¿Quién no ha sentido miedo en alguna ocasión? Pues podría afirmar, sin equivocarme, que todos, en mayor o menor medida, lo hemos tenido.
Hay situaciones que no podemos controlar y con las que tenemos que acostumbrarnos a vivir; otras que tenemos que tener presentes como posibles: un terremoto, inundaciones, huracanes, etc.; provocados por las fuerzas de la naturaleza y que no se pueden predecir con antelación para evitar sus consecuencias.
Quizás un miedo que tiene mucha intensidad en todos es el miedo a la muerte, a las enfermedades, etc. Cualquier persona está expuesta a ellos, así que tendremos que saber que es posible que nos ocurra algo de esto y acostumbrarnos a vivir con ello como algo más de nuestra existencia.
A este tipo de cosas hay que tenerle respeto pero nunca miedo porque no nos lleva a nada más que a padecer una angustia que nos paraliza y que no nos permite avanzar, dejándonos en punto muerto, sin solución.
Desgraciadamente, en la vida hay que ir hacia delante, decidiendo cosas y seguir nuestro camino superando los obstáculos que surjan en el trayecto. De nada va a servir dar vueltas a las cosas; la angustia y el pánico que nos producen nos limitan y hacen que nuestra vida sea una fotografía estática sin cambio, lo que provoca que nos estanquemos y acostumbremos a vivir en un amargamiento que nos marchitará hasta dejarnos sin vida propia.
También se suele tener miedo a otro tipo de cosas previsibles y que tienen solución, siempre que se la queramos encontrar. Por ejemplo, muchas personas tienen miedo de otros que les coaccionan, amenazan, etc.; para que aquellos hagan los que estos quieren. Este tipo de actitudes se extienden entre la familia, el mundo laboral, las amistades…
Este tipo de manipulación no es permisible. En caso de sufrir este tipo de actitudes, lo peor es aislarse y llevarlo uno solo, que permitirá que quien esté presionando, siga haciéndolo sin reparos. Las personas no pueden ser anuladas por otros, para amoldarse a sus necesidades.
Es necesario reaccionar y hacer lo que uno quiere, independientemente de que a los demás les parezca bien o mal. Cada uno puede hacer lo que quiera en su vida siempre y cuando, sus acciones no ocasionen daños o perjuicios a terceros.
Para plantar cara a estas personas que en algún ámbito limitan vuestra capacidad de decisión o libertad es cuestión de creer en uno mismo y cambiar la estrategia seguida hasta ahora. Para ello, habrá que ser asertivo al 100%, expresando tus pensamientos para combatir a este tipo de personas agresivas y amenazantes que, en el fondo, son unos cobardes. Verán que no pueden con vosotros y esto servirá de ejemplo a otras personas que también sufran semejante abuso.
La pasividad no es buena. Os llevará a vivir con ello como un mal necesario diciendo que podría ser peor y verlo como algo habitual de vuestras vidas.
Para salir de esta situación de presión, habrá que analizar por qué se producen estas situaciones. Normalmente, será por que os ven débiles y son conscientes de que consiguen lo que buscan que es acobardaros hasta tal punto en que minen vuestra personalidad y autoestima para que veáis como la única salida la sumisión a sus fines. Esto es un error porque a costa de hacer lo que ellos quieran para que les tengáis contentos, será el principio de vuestro calvario. Cuanto más os dejéis controlar, más os costará salir de ese pozo.
También os ayudara el abriros al mundo y contar vuestro problema para sacarlo a la luz. Las personas que consiguen las cosas mediante la amenaza o la coacción usando como herramienta la agresividad, se escudan en el anonimato y se valen de eso aparentando lo que no son de cara al exterior.
La valentía es aquello que nos sale a todos de muy adentro, haciendo que reaccionemos ante situaciones injustas que vivimos y que en un momento nos han podido producir miedo hasta paralizarnos. Reaccionamos independientemente de las consecuencias que nos pueda producir la misma porque por encima de ellas, está nuestra libertad y capacidad de decisión. Por ejemplo, no sería ser valiente el actuar de determinada manera para evitar determinadas cosas porque eso más bien es amoldarse para no salir malparados a pesar de que no sea lo que más nos conviene.
La actitud que adoptéis es muy importante para vencer el miedo a este tipo de cosas. Siempre debéis ver salida a las cosas. Luego es fundamental que sepáis verle solución a las cosas teniendo capacidad de adaptación y superación de cualquier tipo de dificultades. Lo peor que podéis hacer es tirar la toalla y asumir o aceptar algo como un mal necesario porque no os encontráis con fuerzas. Pensad que la solución está en vosotros. Todo es mental dependiendo de lo emocionalmente fuertes que seáis. No olvidéis que vosotros debéis ser los que controléis a vuestra mente y no ella a vosotros. Todos tenemos la capacidad de saber discernir lo bueno de lo malo de forma objetiva; otra cosa es que, por determinadas circunstancias subjetivas, lo cambiemos porque nos interese, para evitarnos problemas.
