miércoles, 21 de octubre de 2009

¿ES NECESARIO QUE OS CAIGAN BIEN TODOS LOS COMPAÑEROS DE TRABAJO?

Hay una religión india, que promulga el no hacer mal a nadie, ni seres vivos, ni animales, ni plantas... Tampoco permite tener malos pensamientos hacia las personas. Pero en nuestra cultura, la verdad es muy diferente. Esa idílica imagen que se dan, en la que todo es bonito y maravilloso en el ámbito laboral cuando no lo es, no es más que una fachada que hace que nos mostremos políticamente correctos al guardar las apariencias.

Hace unos días, leía un interesante artículo titulado “
Todos detestamos a alguien en el trabajo” y en el post de hoy, quería dejar mis puntos de vista sobre este tema que parece tabú.

Las personas somos seres sociales que necesitamos estar en contacto los unos con los otros y no olvidemos que el trato constante hace que surjan roces y fricciones que, si no se saben resolver a tiempo, producen rencillas insalvables.

Cada persona es de una forma diferente y eso no se puede cambiar. Además, los compañeros de trabajo no se pueden elegir por lo que provoca siempre algún que otro choque frontal.

¿Es licito detestar a una persona de tu entorno de trabajo? Personalmente, mientras la cosa no vaya a mayores, no pasa nada por reconocerlo abiertamente porque a veces el problema está en vosotros y vuestras percepciones. Una vez aceptado el tema, hay que plantearse el por qué detestáis u odiáis a esas personas. Los motivos pueden ser de lo más diversos:
por que los veis como una competencia en vuestro trabajo, por como actúan, por como dicen las cosas, por como os tratan, etc.

De cara a la galería, guardáis las apariencias y más cuando no os toca aguantarlos en el trabajo directamente, aunque a veces el choque es inevitable y surgen las confrontaciones no sanas. Se está predispuesto a la bronca por la aversión que os produce esa persona. En algunas ocasiones esa no tolerancia suele ser mutua por ambas partes porque las cosas se perciben. Otras veces es sólo de una parte por las primeras impresiones, sin dar una oportunidad a la otra persona para conocerla más en detalle. Incluso, puede darse el caso de que en ocasiones, sea una persona nueva y se odiase a su predecesor, por lo que ese mal estar, se extiende al nuevo, sin razón. También suele haber personas que se dedican a malmeter entre los compañeros.

Tiene que quedar claro que todos los compañeros de trabajo no tienen por qué compartir vuestro punto de vista negativo respecto a esa persona que no soportáis. Y eso hace que a veces algunos de vosotros pretendáis viciar a los demás. También puede ser que lo piensen y no lo digan porque es una opinión personal que no tienen que compartir.
Al fin y al cabo, hay que convivir con esa persona en el ámbito laboral.

Pero el odio hacia una persona, no tiene por qué ser publicado a bombo y platillo.
Hay que tener mucho cuidado a quien comentáis vuestros odios personales hacia otros porque a veces lo usarán en vuestra contra.

Muchas personas recomiendan que si se tiene una aversión hacia una persona la mejor es comentarlo para intentar solucionarlo con ella. Aunque sí que puede ser correcto en algunas ocasiones, en otras, personalmente, no lo tengo tan claro. Ese odio, suele ser más algo subjetivo y puede que plantearlo, suponga una complicación.

No pasa nada con asumir que no se congenia con una persona del entorno laboral. Sin embargo, si hay que trabajar en ocasiones con ella, será necesario asumirlo y aceptarlo para que no se note esa no tolerancia hacia su persona. No es bueno residir en el odio. Así que si no tiene solución, hay que admitirlo y evitar el contacto al máximo, para poder seguir adelante con el trabajo y que ese odio no influya al rendimiento.

Hay muchos gurús del trato humano que dicen que todos los problemas hay que hablarlos y que no se debe criticar a nadie a la cara. Y yo les pregunto ¿Ellos nunca han “puesto a caldo” a alguien a la espalda?

