El derecho a la intimidad se nos debe respetar en todos los ámbitos de nuestra vida. Donde más problemas y malentendidos suelen surgir con el respeto a la intimidad suele ser en el ámbito laboral. El tema se complica porque es un entorno en el cual hay intereses contrapuestos; están los de la persona física trabajadora y los de la persona física o jurídica del empresario.
Lógicamente, a todos los trabajadores, en nuestros puestos de trabajo se nos debe respetar/garantizar el derecho a nuestra intimidad y privacidad.
Eso sí, el trabajador no debe olvidar el lugar donde se encuentra y el motivo por el que esta allí, evitando confusiones que le pueden conllevar problemas.
Por otro lado, el empresario, para actuar con respecto a la legalidad, tiene que avisar a los trabajadores cuando comienzan su relación laboral en la compañía que las herramientas de trabajo deben usarse únicamente para estos fines. También debe indicar el empresario a sus trabajadores (en caso de que se produzca) que se pueden revisar el uso que los trabajadores hacen de estas herramientas. Y avisarles en el momento que se produzcan para evitar infringir sus derechos.
Si en la empresa existen zonas de video vigilancia, habrá que comunicarselo a todos los integrantes de la plantilla, indicándoles en qué zonas y dónde se encuentran, de cara a mantenerlos informados y cumplir, así, con la normativa legal vigente en esta materia.
Hasta aquí todos de acuerdo. El problema se produce cuando los trabajadores, a pesar de haberles avisado, hacen oídos sordos y dedican parte de su tiempo efectivo de trabajo a usar las herramientas de trabajo para fines particulares que nada tienen que ver con sus tareas de trabajo.
Siempre hay que saber interpretar las normativas vigentes en esta materia, usando el sentido común, es decir, no pasa nada porque en un momento puntual, un trabajador haga una llamada particular desde el teléfono de la empresa en horario de trabajo o visite un día en Internet de forma puntual una Web para buscar información para fines personales.
Otra cosa muy diferente es usar habitualmente las herramientas de trabajo para fines particulares dentro del horario laboral.
Después hay que ser conscientes de las consecuencias que pueden traernos el realizar este tipo de acciones en el puesto de trabajo. Tenemos que actuar con lógica y saber cuando obramos mal en nuestro puesto de trabajo. Por lo tanto, antes de actuar sin pensar, hay que recapacitar y meditar sobre ello.
Siempre va a estar en nuestra mano el decidir si hacer lo correcto o lo incorrecto con las herramientas de trabajo.
Por otro lado, no hay que olvidar las molestias que podemos ocasionar al resto de trabajadores de la empresa por usar herramientas de trabajo para fines particulares. Por ejemplo, usar la red en el trabajo para descargarse películas o música hace que esta funcione muy lenta. No es admisible que el resto de los compañeros tengan que sufrir el mal funcionamiento de la red, cuando hay alguien que no la usa adecuadamente y perjudica al resto.
Al llamarle la atención, este tipo de trabajadores suelen negar las evidencias cuando son pillados o plantan cara diciendo que se están violando sus derechos, como si se tratase de una travesura propia de un colegial. Y yo me pregunto, ¿Piensan ellos en las obligaciones laborales que están vulnerando? ¿Qué pasa con los derechos del empresario que están siendo olvidados?
A estos trabajadores se les esta pagando por trabajar y esto engloba el utilizar todo su tiempo efectivo de trabajo en ser productivos sin contar, por supuesto, los tiempos que la legislación les marca de descansos durante la jornada laboral.
Obviamente, el empresario es consciente de que a lo largo de las jornadas de trabajo los trabajadores pasan por diferentes períodos en los que se es más productivo que en otros, dependiendo de diferentes circunstancias.
Este tipo de trabajadores caradura, afortunadamente, minoritarios, hacen que paguen sus consecuencias la totalidad de los trabajadores. Por ejemplo, en muchas compañías que se permitía el acceso a Internet se ha restringido su uso por el abuso que se realizaba del mismo para fines no laborales. Así, solo se deja acceder a Internet a los trabajadores que lo precisan por su trabajo o solo se permite el acceso a las paginas que se precisan.
Este tipo de medidas no son la solución, sin embargo, muchas veces no queda otro remedio que tomarlas para cortar de cuajo, este tipo de conductas. Los trabajadores tienen que saber hacer un uso adecuado y responsable de las herramientas de trabajo.
