lunes, 19 de octubre de 2009

¿USTED ES FLEXIBLE?

Pues mire, sé hacer el pino puente y con mis clases de Yoga consigo llegar con mi cuerpo a una flexibilidad inmensa.

Fuera de bromas, actualmente, está muy de moda que en los procesos de selección, las empresas a la hora de efectuar el reclutamiento de personal exijan, por ejemplo, a que se comprometan en caso de ser los elegidos para el puesto a tener flexibilidad. Y claro muchos os preguntareis ¿Qué entienden las empresas por flexibilidad? Pues sin ir más lejos, que os olvidéis del horario desde el primer día y que estéis dispuestos a hacer más horas que un reloj.

Como es lógico, cuando uno comienza en una nueva compañía tiene que esforzarse el doble que el que ya lleva tiempo porque debe de ponerse al día para conocer cómo funciona todo y, además, ir haciendo vuestro trabajo para empezar a conseguir los resultados esperados. Vamos, que toca demostrar que las expectativas puestas en vosotros son las adecuadas y que no se equivocaron. Debéis de estar comprometidos con la nueva organización para sacar vuestro trabajo adelante y, si en determinadas épocas toca hacer más horas por determinados proyectos, no debe pasar nada. Eso sí, siempre y cuando se cumpla la máxima de “hoy por ti y mañana por mí”, es decir,
que la flexibilidad y el compromiso sean en ambas direcciones.

Lo que no se debe pretender es las empresas demande a un trabajador recién llegado que haga todos los días 10 horas porque sí. Igual esta persona acaba todas sus tareas y en las horas establecidas o incluso en menos. Lo importante es que haga bien su trabajo y aporte el valor esperado, no las horas que pase en el puesto de trabajo. Esto es demostrativo de la cultura de la presencia porque sí, en donde lo que más importa es que se esté en el puesto y en la oficina sin valorar el rendimiento real de cada persona, independientemente de las horas que pase en su puesto.

Personalmente, soy de la opinión que por flexibilidad debemos entender a que cada persona haga el trabajo que tiene que hacer, organizándose en función de los plazos con los que cuente. Obviamente, para esto, tienen que establecerse los cimientos adecuados en las organizaciones para que exista una confianza mutua que motive a las personas a involucrarse porque es lo que quieren y no porque se les obligue. No olvidemos que cuanto más se controla y más compromiso se exige, se consigue el efecto contrario sobre todo cuando las empresas piden sin dar nada a cambio, ni agradeciendo la buena labor desempeñada. Está claro que siempre hay que supervisar el resultado final y la carga de trabajo de cada persona para que sea adecuada a sus posibilidades. Hay veces que se pretende que una persona haga el puesto de 3 personas y, por muy efectivo que se sea, es imposible que rinda más de lo humanamente posible. Somos personas y no robots. De presionarle excesivamente, sólo se conseguirá “quemarles” y perder su talento y valía.

En otras ocasiones, determinados trabajadores no llegan a la carga de trabajo por una mala organización y en estos casos no hacemos nada. El problema seguirá ahí si no se actúa en consecuencia y deberéis de ver entre ambas partes cómo se puede mejorar. Las empresas son, al fin y al cabo, un equipo de personas de las que todos pueden aprender del resto.

Así que la flexibilidad y el compromiso deben ser mutuos. Cuando una compañía haga demasiado hincapié ya en el proceso selectivo a la flexibilidad en el horario, preguntad qué entienden por esto y cual es la política a este respecto para evitar malentendidos posteriores. También los candidatos debéis ser coherentes y flexibles, sobre todo al principio, que es cuando tenéis que demostrar y aportar más. Algunos candidatos que se incorporan, piensan que como ya tienen el puesto, se pueden “tumbar a la bartola” y pretenden trabajar como si estuviesen de vacaciones, con la ley del mínimo esfuerzo. La cuestión es esforzarse de forma productiva.

¿Qué es para vosotros flexibilidad?

6 comentarios:

José Miguel Bolívar dijo...