Otros, son de la opinión de que hay que decir lo que se piensa de los demás. Creo que es bueno, pero siempre con respeto. Nada se obtiene con decirle a otra persona que es un tal o cual y que no lo soportas. Las criticas destructivas no son buenas para el bienestar de uno mismo, así que si se opta por esta forma de comportamiento, habrá que transformarlas en constructivas.

Así que no hay que darles más vueltas al tema y aceptar las cosas como son. De todas formas, ¿Es necesario que os caigan bien todos los compañeros de trabajo? ¿Se pueden considerar amigos a los compañeros de trabajo?

Esta claro que habrá opiniones de todo tipo
aunque a veces lo más prudente es no mezclar demasiado las diversas facetas de nuestras vidas aunque irremediablemente están interrelacionadas en algún aspecto.

Y por acabar os lanzo una pregunta ¿Quién en alguna ocasión no ha sido políticamente correcto?

12 comentarios:

Economía Sencilla dijo...

Respondiendo a la pregunta del título, no, rotundamente.

Por supuesto que no es necesario, y casi diría que es utópico pensar que todos nos puedan caer bien.

Yo me suelo llevar bien con casi todo el mundo, e incluso he estado en trabajos donde casi todos me caían bien, pero el 100% es algo casi imposible.

Como se suele decir, una cosa es trabajar bien, y a gusto con tus compañeros, y otra cosa es que éstos sean tus amigos, o salgas con ellos, puede darse el caso con algunos, con los que congenies más allá de que sean o no tus compañeros de trabajo, pero nada más.

Ahora, si pasamos a los odios, ya es algo más gordo, llevarse mal con alguien, u odiarle como se relata en el post que citas, es algo que te puede carcomer, tengas razón para hacerlo o no.

Este tipo de sentimientos sí que hay que tratar de evitarlos en la medida de lo posible, puede haber gente que no nos guste personal o profesionalmente, pero no debemos obsesionarnos con ello, centrarnos en el trabajo y hacerlo lo mejor posible.

Un saludo
Pablo Rodríguez

Fernando López dijo...

Coincido con Pablo. No es necesario, pero si bueno. Lo importante es que se aparquem esos odios, diferencias o como lo querais llamar cuando se trabaja. Pero, por lo que he podido ver y experimentar quien se lleva mal, al final hace (consciente o inconscientemente) lo posible para no colaborar con la otra parte.

Saludos

Germán Gijón dijo...

Yo también me sumo a lo que dicen Pablo y Fernando. Es bueno que seamos conscientes de que una cosa es el espacio temporal y geográfico de nuestro trabajo, y otra nuestra propia vida. Así desdramatizaremos desavenencias y lo tomaremos desde un punto de vista más pragmático con quien tenemos nuestros roces, quizá así les demos menos importancia y nos afectará menos.
Un saludo.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Pablo,

Gracias por pasarte y participar.

Coincido plenamente con tus apuntes. Hay que saber diferenciar la faceta personal de la profesional. Luego ante todo debemos ser profesionales sabiendo que los compañeros de trabajo no se eligen y que congeniemos con ellos o no a nivel personal deberemos colaborar con ellos cuando nos toque porque por eso nos pagan también.

Los odios hay que saberlos controlar y no dejarnos llevar por la subjetividad. Debemos tolerar más a la gente diferente a nosotros.

Saludos,

Juan

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Fernando,

Muy de acuerdo con tu opinión. Los odios se deben aparcar y olvidar cuando nos toque colaborar con esas personas por el bien de todos.

El llegar al acuerdo de ignorarse porque dos trabajadores se lleven mal incluso para asuntos de gestión común me parece una conducta infantil y poco profesional.

Saludos,

Juan

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Germán,

La clave esta en saber desconectar ambas facetas y no darle más importancia de la que tiene a las afinidades con determinadas personas. A veces de un grano de arena se hace una montaña por la propia presión interna que se genera uno mismo.

