Cada vez más, estudios revelan que hasta un 40% de los currículos que reciben las compañías para cubrir sus ofertas de trabajo contienen datos falsos.
En tiempos de recesión se da la situación que más personas se encuentran en búsqueda activa de empleo porque han perdido el que tenían y la desesperación lleva a la mentira en sus CV para no quedar fuera de los procesos de selección.
Los candidatos, eligen “transformar” la realidad en sus capacidades, edad, formación académica, experiencia profesional, etc.
Tiene que quedar claro que este tipo de prácticas no ayuda porque, tarde o temprano, todo se descubre, incluso una vez superado el proceso de selección. Será entonces cuando tocará demostrar la realidad que habéis vendido y que defendéis con argumentos orales en una entrevista de trabajo.
Tenéis que asumir vuestra realidad y estar orgullosos de la misma porque el que os contrate tiene que hacerlo por lo que realmente sois y no por lo que queréis aparentar ser.
La edad suele condicionar a veces. Pero de nada sirve mentir, decir que se tiene 30 años cuando en realidad se tienen 40 años. Contra la edad no se puede ir; nuestra apariencia muestra, año arriba año abajo, nuestra edad verdadera. La edad está ahí, pero no la veáis como algo negativo. Seguro que podéis aportar más experiencia. Esta mentira es muy fácil de comprobar solicitando el carné de identidad.
Con respecto a los estudios, el mentir sobre el centro en el que se curso el mismo es muy habitual. ¿Qué se saca con ello? Tampoco mucho. A la hora de la verdad, el cursarlo en un centro u otro es indiferente y lo que realmente importa es tener la titulación correspondiente que certifique que se acabaron los estudios. Igualmente el indicar que se tienen determinados estudios cuando no es así es una pérdida de tiempo porque en muchas empresas, en caso de que superéis el proceso de selección os van a solicitar una copia de todos vuestros títulos académicos para certificar la veracidad de los datos. Es más, cada vez es más habitual que se soliciten llevarlos en las fases previas de los procesos para comprobar y prevenir la mentira fácil.
También se suele mentir al indicar que se tienen determinadas capacidades y conocimientos que son fácilmente comprobables con una prueba práctica. En más de una ocasión, se han sacado los colores a más de un candidato que aseguraba dominar el idioma inglés cuando no era capaz de balbucear cuatro palabras seguidas en spanglish, o que decía ser experto en un lenguaje de programación o base de datos cuando en realidad sus conocimientos eran básicos.
Cuando se descubren las mentiras, automáticamente, el candidato queda fuera del proceso. Ese candidato causa una mala imagen que incluso le resta puntos para futuros procesos, puesto que muchas empresas dejan reflejadas en sus bases de datos de candidatos entrevistados. Al mentir tenéis que ser conscientes de este riesgo que corréis.
Cada vez más, tenéis que saberos vender mejor para no pasar desapercibidos entre tantos candidatos que pasan por delante de los seleccionadores de personal.
Siempre se ha dicho que maquillar el currículum o exagerar un poco alguna de las cosas que indicáis, no suele ser una falta grave. Siempre y cuando, sepáis defenderlo en la entrevista y pudiéndolo demostrar con hechos. Pero volvemos a lo mismo. La mentira, mentira es. Una entrevista se hace para conoceros mejor. Si lo que conocemos es una mentira, estaremos conociendo a otro, no a ti.
Entre este tipo de maquillaje, por ejemplo, se suele indicar que un período de prácticas fue realmente una experiencia profesional; no es una gran mentira. Al fin y al cabo, a parte de estar aprendiendo unas tareas, también habéis estado desempeñando un puesto de trabajo. Igualmente hay muchos candidatos que incluyen en el período total de experiencia profesional en un trabajo los meses que estuvieron previamente de prácticas sin diferenciarlos. Lógicamente esto es exagerar un poco pero tenéis la experiencia y la podéis acreditar.
