martes, 1 de julio de 2008

¿ORQUESTA O BANDA?

El trabajo en equipo es, cada vez, más importante dentro de las empresas de cara a alcanzar el éxito esperado.

Las empresas sin la cohesión y unión de la totalidad de las personas que las componen no serían nada; cada miembro tiene que dejar a un lado sus intereses individuales para centrase en el interés común que tienen que tener todos: llevar a su empresa a lo más alto posible con la participación de todos y cada uno de sus trabajadores. Sin esto, la empresa no puede llegar a las metas previstas.

Hay muchas definiciones de trabajo en equipo, sin embargo yo me quedo con la de los autores Katzenbach y K. Smith que lo definen como "Número reducido de personas con capacidades complementarias, comprometidas con un propósito, un objetivo de trabajo y un planeamiento comunes y con responsabilidad mutua compartida".

El trabajo de equipo es necesario en todo tipo de organizaciones de trabajo, sean del sector que sean. Todos tienen su papel protagonista dentro del grupo y es necesaria su participación, en mayor o menor medida, para que todo funcione a la perfección.

El talento individual de cada miembro de poco sirve sino consiguen cohesionarse alcanzando un equilibrio y coordinación que les haga llegar lejos como grupo, sin que sobresalga uno por encima de otro porque todos los miembros son uno que van en la misma dirección.

A nivel de ejemplo siempre me gusta nombrar a las grandes filarmónicas de música del mundo que están compuestas por un gran grupo de personas que dominan diferentes instrumentos musicales. De nada va a servir que las dirijan algunos de los mejores directores de orquesta a nivel internacional del momento sino hay una unidad y compenetración entre todos los miembros de la orquesta.

Hay que fusionar todos los estilos haciéndolos encajar como las piezas de un reloj que se tienen que ensamblar minuciosamente para funcionar a la perfección, donde el más mínimo desajuste hace que no funcione con exactitud. Por eso, en las orquestas cuando se produce la baja de algún miembro, cunde el pánico porque se puede poner en peligro esa unidad que les hace triunfar. Buscar un sustituto adecuado no es suficiente conque sea un experto en ese instrumento sino que tiene que adaptarse al grupo y ellos a él.

De ahí que las personas con mucho talento individual, que además tienen que sobresalir sobre el resto, es complicado que encajen en una orquesta porque él es importante pero, en igual medida que todos los integrantes, es decir, si triunfa él lo hacen todos los demás y viceversa.

El conseguir este nivel de integración lleva muchas horas de trabajo y esfuerzo para conseguir que todo funcione de forma mecánica a la perfección. Hay que aprender a amoldarse unos a otros y ayudarse todos anteponiendo el triunfo individual al grupal.

Algún miembro podrá tener una exitosa carrera de forma individual pero habrá llegado allí gracias al trabajo que realizo como parte de un grupo, en el que todos eran uno.

En el equipo, todos y cada uno de sus miembros, son importantes y, si se les da la oportunidad y el estímulo necesario, descubriremos que tienen mucho que aportar.

El director de una orquesta prestigiosa tiene que saber manejar con soltura al grupo, siendo uno más, sin pretender imponer sus reglas, es decir, tiene que ejercer un liderazgo cooperativo, en donde todos sean conscientes del camino a seguir para alcanzar el éxito.

Obviamente, en las orquestas existen malentendidos y problemas entre sus integrantes, como en todos los equipos de trabajo. Además unos congenian mejor y otros no tienen ningún tipo de afinidad con algún miembro porque, antes que miembros de una orquesta, son personas.

Por ello han conseguido encontrar el equilibrio necesario en el que todos se aceptan y respetan a pesar de las diferencias que puedan existir entre ellos.

Pues bien, con esto hay que llegar a la conclusión de que las organizaciones en las que trabajamos todos tienen que funcionar igual que si de una orquesta se tratasen.

Es decir, la dirección se asemeja al puesto de director de orquesta. Luego cada departamento domina un instrumento musical distinto en el cual hay más o menos miembros donde el responsable de ese departamento es el encargado de supervisar a todos los músicos que conocen esa disciplina.

Dentro de las diferencias que hay entre cada departamento de la organización tienen que conseguir entenderse aprendiendo a coordinarse y amoldarse a los diferentes departamentos musicales de la orquesta que integran. La orquesta no llegará a ninguna parte si todos no se unen.

El problema de las empresas actuales es que dentro de la orquesta surgen diferentes bandas musicales que van en direcciones contrarias, especializándose cada una, en estilos muy distintos que no siguen la misma frecuencia y esto hace que cada banda triunfe a escala parcial, fracasando estrepitosamente en la escala global. Porque no saben fusionar todos los estilos convirtiéndolos en uno solo que toque en la misma dirección. Que no es otra que el llevar a su orquesta a lo más alto en su sector gracias a la participación de todos sus músicos a pesar de sus diferentes estilos e inquietudes.

Luchando por ver qué instrumento domina o sobresale por encima de los otros, no llegamos a ningún lado porque esto hace alejarnos más del camino. Por esto, conseguirán que la rotación en las orquestas sea muy alta y hasta conseguir una cohesión entre los nuevos músicos y los que ya están pasara un tiempo vital que les hará caer en la mediocridad sin conseguir los resultados que se hubiesen podido alcanzar si todos hubiesen tocado en la misma escala.

Por lo tanto para que seáis una orquesta en la que funciones a la perfección como equipo de trabajo es preciso:

- Que se produzca una integración armónica de funciones y actividades desarrolladas por las diferentes personas.

- Para su puesta en escena, se requiere que las responsabilidades sean compartidas por sus miembros en igual medida.

- Necesitáis que la sincronización de los diferentes estilos se realicen en forma coordinada.

- Precisáis que los trabajos musicales que se planifiquen en equipo apunten a un objetivo común.

- Aprender a trabajar de forma efectiva como equipo requiere su tiempo, dado que se han de adquirir habilidades y capacidades especiales necesarias para el desempeño armonioso de vuestra labor.

Así que ya sabéis, el tocar bien el instrumento dentro de vuestra área de trabajo, no es suficiente para conseguir el éxito de vuestra compañía; sin el resto de expertos musicales de la misma no integran con vosotros una verdadera orquesta de trabajo.

El do re mi fa sol la si del trabajo en equipo lo podemos encontrar en notas tan agudas y graves como: la actitud positiva y constructiva, el respeto, la cooperación, la empatía, la equidad y la participación entre todos los miembros de nuestra orquesta organizacional.

¿Vuestra empresa representa una orquesta o pequeñas bandas de música?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen artículo, muy detallado y reflexionado.
Solo recomendar el siguiente libro sobre el tema:
¿Sinfonía o jazz? “Koldo Saratxaga y el modelo Irizar. Un modelo basado en las personas” de Luxio Ugarte. Editorial: Granica Ediciones.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Miguel,

Gracias por pasarte.

Me alegro que te guste este artículo.

Buscare este libro que recomiendas porque no lo conocía. Este tema es muy apasionante sobre el que siempre se puede aprender cosas.

Saludos,