El miedo no beneficia porque manipula vuestras vidas, haciendo que las controle. Así, viviréis con la angustia como única compañera de viaje que hará que la duda os invada sin ir a ningún lado, dando vueltas siempre a vuestros miedos, sin conseguir ver la salida.
Así, habrá que ser realista, alejarnos del pesimismo o cuidar con el optimismo exacerbado. Está claro que a determinadas cosas siempre hay que tenerle respeto, analizando los posibles riesgos para minimizarlos y optar por la mejor opción que nos permita hacer nuestro propio recorrido a nuestro ritmo. El miedo, por el contrario, nos para en seco haciendo que desaparezcan todas las alternativas porque ninguna, tras ser analizadas, son superiores a los temores producidos por nuestro miedo y optamos por quedarnos inertes.
Así que por favor aquellos que viváis este tipo de situaciones, tendréis que enfrentaros a las mismas, a pesar de que no sea fácil y de que la solución esté lejos. Es mejor arriesgarse que resignarse a permitir que otros os controlen a su merced.
Hay situaciones que no podemos controlar y con las que tenemos que acostumbrarnos a vivir; otras que tenemos que tener presentes como posibles: un terremoto, inundaciones, huracanes, etc.; provocados por las fuerzas de la naturaleza y que no se pueden predecir con antelación para evitar sus consecuencias.
Quizás un miedo que tiene mucha intensidad en todos es el miedo a la muerte, a las enfermedades, etc. Cualquier persona está expuesta a ellos, así que tendremos que saber que es posible que nos ocurra algo de esto y acostumbrarnos a vivir con ello como algo más de nuestra existencia.
A este tipo de cosas hay que tenerle respeto pero nunca miedo porque no nos lleva a nada más que a padecer una angustia que nos paraliza y que no nos permite avanzar, dejándonos en punto muerto, sin solución.
Desgraciadamente, en la vida hay que ir hacia delante, decidiendo cosas y seguir nuestro camino superando los obstáculos que surjan en el trayecto. De nada va a servir dar vueltas a las cosas; la angustia y el pánico que nos producen nos limitan y hacen que nuestra vida sea una fotografía estática sin cambio, lo que provoca que nos estanquemos y acostumbremos a vivir en un amargamiento que nos marchitará hasta dejarnos sin vida propia.
También se suele tener miedo a otro tipo de cosas previsibles y que tienen solución, siempre que se la queramos encontrar. Por ejemplo, muchas personas tienen miedo de otros que les coaccionan, amenazan, etc.; para que aquellos hagan los que estos quieren. Este tipo de actitudes se extienden entre la familia, el mundo laboral, las amistades…
Este tipo de manipulación no es permisible. En caso de sufrir este tipo de actitudes, lo peor es aislarse y llevarlo uno solo, que permitirá que quien esté presionando, siga haciéndolo sin reparos. Las personas no pueden ser anuladas por otros, para amoldarse a sus necesidades.
Es necesario reaccionar y hacer lo que uno quiere, independientemente de que a los demás les parezca bien o mal. Cada uno puede hacer lo que quiera en su vida siempre y cuando, sus acciones no ocasionen daños o perjuicios a terceros.
Para plantar cara a estas personas que en algún ámbito limitan vuestra capacidad de decisión o libertad es cuestión de creer en uno mismo y cambiar la estrategia seguida hasta ahora. Para ello, habrá que ser asertivo al 100%, expresando tus pensamientos para combatir a este tipo de personas agresivas y amenazantes que, en el fondo, son unos cobardes. Verán que no pueden con vosotros y esto servirá de ejemplo a otras personas que también sufran semejante abuso.
La pasividad no es buena. Os llevará a vivir con ello como un mal necesario diciendo que podría ser peor y verlo como algo habitual de vuestras vidas.
Para salir de esta situación de presión, habrá que analizar por qué se producen estas situaciones. Normalmente, será por que os ven débiles y son conscientes de que consiguen lo que buscan que es acobardaros hasta tal punto en que minen vuestra personalidad y autoestima para que veáis como la única salida la sumisión a sus fines. Esto es un error porque a costa de hacer lo que ellos quieran para que les tengáis contentos, será el principio de vuestro calvario. Cuanto más os dejéis controlar, más os costará salir de ese pozo.