Hay quienes, al comenzar su primera experiencia profesional, comienzan un proceso de aprendizaje y hay otros que ya lo tienen o incluso que tienen experiencia porque han realizado prácticas en otras compañías. Así que no estáis más que maquillando la verdad.
También se suele cambiar el nombre del puesto ocupado por un puesto mejor: por ejemplo, algunos candidatos en vez de indicar que ocupaban un puesto de cajero ponen que estaban de responsable de cajas, siendo la realidad que el responsable era el dueño del negocio sin embargo tú eras el único cajero en tu turno así que en realidad era engalanar un poco más vuestra trayectoria profesional en ese trabajo.
Eso sí, lo que ponéis en vuestro currículum lo tenéis que mantener en la entrevista de trabajo y estar totalmente convencidos de ello porque si dudáis o indicáis otra cosa distinta generáis la duda en el entrevistador y, aunque no sea una mentira, sí que es pillaros en un renuncio y esto no os dejará fuera del proceso pero os hará bajar puntos de cara a conseguir el puesto.
Todo el mundo exagera alguna cosa de su trayectoria académica o profesional para causar mejor imagen a los entrevistadores y conseguir llamar la atención. Sin embargo, ¿quién no ha exagerado u ocultado alguna cosa para agradar o llevarse el gato al agua? Hay veces que determinados candidatos omiten reflejar alguna cosa en su perfil y en caso de que el entrevistador pregunte sobre alguna parte incompleta que vean de su historial, procederán a contarlo porque no lo van publicando pero tampoco lo ocultan si les preguntan por ello. En estos casos, se puede aducir que no lo indicaban porque habían puesto lo más significativo con relación al perfil profesional requerido para ese puesto de trabajo concreto. ¿Esto es mentir? Personalmente, creo que no.
Otros profesionales de los recursos humanos piensan que sí pero a estas personas yo les lanzo otra pregunta ¿contáis vosotros todas las realidades del puesto o de la compañía? Seguro que la respuesta es un no rotundo. Si para determinado puesto necesario para un departamento hay problemas internos entre sus miembros, lo vais a omitir para no generar una mala imagen en los candidatos que os interesen, ya que puede hacerles echarse atrás. Igualmente, si la empresa atraviesa malos momentos a nivel organizativo, económico, de clientes o de ambiente de trabajo, lo vais a omitir por evitar espantar a los candidatos porque ellos no conocen toda la realidad. Una vez seleccionados, cuando ya formen parte de vuestra compañía, ya procederéis a dar las oportunas explicaciones, pudiendo aportarles toda la información. Esto en el sentido estricto, también sería mentir, si nos ponemos puristas.
Muchas compañías, a la hora de indicar el número de clientes, proyectos, empleados, etc. exageran un poco, indicando más de lo que en realidad es; así, se da una imagen más impactante para los potenciales candidatos. Si consideramos las exageraciones mentiras para los candidatos también esto lo es para las empresas.
Mentir no os beneficia y os va a cerrar puertas. No podéis inventaros las realidades que después pueden requerir ser demostradas. No olvidemos tampoco que, aun habiendo pasado la prueba de selección, todo se descubrirá una vez incorporados al puesto de trabajo y normalmente, se puede prescindir de un candidato durante el período de prueba.
Cada vez más las empresas están incorporando herramientas tecnológicas que ya existen en el mercado y que desenmascaran estas mentiras con grandes cotas de fiabilidad. Los porcentajes de éxito son mucho más altos que si el que tiene que desenmascarar al mentiroso es el entrevistador de personal porque en el 100% de los casos sólo lo consigue descubrir en el 35% de ellos por fiarse a veces de cosas que son fácilmente comprobables.
Si realmente queréis tener determinado perfil o requisitos específicos lo que tenéis que hacer es prepararos para conseguirlo y hacer que sea un realidad.
