La legislación establece una temperatura estándar que considera adecuada para los diferentes ámbitos en los que se puede realizar el trabajo. Yo me voy a centrar exclusivamente en el trabajo de oficina donde las temperaturas estándar para verano es una temperatura de 22 a 25 grados en función de diferentes factores.
Aun así, esto es muy relativo porque cada persona tenemos un comportamiento diferente según nuestra temperatura corporal, es decir, lo que para una persona es un temperatura adecuada para otra puede ser frió o calor.
En las empresas se ha optado por tener reguladores de temperatura generales por salas que suelen estar reguladas por el departamento de mantenimiento (u otro al que le "caiga" la responsabilidad del... mando) poniendo las temperaturas estándar acordadas para cada temporada del año. Si el termostato se deja a la regulación de los trabajadores de las diferentes dependencias de la empresa se producen verdaderas batallas para imponer en cada sector la temperatura que considera ideal, claro está, desde su punto de vista. Cuantas más personas están en el mismo recinto peor es la convivencia por culpa de algo tan tonto como el aire acondicionado.
Eso sí, los hombres, con sus trajes y corbatas se ven acalorados por el "uniforme". Por otro lado, nos encontramos a las mujeres que tan apenas llevan un cordoncillo que sujeta en su posición sus escasos vestidos. El aire acondicionado se enciende, y empieza la batalla campal.
Tenemos que darnos cuenta de que en la oficina no estamos solos y que tenemos que convivir con otras personas. Esto supone en ceder en el tema de la temperatura intentando llegar a un consenso. A veces, una simple chaqueta puede cubrir.
Las oficinas se convierten en verdaderos centros meteorológicos (bueno... simplemente hay termómetros por todas partes) que hacen que un número sea motivo de discordia.
La máquina del aire acondicionado, tampoco ayuda. En muchas ocasiones, el sistema tampoco está del todo bien instalado. A veces el termostato, dice que hace una temperatura pero se siente más frío o más calor. En fin, que tampoco ayuda, como decía.
No podemos pretender imponer nuestro criterio porque esto demuestra poco compañerismo y siempre tendremos que consultar con el resto si les parece adecuado. O establecer períodos en los que todos vayamos haciendo concesiones. Todos, en el fondo, somos especiales, sin embargo, el límite está en saber comportarnos sin superar los límites considerados lógicos.
La persona encargada del mando tiene una labor difícil. Contentar a todos. Tampoco olvidemos que muchas veces también la sensación de calor o frió es psicológica; simplemente oyendo como el sistema empieza a funcionar, nos sugestiona a sentir el frío.
La oficina es un lugar de trabajo, no solo para unos, sino para todos y hay que llegar a un consenso. Ante todo, habrá que seguir intentando incentivar el trabajo en equipo para crear un clima de cooperación que se va a trasladar a todos los ámbitos ayudándonos a resolver estas pequeños conflictos sin importancia.
2 comentarios:
En mi empresa hay medidores de temperatura que regulan la misma automaticamente si sobrepasa o baja de los 25 grados y no se puede fijar manualmente. Es la temperatura establecida por la empresa. Si alguien tiene frío ha de traer chaqueta y si tiene calor deberá traer ropa más cómoda, a veces es bueno que nadie lo pueda cambiar...
Hola SM,
Efectivamente muchas veces lo mejor es que nadie pueda cambiar la temperatura en su empresa manualmente para evitar conflictos sin sentido alguno.
Si la temperatura es la adecuada a cada temporada nadie puede reprochar nada. Si tienes frió o calor a pesar de esto pues tendrás que tomar medidas personales en ti mismo para ponerle remedio.
La empresa la forman un conjunto de personas.
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