Cada vez más se esta hablando de la importancia que tiene para las organizaciones saber gestionar adecuadamente y optimizar sus personas para avanzar en todos los sentidos.
Sin embargo teóricamente es muy fácil; luego llega la dura realidad demostrándonos que aún nos queda mucho camino por recorrer para llegar a una adecuada gestión de las personas en muchas empresas.
Planteo estas preguntas que nos tienen que hacer recapacitar y aprender:
¿Por qué sigue habiendo tanta duplicidad de tareas entre departamentos y personas?
¿Tan complicado es coordinarse?
¿Por qué los gestores de personas antes que compañeros son jefes?
¿Por qué será que los mandos intermedios olvidan tan fácilmente que ellos también fueron subordinados?
Todos los trabajadores nos encontramos a lo largo de nuestro periplo profesional con diferentes tipos de jefes y sabemos muy bien el tipo de jefe que no nos gusta tener y el que sí, entonces, ¿Por qué cuando llegamos a ocupar esta posición sacamos normalmente el tipo de jefe que no queremos para nosotros mismos?
Los seres humanos tendemos a imitar lo que vemos, eso sí, lo que nos diferencia a unos de otros, es saber discernir entre los comportamientos que nos pueden servir de ejemplo y cuales no.
¿Para la optimización de los puestos es necesaria la colaboración, ayuda, etc, entre departamentos y gestores?
Por supuesto, al menos yo los considero algo fundamental. Muchos problemas comienzan en las empresas porque algunos gestores consideran que las personas de sus equipos son de su propiedad y olvidan que pertenecen a la organización.
Tenemos que aceptar esto y ceder aquellas personas de nuestros equipos a otros gestores de nuestra compañía que los puedan necesitar. Como se dice, hoy por ti y mañana por mí, es decir, hay que pensar en el bien común que no es otro que la buena marcha de la compañía que representáis.
Un buen gestor de personas tiene que tener muchas cualidades que a veces echamos de menos en muchos de ellos como son: saber reconocer sus propios errores, ser humildes, reconocer los logros de las personas de sus equipos, ayudarles a progresar dentro de la compañía, ser uno más del grupo, escuchar a toda su gente sin juzgarles, hacer participes a todos de los buenos resultados obtenidos por el grupo, saber comunicar las cosas indiferentemente de si son positivas o negativas, ser un ejemplo a seguir para todos los miembros de tu equipo, esforzarte igual que ellos, etc.
Muchas organizaciones, para comenzar a optimizar y gestionar adecuadamente sus personas, tendrían que plantearse varias preguntas ¿Todas las personas que ocupan estos puestos en vuestra compañía son buenos gestores? ¿Qué hace vuestra compañía por tener buenos gestores? ¿Qué hacéis vosotros para ser buenos gestores?
Está claro que hay que evaluar y analizar este tipo de cosas para seguir avanzando porque no olvidemos que es preferible tener pocos y buenos gestores de personas que muchos y malos.
Además, en la gestión de personas todos vamos a cometer errores; sin embargo, nos tenemos que esforzar para ponerle remedio. Querer es poder. Por otro lado, sino sabemos ponerle remedio, tenemos que solicitar ayuda para conseguirlo. Lo que es intolerable es que lo dejemos pasar asumiéndolo como inevitable.
Tenemos que comenzar a solucionar estos pequeños inconvenientes para seguir adelante en el apasionante mundo de la gestión de los personas. Todos tenemos que poner de nuestra parte para conseguirlo porque la buena gestión de las personas es responsabilidad de todos.
sábado, 14 de junio de 2008
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4 comentarios:
Planteas un tema muy complejo que analizas con acierto. Pero me da la impresión de que es prácticamente imposible ser un buen gestor de personas. ¿Con qué parámetros se mide?. Aunque se trate de ser justo, escuchar a todo el mundo, repartir las tareas equitativamente, etc. siempre van a existir miembros del equipo que estén resentidos o dolidos o tareas en las que fracasarás.
¿Cómo medimos?.
Un saludo
Hola Ekaizen,
La verdad que es un tema muy complejo. Además es complicado medirlo con parámetros objetivos, es decir, siempre van a influir factores subjetivos.
Obviamente siempre vas a tener minorías de trabajadores que se van a quejar de los buenos y malos gestores que tengan.
Sin embargo te puedo asegurar que analizando con detalle los equipos de trabajo se ve quienes son buenos gestores y quienes no.
Cuando muchos trabajadores se quejan de los mismos gestores es porque algo hay.
A día de hoy no hay formulas estándar para medir la gestión de las personas. Cada empresa usa lo que se les va ocurriendo.
El problema fundamental es que muy pocas empresas se preocupan de medir esto. Tenemos que cambiar y ponernos manos a la obra para ir buscando formulas que nos ayuden a medirlo.
¿Y cómo me puedo medir yo mismo mi rendimiento como gestor, en relación a las personas?.
En relación a los resultado es otra cosa, porque llevamos una serie de indicadores que nos van marcando la evolución del trabajo realizado en el taller. Tanto en calidad como en costos o en plazos.
Pero el tema que más me preocupa son los colaboradores. Porque se pueden obtener buenos resultados a costa de "machacar" o exprimir a tu equipo. De hecho creo que es la técnica que utilizan muchos mánagers ambiciosos que pretenden escalar deprisa en el escalafón. Pero los que queremos ir construyendo y educando al equipo pasito a paso, tenemos que emplear otros métodos. Pero ahí está mi gran duda, ¿cómo nos autoevaluamos?.
Un saludo
Hola Ekaizen,
Obviamente no es sencillo, sin embargo, creo que haciendo un análisis de ha donde han llegado las personas de nuestro equipo gracias a nuestra ayuda y colaboración en la forma de gestionarlos es un buen indicador de que la cosa va bien.
Cuando las personas que uno gestiona lo tienen como referente y le solicitan consejo sin que se le hayas ofrecido también es buena señal. Porque con esto no vamos a conseguir más que quemar a personas validas que decidan abandonar la organización por estos malos gestores.
La dirección de la organización tiene que ejercer una supervisión constante de los gestores para poder percibir de forma objetiva esto.
Esta claro que aquellos gestores que explotan a su equipo de colaboradores para conseguir ascender individualmente en el escalafón no van a ser muy queridos como gestores.
A las personas que podamos tener a nuestro cargo hay que gestionarlas de forma consensuada permitiéndoles asumir responsabilidades para que se sientan parte integrante del equipo siempre y cuando respondan adecuadamente.
Uno mismo con sentido común y espíritu autocritico hacia su gestión puede ser capaz de ver que tal gestiona. Sino siempre puede ayudarse de otras personas que le hagan ver errores que uno mismo no es capaz de ver por si mismo.
Esta claro que la formula mágica no existe y que no es tan claro como medir si se han alcanzado los resultados marcados porque esto es 100% y lo otro no.
Saludos,
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