Personalmente creo que hay una gran diferencia entre mentir y exagerar o maquillar determinados aspectos de vuestros perfiles profesionales. No soy defensor de ninguna de estas prácticas, pero bien es cierto, que valoro negativamente la mentira, frente a la exageración.
En tiempos de recesión se da la situación que más personas se encuentran en búsqueda activa de empleo porque han perdido el que tenían y la desesperación lleva a la mentira en sus CV para no quedar fuera de los procesos de selección.
Los candidatos, eligen “transformar” la realidad en sus capacidades, edad, formación académica, experiencia profesional, etc.
Tiene que quedar claro que este tipo de prácticas no ayuda porque, tarde o temprano, todo se descubre, incluso una vez superado el proceso de selección. Será entonces cuando tocará demostrar la realidad que habéis vendido y que defendéis con argumentos orales en una entrevista de trabajo.
Tenéis que asumir vuestra realidad y estar orgullosos de la misma porque el que os contrate tiene que hacerlo por lo que realmente sois y no por lo que queréis aparentar ser.
La edad suele condicionar a veces. Pero de nada sirve mentir, decir que se tiene 30 años cuando en realidad se tienen 40 años. Contra la edad no se puede ir; nuestra apariencia muestra, año arriba año abajo, nuestra edad verdadera. La edad está ahí, pero no la veáis como algo negativo. Seguro que podéis aportar más experiencia. Esta mentira es muy fácil de comprobar solicitando el carné de identidad.
Con respecto a los estudios, el mentir sobre el centro en el que se curso el mismo es muy habitual. ¿Qué se saca con ello? Tampoco mucho. A la hora de la verdad, el cursarlo en un centro u otro es indiferente y lo que realmente importa es tener la titulación correspondiente que certifique que se acabaron los estudios. Igualmente el indicar que se tienen determinados estudios cuando no es así es una pérdida de tiempo porque en muchas empresas, en caso de que superéis el proceso de selección os van a solicitar una copia de todos vuestros títulos académicos para certificar la veracidad de los datos. Es más, cada vez es más habitual que se soliciten llevarlos en las fases previas de los procesos para comprobar y prevenir la mentira fácil.
También se suele mentir al indicar que se tienen determinadas capacidades y conocimientos que son fácilmente comprobables con una prueba práctica. En más de una ocasión, se han sacado los colores a más de un candidato que aseguraba dominar el idioma inglés cuando no era capaz de balbucear cuatro palabras seguidas en spanglish, o que decía ser experto en un lenguaje de programación o base de datos cuando en realidad sus conocimientos eran básicos.
Cuando se descubren las mentiras, automáticamente, el candidato queda fuera del proceso. Ese candidato causa una mala imagen que incluso le resta puntos para futuros procesos, puesto que muchas empresas dejan reflejadas en sus bases de datos de candidatos entrevistados. Al mentir tenéis que ser conscientes de este riesgo que corréis.
Cada vez más, tenéis que saberos vender mejor para no pasar desapercibidos entre tantos candidatos que pasan por delante de los seleccionadores de personal.
Siempre se ha dicho que maquillar el currículum o exagerar un poco alguna de las cosas que indicáis, no suele ser una falta grave. Siempre y cuando, sepáis defenderlo en la entrevista y pudiéndolo demostrar con hechos. Pero volvemos a lo mismo. La mentira, mentira es. Una entrevista se hace para conoceros mejor. Si lo que conocemos es una mentira, estaremos conociendo a otro, no a ti.
Entre este tipo de maquillaje, por ejemplo, se suele indicar que un período de prácticas fue realmente una experiencia profesional; no es una gran mentira. Al fin y al cabo, a parte de estar aprendiendo unas tareas, también habéis estado desempeñando un puesto de trabajo. Igualmente hay muchos candidatos que incluyen en el período total de experiencia profesional en un trabajo los meses que estuvieron previamente de prácticas sin diferenciarlos. Lógicamente esto es exagerar un poco pero tenéis la experiencia y la podéis acreditar.