Deberíais haceros la siguiente pregunta : ¿Qué coste suponen para los empresarios el tiempo de trabajo en el que usáis las herramientas de trabajo para fines personales?
Por otro lado, no olvidéis que prolongar este tipo de comportamientos en vuestro puesto de trabajo os puede conllevar diferentes penalizaciones, que pueden ir desde leves hasta graves. Se os puede suspender de empleo y sueldo durante un tiempo por estas conductas. También se puede proceder a despediros por estos actos cuando son muy graves o muy habituales.
El trabajador tiene que ponerse en el lugar del empresario y éste en el del trabajador para encontrar el punto de equilibrio. Hablando, todas las partes, se entienden. Ambas partes han de poner empeño para conseguirlo. ¿Cómo os sentaría a vosotros que un mes se os pague menos salario del que os corresponde? Por supuesto, muy mal y menos, sino se os avisa previamente dándoos una explicación.
Ahora, imaginaros cómo le sentaría al empresario que os llevaseis herramientas del trabajo a vuestro domicilio sin avisarle de ello y sin darle las correspondientes explicaciones.
Nuestro derecho a la intimidad se debe respetar siempre y cuando no estemos vulnerando los derechos de las otras partes.
domingo, 15 de junio de 2008
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3 comentarios:
Hola Juan, este tema me parece bastante interesante y quiza pueda aportar un par de experiencias personales que puedan resultar utiles.
Pues aunque este mal decirlo, solemos abusar, y creo que todos lo hemos hecho en una ocasion.
Me dedico al mundo de la hosteleria y durante mi corta carrera he podido observar como multiples compañeros mios han abusado de la confianza del empresario.
Os comentare una anecdota bastante comun en la cual nose por que lado decantarme.
Hace unos meses, en un hotel en el que estaba trabajando, se dio la siguiente situacion.
El departamento de recepcion debe estar abierto las 24 horas, como consecuencia se produce un turno que va de once de la noche a siete de la mañana.
Bien, el recepcionista de noche aplicado, puede terminar todo el papeleo en apenas unas horas, dejandolo ocioso alrededor de las 3 de la madrugada, con la sola interrupcion de algun cliente noctambulo.
Desde esa hora hasta el cambio de turno solian leer, estudiar, o conectarse a internet.
Los usos eran variados, desde mirar el correo hasta ver tv, escuchar radio o jugar videojuegos.
El problema vino cuando alguno de ellos empezo a descargar contenido y por lo tanto virus.
Cuando el director se entero gracias al jefe de mantenimiento tomo la siguiente medida.
Coloco una rotativa interna en la zona comun de empleados que comunicaba la inmediata expulsion del trabajo de aquel trabajador que dispusiera del equipo de la empresa que no fuera con motivo laboral.
En ese momento se acabo todo tipo de conexiones, pero se inicio un malestar, puesto que los recepcionistas nocturnos se quejaron que las horas iban a ser insufribles, puesto no habia un volumen de trabajo suficiente para ocuparlos toda la noche.
Mi pregunta es, fue una medida drastica sin pensar en una posible mediacion, o fue un acto de irresponsabilidad utilizar los equipos informaticos para pasar las noches.
Espero que opinen y que me ayuden a ver cual es la solucion correcta pues yo no termino de decantarme.
Por ultimo agradecerte Juan el interes mostrado e indicarte la ruta de nuestro blog.
Para cualquier duda seguimos en contacto.
http://formadorescr.blogia.com
Att: Albertop - albertoponc@hotmail.es
Hola Alberto,
Efectivamente los trabajadores muchas veces suelen abusar sin saber ver donde esta el limite.
Lo que planteas es consecuencia del abuso desmesurado de unos pocos trabajadores que hace que se tomen medidas drásticas que a la larga son injustas porque perjudican a todos por la irresponsabilidad de unos pocos.
Obviamente hay en según que tipo de trabajos que hay mucho tiempo libre como en el caso que comentas y el empresario suele ser flexible en estos casos siempre y cuando los trabajadores usen el sentido común.
Sin embargo, en este caso la gota que colmo el vaso fue culpa de los trabajadores porque se les había dejado libertad para matar ese tiempo libre en el que no hay tareas.
A pesar de ello decidieron ir más lejos descargando todo tipo de programas que hacen que entren virus y que dañen los equipos informáticos.
Al empresario no le quedo mas remedio que ser drástico para dar ejemplo.
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