La planificación en la formación es inevitable para conseguir el éxito. Pero la planificación no lo es todo. Hay que ir más allá y prestar especial atención a la metodología concreta a la hora de poner en marcha cada acción formativa específica.
Hay veces que se pasan por alto cosas muy importantes y luego la acción formativa es un fracaso absoluto. Por ejemplo, toda acción formativa tiene que tener un fin; para alcanzarlo, habrá que haber establecido unos objetivos.
Si las acciones formativas se diseñan sin un fin, carecen de lo esencial que no es buscar una razón que motive impartir esa acción, sino la necesidad real de conseguir alcanzar algo. Es decir, las cosas han de hacerse con una meta; no se hacen porque sí.
Hay veces que se pasan por alto cosas muy importantes y luego la acción formativa es un fracaso absoluto. Por ejemplo, toda acción formativa tiene que tener un fin; para alcanzarlo, habrá que haber establecido unos objetivos.
Si las acciones formativas se diseñan sin un fin, carecen de lo esencial que no es buscar una razón que motive impartir esa acción, sino la necesidad real de conseguir alcanzar algo. Es decir, las cosas han de hacerse con una meta; no se hacen porque sí.
Cada objetivo tiene que tener unos puntos que ayuden a alcanzarlo en un plazo determinado. Imaginemos por ejemplo que el objetivo de una acción formativa concreta es “aprender a comunicarnos en público”; deberemos establecer unos puntos que nos ayuden a alcanzar estos objetivos como: perder el miedo al publico, conocernos a nosotros mismos, tener claros los puntos a transmitir, etc.
Para conseguir alcanzar un objetivo de una acción formativa hay que ir paso a paso porque todo tiene un proceso lógico que no podemos cambiar.
Todos los objetivos tienen que estar interrelacionados entre si; todos tienen en común perseguir la misma finalidad.
Además, habrá que prestar atención al título que vayáis a poner a la acción formativa concreta ya que tiene que ser claro y conciso. Debe transmitir por si mismo la finalidad que persigue. Hay veces que nos encontramos con títulos de acciones formativas larguisimos que no nos dicen nada por si.
Debéis atraer la atención de las personas que van buscando formación y el primer gancho es el título de la misma para posteriormente proceder a prestar atención a la programación específica.
Sino se consigue llamar la atención del público objetivo, la acción formativa tendrá que ser cancelada por no llegar al número mínimo de inscritos. En este caso, habrá que buscar el motivo de esto. Puede ser por varias razones:
- Que los anteriores alumnos que lo cursaron no cumplieron sus expectativas y no lo recomiendan. No olvidemos que a la hora de elegir determinada acción formativa lo que más nos impulsa a cursarla son las referencias de nuestro círculo cercano.
- La definición del programa no está clara y los objetivos a alcanzar no se corresponden con lo que se vaya a impartir en esa acción formativa.
- La materia a impartir carece de interés para los potenciales alumnos. Por eso, antes de poner en marcha una acción formativa, se deberá tener claro cuál es el público al que va dirigido. En función de esto, la finalidad y los objetivos tienen que cambiar. La forma de plantear una acción formativa, los contenidos a dar dependen en gran medida del tipo de asistentes.
Para conseguir alcanzar un objetivo de una acción formativa hay que ir paso a paso porque todo tiene un proceso lógico que no podemos cambiar.
Todos los objetivos tienen que estar interrelacionados entre si; todos tienen en común perseguir la misma finalidad.
Además, habrá que prestar atención al título que vayáis a poner a la acción formativa concreta ya que tiene que ser claro y conciso. Debe transmitir por si mismo la finalidad que persigue. Hay veces que nos encontramos con títulos de acciones formativas larguisimos que no nos dicen nada por si.
Debéis atraer la atención de las personas que van buscando formación y el primer gancho es el título de la misma para posteriormente proceder a prestar atención a la programación específica.
Sino se consigue llamar la atención del público objetivo, la acción formativa tendrá que ser cancelada por no llegar al número mínimo de inscritos. En este caso, habrá que buscar el motivo de esto. Puede ser por varias razones:
- Que los anteriores alumnos que lo cursaron no cumplieron sus expectativas y no lo recomiendan. No olvidemos que a la hora de elegir determinada acción formativa lo que más nos impulsa a cursarla son las referencias de nuestro círculo cercano.
- La definición del programa no está clara y los objetivos a alcanzar no se corresponden con lo que se vaya a impartir en esa acción formativa.