Saludos,

Juan

Veronica Segal dijo...

Estoy totalmente de acuerdo. Creo que que cada uno debe orientarse hacia lo positivo y si se habla de alguien, que sea algo bueno. Si no hay nada bueno para decir, pues mejor no decir nada. Salvo casos "graves".
Estoy convencida que es como la crisis actual, no esta bien solo quejarse, hay que contribuir al cambio positivo.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Verónica,

Gracias por pasarte y participar en mi blog.

El centrarse en lo positivo es esencial y si se debe hacer criticas que sean constructivas enfocadas a que la otra persona mejore sino mejor guardárselo para uno mismo.

La queja es lógica de forma puntual pero para mejorar las cosas todos tenemos que aportar nuestro granito de arena para que el cambio llegue a nuestras vidas de forma positiva.

Saludos,

Juan

Anónimo dijo...

hola,

soy marta, yo creo que necesario... por supuesto que no, deseable... sí!!
Pero en teoría hablamos personas relacionadas con RRHH, considero que es un puesto bastante solitario en el mometno que tienes responsabilidad sobre políticas, cambios etc... la objetividad que nos hace falta para buscar el bien común.. casi nunca es visto con objetividad por todo el mundo, eso no nos hace especialmente populares, y siento decir que el que lo sea, es más que probable que no tenga tanta responsabilidad o no sea tan objetivo. Excepto si trabajas en empresas con políticas de RRHH como las que oimos que tienen en google, ebay etc...
que no es el caso más común claro.
Caer bien??? por desgracia somos de los profesionales a quienes menos debería afectar "la simpatía", ya que entonces no seríamos nada profesionales!!!

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Marta,

Gracias por pasarte y participar en mi blog.

Cada profesional debe saber separar el área profesional de la personal con sus compañeros de trabajo. El área de recursos humanos es peliaguda porque muchas personas se nos arriman para obtener privilegios e información aunque se les ve venir de lejos.

La objetividad es muy complicada y aunque se establezcan políticas innovadoras de recursos humanos en empresas del tipo Google nunca llueve a gusto de todo el mundo.

Creo firmemente que hay que tener un trato cordial con todo el mundo. Otra cosa ya es congeniar a nivel ya más personal. Nos deben de valorar por lo que somos y hacemos no por el puesto que ocupamos.

Saludos,

Juan

Anónimo dijo...

Hola Juan,

Marta de nuevo, por cierto me gusta el blog...
Si estoy de acuerdo en que la debería acercarse por lo que somos no por el puesto. Pero deber no implica que "sea". Yo lo que creo es que el resto de personal por deber, creo que debería entender que una decisión profesional, una medida etc.. no tiene que ver con la persona que somos,si no con el profesional que somos (malo o bueno da igual). Tú comentas que se arrima gente buscando privilegios... se ve venir a la gente cuando quiere tantear si vas a ser totalmente pro medidas populares o vienes a dar caña... Porque todo lo que a la gente no le gusta "es dar caña", la gente tiene visión micro (yo, mi salario, mi ombligo.. ojo y nos les culpo) lo malo es que cuando estás aquí, ves que medidas particulares no favorecen al grupo, o a la empresa, lo cual no a muy largo plazo puede ser muy malo para el grupo... y si lo que haces afecta al ombligo de un "amigo del curro"... pues.. bueno, pues a veces se les olvida la persona que eres...
A pesar de ello, creo que la capacidad conciliadora y de negociación son armas sin las que estamos perdidos...
Saludos!!!

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Marta,

Me alegro que te guste el blog.

En efecto, el que deba ser no significa que sea en realidad.

La gente es demasiado egoísta y sólo se preocupan por ellos aunque sus acciones puedan perjudicar en más de una ocasión al grupo. Las personas debemos de ponernos más en el lugar de los demás aunque no compartamos su visón.

Pues si la negociación y la mediación hacen bastante.

Saludos,

Juan