También os ayudara el abriros al mundo y contar vuestro problema para sacarlo a la luz. Las personas que consiguen las cosas mediante la amenaza o la coacción usando como herramienta la agresividad, se escudan en el anonimato y se valen de eso aparentando lo que no son de cara al exterior.
La valentía es aquello que nos sale a todos de muy adentro, haciendo que reaccionemos ante situaciones injustas que vivimos y que en un momento nos han podido producir miedo hasta paralizarnos. Reaccionamos independientemente de las consecuencias que nos pueda producir la misma porque por encima de ellas, está nuestra libertad y capacidad de decisión. Por ejemplo, no sería ser valiente el actuar de determinada manera para evitar determinadas cosas porque eso más bien es amoldarse para no salir malparados a pesar de que no sea lo que más nos conviene.
La actitud que adoptéis es muy importante para vencer el miedo a este tipo de cosas. Siempre debéis ver salida a las cosas. Luego es fundamental que sepáis verle solución a las cosas teniendo capacidad de adaptación y superación de cualquier tipo de dificultades. Lo peor que podéis hacer es tirar la toalla y asumir o aceptar algo como un mal necesario porque no os encontráis con fuerzas. Pensad que la solución está en vosotros. Todo es mental dependiendo de lo emocionalmente fuertes que seáis. No olvidéis que vosotros debéis ser los que controléis a vuestra mente y no ella a vosotros. Todos tenemos la capacidad de saber discernir lo bueno de lo malo de forma objetiva; otra cosa es que, por determinadas circunstancias subjetivas, lo cambiemos porque nos interese, para evitarnos problemas.
El miedo no beneficia porque manipula vuestras vidas, haciendo que las controle. Así, viviréis con la angustia como única compañera de viaje que hará que la duda os invada sin ir a ningún lado, dando vueltas siempre a vuestros miedos, sin conseguir ver la salida.
Así, habrá que ser realista, alejarnos del pesimismo o cuidar con el optimismo exacerbado. Está claro que a determinadas cosas siempre hay que tenerle respeto, analizando los posibles riesgos para minimizarlos y optar por la mejor opción que nos permita hacer nuestro propio recorrido a nuestro ritmo. El miedo, por el contrario, nos para en seco haciendo que desaparezcan todas las alternativas porque ninguna, tras ser analizadas, son superiores a los temores producidos por nuestro miedo y optamos por quedarnos inertes.
Así que por favor aquellos que viváis este tipo de situaciones, tendréis que enfrentaros a las mismas, a pesar de que no sea fácil y de que la solución esté lejos. Es mejor arriesgarse que resignarse a permitir que otros os controlen a su merced.
6 comentarios:
Me ha gustado mucho el post. Creo que lo que dices de no paralizarnos por el miedo y hacer frente a las situaciones que nos asustan no sólo es la mejor solución sino también la que a la larga tiene más probabilidades de éxito.
JM
Una pequeño "truco" para superar el miedo.
Tienes miedo a algo? Analiza mentalmente que es lo peor que te puede pasar....desarrollalo y escribelo si quieres...
Ahora analiza como estas realmente y "tia p'alante".
Muchas veces solo con eso sirve para superar ese miedo. Mucha gente al tener que hacer presentaciones o hablar en publico usa estas pequeñas tecnicas que dan buen resultado.
Me ha gustado mucho tu articulo
Un saludo
Gorka Murcia
Hola JM,
En efecto, el miedo inicialmente nos paraliza a todos, sin embargo, hay que saber arrancar para reaccionar adecuadamente. Y tirar para delante haciendo frente a lo que tenga que venir, porque de esta manera lo canalizamos de una forma positiva, que hará que podamos con la situación.
Saludos,
Hola Gorka,
Hay que buscar pequeñas tácticas que nos sirvan a cada uno de nosotros para reaccionar.
Esta que comentas esta muy bien, analizar que nos produce miedo y ver todo que nos puede ocurrir tanto si nos paralizamos como si avanzamos y estos nos ayudara a ver la realidad.
Hay que saber afrontar las cosas por uno mismo a nuestra manera.
Saludos,
El miedo para mi es ignorancia, tanto a los desconoccido como a lo que no queremos conocer y cuidado pues el miedo a la incertidumbre se convierte en odio y frustración y es el más aplicable a una situación laboral.
SM
Hola SM,
Estoy de acuerdo contigo en que los miedos son por ignorancia y desconocimiento de la realidad de cada situación. Debemos dejar a un lado las películas internas que nos podamos montar cada uno y afrontar las cosas.
El no canalizar bien nuestras emociones no hace frustrarnos y como bien dices amargarnos estando cabreados con el mundo entero sin razón alguna.
Saludos,
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