Hay quienes, al comenzar su primera experiencia profesional, comienzan un proceso de aprendizaje y hay otros que ya lo tienen o incluso que tienen experiencia porque han realizado prácticas en otras compañías. Así que no estáis más que maquillando la verdad.
También se suele cambiar el nombre del puesto ocupado por un puesto mejor: por ejemplo, algunos candidatos en vez de indicar que ocupaban un puesto de cajero ponen que estaban de responsable de cajas, siendo la realidad que el responsable era el dueño del negocio sin embargo tú eras el único cajero en tu turno así que en realidad era engalanar un poco más vuestra trayectoria profesional en ese trabajo.
Eso sí, lo que ponéis en vuestro currículum lo tenéis que mantener en la entrevista de trabajo y estar totalmente convencidos de ello porque si dudáis o indicáis otra cosa distinta generáis la duda en el entrevistador y, aunque no sea una mentira, sí que es pillaros en un renuncio y esto no os dejará fuera del proceso pero os hará bajar puntos de cara a conseguir el puesto.
Todo el mundo exagera alguna cosa de su trayectoria académica o profesional para causar mejor imagen a los entrevistadores y conseguir llamar la atención. Sin embargo, ¿quién no ha exagerado u ocultado alguna cosa para agradar o llevarse el gato al agua? Hay veces que determinados candidatos omiten reflejar alguna cosa en su perfil y en caso de que el entrevistador pregunte sobre alguna parte incompleta que vean de su historial, procederán a contarlo porque no lo van publicando pero tampoco lo ocultan si les preguntan por ello. En estos casos, se puede aducir que no lo indicaban porque habían puesto lo más significativo con relación al perfil profesional requerido para ese puesto de trabajo concreto. ¿Esto es mentir? Personalmente, creo que no.
Otros profesionales de los recursos humanos piensan que sí pero a estas personas yo les lanzo otra pregunta ¿contáis vosotros todas las realidades del puesto o de la compañía? Seguro que la respuesta es un no rotundo. Si para determinado puesto necesario para un departamento hay problemas internos entre sus miembros, lo vais a omitir para no generar una mala imagen en los candidatos que os interesen, ya que puede hacerles echarse atrás. Igualmente, si la empresa atraviesa malos momentos a nivel organizativo, económico, de clientes o de ambiente de trabajo, lo vais a omitir por evitar espantar a los candidatos porque ellos no conocen toda la realidad. Una vez seleccionados, cuando ya formen parte de vuestra compañía, ya procederéis a dar las oportunas explicaciones, pudiendo aportarles toda la información. Esto en el sentido estricto, también sería mentir, si nos ponemos puristas.
Muchas compañías, a la hora de indicar el número de clientes, proyectos, empleados, etc. exageran un poco, indicando más de lo que en realidad es; así, se da una imagen más impactante para los potenciales candidatos. Si consideramos las exageraciones mentiras para los candidatos también esto lo es para las empresas.
Mentir no os beneficia y os va a cerrar puertas. No podéis inventaros las realidades que después pueden requerir ser demostradas. No olvidemos tampoco que, aun habiendo pasado la prueba de selección, todo se descubrirá una vez incorporados al puesto de trabajo y normalmente, se puede prescindir de un candidato durante el período de prueba.
Cada vez más las empresas están incorporando herramientas tecnológicas que ya existen en el mercado y que desenmascaran estas mentiras con grandes cotas de fiabilidad. Los porcentajes de éxito son mucho más altos que si el que tiene que desenmascarar al mentiroso es el entrevistador de personal porque en el 100% de los casos sólo lo consigue descubrir en el 35% de ellos por fiarse a veces de cosas que son fácilmente comprobables.
Si realmente queréis tener determinado perfil o requisitos específicos lo que tenéis que hacer es prepararos para conseguirlo y hacer que sea un realidad.
