Aunque nos lo quieran negar, nuestro país esta viviendo en la actualidad los comienzos de una grave crisis económica que ya se vive en otros países (EEUU) que no ha hecho más que comenzar, según vaticinan recientes artículos de prensa especializada, que indican que, "En el tercer trimestre del año se destruirá empleo en España y la tasa de paro no se reducirá hasta 2011”, según el indicador Avance del mercado laboral (AML) de julio, elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) y la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT).
Primero fue la burbuja inmobiliaria que, tras décadas diciendo que iba a explotar, explotó finalmente porque la cosa había llegado a cifras imposibles de resistir. Este sector se ha hecho de oro durante años debido a que vendían los pisos de nueva construcción por encima de su valor. Eso sí, la gente seguía comprando porque vendían su vivienda de segunda mano también por encima de su precio real para poderse comprar otro. Además, contaban con la ventaja de que los bancos estaban concediendo las hipotecas con mucha facilidad. Los tipos de interés acompañaban porque estaban muy bajos, lo que beneficiaba al boom inmobiliario.
Sin embargo, las cosas han cambiado en pocos meses. Los tipos de interés comenzaron a subir imparablemente lo que hizo que la economía de muchos españoles se resintiese; esto suponía que tenían que pagar mucho más para pagar sus hipotecas. Los salarios seguían siendo los mismos y ya no daba para más, por muchas cuentas que se hiciesen. Entonces comienzan los embargos por impago de las hipotecas; los bancos nunca pierden, no lo olviden; ellos están para ganar dinero, como todos.
Esto conlleva que el movimiento inmobiliario se ha parado. Muchos son los que no pueden acceder a una vivienda nueva, a precios prohibitivos. Los bancos, además, no ofrecen tantas facilidades a la hora de pedir una hipoteca. Si además, se tiene la suerte de tener una vivienda para vender y poder, así, permitirse la compra de la nueva, se ve como es muy difícil venderla.
Hasta ahora, la evaluación de la economía venía marcada precisamente por el sector inmobiliario que se movía a pasos agigantados, algo que causaba asombro en otros países europeos. A principios de este año, hemos visto como las constructoras están teniendo problemas. Algunas han cerrado, otras tienen que reducir sus plantillas, y otras, incluso vender terrenos y propiedades para seguir a flote.
Pero, según apuntan los expertos, lo peor aun está por llegar, porque en septiembre se espera que el volumen de despidos sea mucho más alto. Además no va a ser algo pasajero según se indica porque el desempleo, comentan que va seguir aumentando en España hasta llegar a un 20% y que no va a bajar hasta el 2011; así que nos podemos preparar.
En la creación de empleo se ha producido un parón importante a lo largo de este año que hace meses que se nota porque, tanto los portales como los periódicos especializados de empleo, publican muchas menos ofertas de trabajo que en otros años; la crisis repercute a todos los ámbitos en mayor o menor medida. Lógicamente, hay sectores, como el de las telecomunicaciones, que no nota la crisis porque cada vez hay más necesidad de personal para cubrir la demanda que el sector genera. Aquí, el inconveniente es que no hay personal suficiente para cubrir las necesidades de este sector.
Además, el nivel de vida no para de subir. El mes que no nos incrementan los alimentos, es el agua, la luz o sino el combustible que lo hace constantemente. Eso sí, los salarios no suben en la misma medida porque no lo resistirían las empresas. Lo que no tiene lógica es que los ciudadanos somos siempre los perjudicados; cada vez nos cobran más por el mismo servicio, algo que no tiene ninguna lógica. A muchos profesionales no les salen las cuentas y tienen que cerrar sus negocios irremediablemente (ganaderos, pastores, etc.). Eso sí, una parte muy reducida se está “forrando” a costa de todos nosotros.
Aunque no lo quieran reconocer, los comercios han vendido mucho menos y han tenido que buscar fórmulas para incrementar las ventas, con ofertas especiales en épocas que normalmente no tenían este tipo de descuentos. Incluso hay quienes se mofan de la crisis en su publicidad de rebajas. El sector vacacional también lo ha notado; se ha vendido mucho menos que otros años. A estas alturas quedan plazas en cualquier destino que queramos, cuando en épocas vacacionales pasadas, era impensable el encontrar algo a estas alturas de verano. Según rumores han vendido un 60% menos de viajes.
Muchas personas llevan viviendo por encima de sus posibilidades mucho tiempo y ya no pueden más como es lógico.
Aun así, las personas nos conformamos y no protestamos por nada. No nos parece lógico lo que está pasando pero nos resignamos en vez de protestar. Porque todos unidos podríamos conseguir que se tomasen medidas que suavizasen esta situación.
Mientras tantos nuestros gobernantes, independientemente del partido político del que sean, miran a otro lado, como si nada pasase. Según ellos, hay una pequeña crisis pasajera que pasará. Eso sí, al actual gobierno le parece más importante debatir si se puede decir miembra, si llevar corbata o no a los plenos por solidaridad. Asimismo, cada vez más se están flexibilizando las leyes de inmigración de nuestro país a extremos imposibles de controlar. El paro está aumentando a pasos agigantados. La economía, de seguir así, no podrá hacer frente a todo el gasto social que se está generando.
La verdad que no puedo ser demasiado positivo por mucho que lo intento. No vivimos en la mejor de las épocas. Las organizaciones, ahora más que nunca, tienen que controlar sus gastos y aplicar los recortes que sean necesarios para garantizar el trabajo a todos los miembros que las conforman, tomando medidas lógicas y coherentes que ayuden a seguir adelante.
sábado, 12 de julio de 2008
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2 comentarios:
Totalmente de acuerdo contigo, Juan. Y lo peor de todo, es que lo peor está por venir... Y encima, nos quieren esconder la crisis con las chorradillas de turno...
Hola Carol,
Efectivamente lo peor aun esta por llegar. Lo que más fastidia es que intenten desviar la atención hacia otro lado como si nada pasase.
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