La entrevista de trabajo también aporta mucha información al candidato y, como muy bien dices, cuando una empresa se preocupa únicamente por las horas que vas a echar y no por la cantidad y calidad del trabajo que vas a producir, es un muy mal síntoma. Estás casi con toda probabilidad ante una empresa caduca, mal organizada, poco eficiente, nada innovadora y con escasas posibilidades de sobrevivir a largo plazo, así que a no ser que te vaya la vida en ese puesto...

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola JM,

En efecto, la entrevista de trabajo también aporta mucha información a los candidatos que deben saber interpretar para ver si les encaja. Como bien dices una empresa que antes de llegar ya se preocupa por la cantidad de horas que harás más que de la calidad del trabajo no es muy buena señal. Suelen ser empresas con procedimientos y mentalidad atrasada en el tiempo.

Saludos,

Juan

Anónimo dijo...

Hola Juan, creo que tal y como dices en el post el término flexibilidad es un eufemismo de dedicación total y exclusiva a la empresa. Todavía seguimos con la cultura de que cuantas más horas se echen mejor, sin tener en cuenta la productividad, que realmente baja muchos enteros cuanto más horas hacemos en la oficina. Por cierto, hablando de ésto me viene a la cabeza el famoso "teletrabajo". Fue un tema muy comentado cuando Internet empezaba con fuerza...pero ¿realmente se le ha sacado partido a la red para mejorar la productividad y conciliar mejor la vida laboral y familiar?
Hay muchisimos puestos de trabajo que podrían hacerse desde casa y no se hacen...¿se valora el trabajo más si estamos físicamente en la empresa?

Saludos,
Oliver

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Oliver,

Gracias por tu aportación.

Se sigue dando desgraciadamente más importancia al número de horas presénciales que se hacen que a lo que se rinde en las horas que se trabaja. Algunas empresas ya han cambiado esa mentalidad pero no todas las necesarias. Mejor dicho han abierto su mente las personas que dirigen esas compañías.

Al teletrabajo no se le ha sacado todo el partido que podría porque muchos trabajaos se podrían desempeñar desde casa lo que pasa es que se sigue dando más importancia al trabajo que se efectúa desde la oficina.

Saludos,

Juan

Fernando López dijo...

Hola Juan:

Desgraciadamente es un mal de muchas empresas y también de muchos empleados. esa cultura presencial al final no conduce a nada. Personalmente prefiero la flexibilidad como un pacto entre las partes (yo te doy y tu me das). Eso no depende de horarios y sí de compromisos. Pero no funciona con todo el mundo. y es una pena porque tengo comprobado que los empleados más eficaces son los que entienden la flexibilidad como una posibilidad de desarrollo. No tienen que hacer un paripé y saben cual es su responsabilidad lleguen tarde, salgan pronto o viceversa. Ellos mismos se controlan.

Los otros, están pendientes de cumplir los horarios pero quieren las ventajas de la flexibilidad para ellos.

De todas formas hay mucho eufemismo por parte de las empresas en eso que llaman flexibilidad, que muchas veces lo confunden con el tu vas a hacer lo que yo te diga, cuando te diga y en el momento que te diga. Es decir, flexibilidad para hacer contigo lo que quieras.
Un saludo

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Fernando,

Gracias por pasarte y participar en mi blog.

Me han encantado tus aportaciones.

En efecto, antes de pedir debemos plantearnos que vamos o estamos dispuestos nosotros a dar a cambio. El ser humano no es tendente a comprometerse demasiado con los proyectos porque entonces se ve como es realmente al actuar porque hablar es muy fácil y gratuito. Cuando realmente se vemos como somos es cuando estamos en la arena de la realidad empresarial.

La cuestión es tener claro lo que tenemos y queremos hacer porque muchas personas pretenden conseguir duros a cuatro pesetas en plan picaresca española.

Algunas empresas piensan que por contratarte tienes que hacer todo lo que te digan aunque tengas que dejar por el camino tus principios, ideas y muchas otras cosas. Para que las empresas triunfen tienen que contar con sus personas permitiéndoles desarrollarse a su manera.

Se debe dedicar más tiempo a pensar para ser coherentes con lo que decimos y luego hacemos en cualquier faceta de nuestra vida.

Saludos,

Juan