Personalmente creo que hay una gran diferencia entre mentir y exagerar o maquillar determinados aspectos de vuestros perfiles profesionales. No soy defensor de ninguna de estas prácticas, pero bien es cierto, que valoro negativamente la mentira, frente a la exageración.
5 comentarios:
Estoy completamente de acuerdo contigo, mentir en el CV no tiene ningún sentido, cada uno tienen que estar orgulloso con lo que ha hecho, y si no lo está debe tratar de trabajar para lograr es CV del que estaría orgulloso.
Como tú bien dices decir las cosas de una forma más positiva no implica mentir. Yo cuando empecé a buscar trabajo consideraba que las prácticas eran una experiencia laboral, porque realmente lo son, es la primera toma de contacto con la realidad en este ámbito. Eso sí, luego no se me ocurriría decir que domino por ejemplo el Ruso porque no sé ni papa.
Como bien dices, también las empresas tienen que ser coherentes y no vender una imagen que luego no se ajusta a la realidad puesto que ésto acabará volviéndose en su contra ya que los candidatos se habrán hecho una idea diferente a la realidad y pueden acabar decepcionados
Hola JAM,
Gracias por pasarte por aquí.
En efecto, las cosas son como son y si no nos gustan tenemos que seguir el camino adecuado para cambiarlas hacia lo que nos gustaría. No podemos vivir en una realidad paralela.
Otra cosa es enfocar nuestra trayectoria de una forma más positiva para llamar la atención de los entrevistadores. Esto no es mentir sino enfocarlo de una forma adecuada como lo que indicas de las prácticas.
Luego esto que comentamos también se lo tienen que aplicar las compañías a la hora de vender el puesto y la compañía. Tienen que contar las cosas como son y no como a los candidatos les gustaría que fuesen porque tarde o temprano lo van a descubrir si se incorporan a la misma.
Ambas partes debemos ser coherentes con nosotros mismos y no pretender engañar a nadie porque acabaremos en un callejón sin salida.
Saludos,
Creo que todo el proceso de selección está trastornado, no sólo las mentiras de los candidatos sino las de todos los involucrados en el mismo... Además de eso, los candidatos no se están tomando el tiempo de realizar ellos mismos una selección de oportunidades al buscar trabajo y se dedican a enviar sus CV a diestra y siniestra a ver “quién los llama”, en una especie de ruleta sin sentido que a la final no trae resultados positivos para ninguna de las partes.
Un buen maquillaje requiere de sentido común y algo de inteligencia, es por eso que colocar mentiras resulta más fácil.
SM
Hola SM,
En efecto los procesos de selección en si se han vuelto locos por ambas partes confundiendo las cosas. Los candidatos no proceden a estudiar en detalle las ofertas en las que encajan mejor sino que envían en masa CV sin adaptarlos a las especificaciones de cada oferta esperando que así les llamen. Esto no es buscar empleo.
Lógicamente el maquillaje requiere de tiempo de práctica para que no se note y hay que ser hábil usando como bien dices el sentido común y la inteligencia para que no se note porque se enfoca de forma adecuada.
La mentira cuesta menos tiempo y es algo mucho más fácil de hacer.
Saludos,
Buenas,
después de leer el artículo me viene a la cabeza una pregunta para vosotros.
Os cuento así por encima: En la empresa donde estoy trabajando hay un chico que estudió una formación profesional de grado medio en Gestión y Administración de empresas pero que no la ha terminado (tiene todos los módulos aprobados pero le faltan las prácticas en empresa). Desde hace unas semanas está trabajando con nosotros y me ha comentado que le había puesto categoría de técnico en gestion y admon de empresas porque había mentido en su CV. Aquí es donde pregunto ¿no se darán cuenta cuando lleven el contrato a la tesoreria de la seguridad social de que ha mentido? o ¿qué le puede pasar si un día llega a los oidos de la empresa que no tiene la fp aprobada?
A ver si alguien me puede sacar de esta duda.
Un saludo.
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