viernes, 4 de abril de 2008

CREER EN UNO MISMO

Todos en esta vida tenéis sueños que queréis alcanzar con respecto a vuestro futuro profesional. El alcanzarlos o no va a depender al 100% de vosotros mismos. Tenéis que creer en vosotros mismos y sacar fuerzas de donde sea a pesar de las dificultades que os encontréis en el camino hacia vuestros sueños.

Desde muy pequeña, una niña tenia plena ilusión por lograr su sueño, de ser una gran bailarina de ballet, para ello se preparó a conciencia contando con el apoyo de su familia. Un buen día, cuando era una adolescente, se presento a las pruebas para conseguir una de las plazas vacantes de bailarina en, El Houston Ballet, una de las compañías de danza más prestigiosas de América.

Aun le quedaba mucho camino por recorrer, sin embargo, llevaba muchos años de preparación y tenia una gran técnica. Así que saco pecho y realizo la prueba con todas sus fuerzas. Al finalizar la audición el director de esta compañía le dijo que jamás llegaría a ser una bailarina de primera fila.

La joven muchacha tras salir de la prueba estaba desolada y hundida sin que hubiese consuelo para ella.

Tras mucho meditarlo decidió que lo mejor era abandonar su carrera como bailarina y dedicarse a otras cosas. A pesar de su decisión las personas de su círculo más cercano intentaron hacerle cambiar de opinión sin conseguirlo.

Pasaron los años y la joven se convirtió en adulta dedicando su vida a otras actividades profesionales. Un buen día, paseando por el centro de su ciudad con su marido e hijo, vio un cartel anunciando que El Houston Ballet, actuaba en su ciudad en próximas fechas.

Esto hizo revivir en su interior el gran cambio que supuso en su vida esa audición para esta compañía. No lo pensó dos veces y decidió comprar localidades para asistir a la función de la misma. Llego el día de la función y tras finalizar la actuación se armo de valor y fue a los camerinos en busca del director que un día trunco su sueño de ser bailarina.
Al encontrarse frente a el, le increpo, que por su dureza tras finalizar la audición, decidió dejar la carrera de baile.

El director le contesto pausadamente,
el día que tu hiciste la prueba otras 40 bailarinas también se presentaron a la prueba y a todas ellas tras finalizar la misma sabes que les dije "que jamás llegarían a ser bailarinas de primera fila".

La moraleja de esta historia, que se puede trasladar a cualquier ámbito, es que por muchas negativas que os podáis llevar en el camino hasta alcanzar vuestra metas, el llegar o no a cumplir con vuestros sueños, va a depender enteramente de vosotros. Si por una negativa o dificultad en el camino, tiráis la toalla, es que realmente no creéis en vosotros mismos ni en vuestros sueños.

No podéis permitir que nadie os haga renunciar a conseguir vuestros sueños profesionales.
Estas personas que os dan una negativa pueden estar equivocadas y a pesar de las dificultades tenéis que sacar fuerzas de donde sea para continuar.

Si os preparáis a conciencia, tenéis muchas fuerzas y creéis plenamente en vuestras posibilidades más tarde o temprano alcanzareis vuestros sueños. Por lo tanto antes de tirar por la borda muchos años de preparación y sacrificio pensároslo dos veces por que esta decisión os puede penar el resto de vuestras vidas.

No olvidéis que el peor enemigo de vosotros mismos sois vosotros mismos. Muchas veces el camino más fácil es rendirse sin pensar que os quedaba muy poco para llegar a vuestra meta.

Los ganadores no sois los primeros en llegar, sino aquellos, que a pesar de las dificultades llegáis con éxito a la meta, que no es otra, que conseguir vuestros sueños.

Por lo tanto no culpéis a terceras personas de las decisiones que tomáis vosotros mismos.

Tomad nota de la joven que no alcanzó su meta y la pregunta que le haríamos a ella contestarla vosotros mismos ¿Por qué no alcanzó su meta de ser una gran bailarina?

2 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

El poder de la palabra... esta misma tarde sentía que no podía llegar a más, que iba a tardar años y años en acabar la carrera, que iba a decepcionar a mi família, uff estos examenes... Pues bien, acabo de cambiar de opinión, no me rendiré aunque quieran hacerlo. No soy la tía más inteligente o lista del mundo, pero me merezco seguir luchando por mi sueño.