- La materia a impartir carece de interés para los potenciales alumnos. Por eso, antes de poner en marcha una acción formativa, se deberá tener claro cuál es el público al que va dirigido. En función de esto, la finalidad y los objetivos tienen que cambiar. La forma de plantear una acción formativa, los contenidos a dar dependen en gran medida del tipo de asistentes.
No es lo mismo tener un grupo de adolescentes, que a un grupo de la tercera edad, por poner un ejemplo. A nivel de empresa, y según para qué tipo de formación, no será lo mismo tener un grupo de personas que llevan en nuestra organización un largo tiempo que recién incorporados.
- Planear una formación sin tener en cuenta las necesidades. Habrá que escuchar a las personas que están con necesidades formativas para poder adaptarnos a ellos y cumplir sus expectativas. A veces, se tendrá que hacer un gran esfuerzo porque las personas quieran algo pero no sepan transmitirlo; se tendrá que saber interpretar sus palabras. Las personas que buscan formación van muy perdidas a la hora de elegir una u otra acción de los diversos centros.
Sería recomendable no pasar por alto que las personas encargadas de diseñar acciones formativas tendrán que verlas atractivas para ellos mismos antes de ponerlas en marcha para otros.
Como conclusión final hay que tener claro que toda acción formativa por muy pequeña que sea, tiene que tener una finalidad y unos objetivos que conseguir. La formación no consiste en soltar “el rollo”. Los asistentes van a dedicar un tiempo preciado (incluso su dinero) en asistir porque ven en la formación una oportunidad de ampliación de conocimiento que les llevará a una mejora personal o profesional.
Por lo tanto, tenéis la responsabilidad de cumplir sus expectativas formativas porque han confiado en vosotros. Si no lo hacéis estaréis demostrando que el trabajo previo no fue bueno.
- Planear una formación sin tener en cuenta las necesidades. Habrá que escuchar a las personas que están con necesidades formativas para poder adaptarnos a ellos y cumplir sus expectativas. A veces, se tendrá que hacer un gran esfuerzo porque las personas quieran algo pero no sepan transmitirlo; se tendrá que saber interpretar sus palabras. Las personas que buscan formación van muy perdidas a la hora de elegir una u otra acción de los diversos centros.
Sería recomendable no pasar por alto que las personas encargadas de diseñar acciones formativas tendrán que verlas atractivas para ellos mismos antes de ponerlas en marcha para otros.
Como conclusión final hay que tener claro que toda acción formativa por muy pequeña que sea, tiene que tener una finalidad y unos objetivos que conseguir. La formación no consiste en soltar “el rollo”. Los asistentes van a dedicar un tiempo preciado (incluso su dinero) en asistir porque ven en la formación una oportunidad de ampliación de conocimiento que les llevará a una mejora personal o profesional.
Por lo tanto, tenéis la responsabilidad de cumplir sus expectativas formativas porque han confiado en vosotros. Si no lo hacéis estaréis demostrando que el trabajo previo no fue bueno.
6 comentarios:
Pienso que los objetivos hay que enfocarlos también desde el lado de los empleados que aprovecharán la formación y la empresa dentro de los objetivos que propones recordar también ha de saber cuáles son los objetivos que los asistentes van a perseguir al iniciar y finalizar la formación, es importante involucralos en este sentido.
SM
Hola SM,
Por supuesto, los objetivos de los asistentes a la formación son importantes y tienen que ser afines a los de la formación en si.
La involucración de los asistentes es fundamental. Adaptándonos dentro de lo posible a sus objetivos va a ayudar bastante.
Saludos,
Como docente (o futura docente, jeje) no puedo estar más de acuerdo contigo en la importancia de la definición de objetivos y de la adaptación de los mismos :)
Un saludo!
Hola Suki,
En efecto tú la sabrás mejor que nadie.
Es muy importante la definición y adaptación de los objetivos de las acciones formativas. Sin objetivos claros no tenemos nada.
Saludos,
Definitivamente sin objetivos, no sabremos hacia donde iremos en nuestras vidas, y sólo iremos como vagabundos, así que hay que trazarlos siendo realistas y conscientes al elegirlos. Y claro no querer cumplir todos al mismo tiempo pues creo si lo hacemos de esa manera no los cumpliremos al 100 por cierto, todo a su tiempo. Saludos!!!
Hola Lucy,
Los objetivos son fundamentales para alcanzar cualquier meta. Debemos organizarnos y priorizar porque no se puede alcanzar todo a la vez. No podemos pretender correr antes de comenzar a caminar.
Es cuestión de ser metódicos.
Saludos,
Publicar un comentario