficaz. La gente tiene paciencia, siempre y cuando, no se le tome el pelo.

4 comentarios:

Senior Manager dijo...

Es verdad la atención al cleinte en España es una porquería con "P" mayúscula. Creo que no he estado en ningún país en donde me hayan atendido peor que aquí. Desde el panadero hasta el gerente del banco parece que no sepan que soy un cliente y que no me están regalando nada. Como contraste, en EEUU por ejemplo, te atienden a la perfección pero al mismo tiempo se nota que hay algo falso en sus conductas lo que también me disgusta. Creo que este tipo de trabajo debería ser vocacional, así como los sanitarios.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola SM,

Si la verdad que la atención al cliente en nuestro país funciona de pena. Como bien dices los trabajadores que tienen que tratar directamente con público se olvidan de que tratan con clientes.

Ciertamente en algunos países el trato es el correcto aunque se nota que la actitud es fingida o forzada y eso molesta. Al fin y al cabo no nos están haciendo ningún favor están ahí para ayudarnos y es parte de su trabajo por el cual se les paga.

Tendría que ser más vocacional o al menos se les debería formar concienzudamente en como tratar adecuadamente al cliente para garantizar la calidad de la misma, cosa que a día de hoy brilla por su ausencia.

Anónimo dijo...

Es cierto el tema este. Y ahora me ha venido a la mente que en Media Markt ya no te cambian algo si lo has abierto. Y digo yo: si te compras una televisión tendrás que desembalarla para ver si funciona o no. Pues ya no, porque no te devuelven nada abierto... Sólo se preocupan de vender y ya no existe el lema ese de: "El cliente siempre lleva la razón".

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Carol,

La verdad que esta cadena de establecimientos que comentas Media Markt ha comenzado una política de actuaciones poco profesional que tarde o temprano le va a repercutir muy negativamente.

Sin haber probado algo no puedes saber si funciona o no. Lo importante no es vender sino mantener al cliente contento para fidelizarlo.

Encima los trabajadores no tienen culpa de este tipo de actuaciones aunque son ellos los que pagan las consecuencias al tener que dar la cara ante el cliente.