miércoles, 9 de abril de 2008

¿CÓMO SE DEBE PLANTEAR UN DESPIDO?

Ningún profesional de los recursos humanos, tiene como tarea preferida efectuar el despido de un trabajador de su compañía. Sin embargo, es parte de nuestro trabajo y hay que estar preparados para cuando os toque realizarlo.

Bajo mi punto de vista, lo primero que debéis hacer es recopilar toda la información de los motivos que hacen necesaria tomar la decisión de prescindir de los servicios de un trabajador. Para eso, deberéis hablar con los superiores de ese trabajador que son quienes finalmente toman la decisión, asesorados por RRHH. No olvidemos que los profesionales de recursos humanos simplemente ejecutámos la acción, que ha de venir justificada por unas razones demostrables.

Previamente al despido (salvo en casos muy concretos que justifican el despido inmediato como pillar a un trabajador robando en su puesto de trabajo) debe de producirse un toque de atención o amonestación al trabajador, por parte de su responsable ( a veces también del departamento de recursos humanos) para ver si de esta manera el empleado reacciona y cambia su comportamiento o actitud hacia el trabajo. No olvidéis que, mientras no se demuestre lo contrario, todos merecemos una segunda oportunidad.

Si pasado un periodo razonable tras dicha amonestación observáis que el trabajador continua igual que antes, sin haber cambiado a mejor, sin dudarlo, debéis proceder al despido a este tipo de trabajadores.

El siguiente paso es consultar la legislación vigente en materia laboral para que cumpláis con todos los requisitos necesarios y efectuar correctamente el tipo de despido que corresponda. Recordad que si cometéis defectos de forma, el despido puede volverse en vuestra contra; así que tenéis que prestar mucha atención a esto, porque hasta el más mínimo detalle cuenta.

Después tenéis, que coordinaros con los responsables del trabajador a despedir, para concretar el día exacto en que se va a llevar a cabo el mismo. El momento más propicio para llevarlo a cabo, es al principio o al final de la jornada de trabajo, para evitar que se forme demasiado revuelo alrededor de este tema. Por lo tanto, tenéis que ser discretos y reuniros con el interesado en una sala aislada.


Lo mejor es que lo citéis o que vayais a buscarle indicándole que tenéis que hablar con él individualmente. Una vez reunidos con el trabajador debéis de ir al grano y concretar sin rodeos cual es el motivo de la reunión. Es un momento tenso para él y para vosotros, así que irse por las ramas no os va a ayudar.

Luego, no hay que alargar más de la cuenta la reunión, que va a depender también de la reacción del afectado en función de que se lo pueda esperar o no, de que este de acuerdo o no, etc.

Debéis especificar las razones concretas que motivan esta decisión para que pueda conocerlas y dar su opinión. Otro aspecto importante, es que debéis escucharle, mientras reacciona a esta circunstancia que no es fácil y puede afrontarla de formas muy diversas en función de sus circunstancias, forma de ser, etc.
Ante todo, debéis ser comprensivos y tratar a las personas que acabáis de despedir con humanidad y tacto, porque, por muchos motivos que justifiquen el despido, es una circunstancia complicada, para la persona que se ve en ella. Y aunque no lo creáis la persona despedida lo agradece más de los os podéis pensar.

Otra cosa a considerar, es que debéis hacerlo con tiempo suficiente y no hacerlo en el último suspiro de la jornada, sin ningún tipo de consideración, porque antes que trabajador es persona y como tal tiene que ser tratado.

Tenéis que explicarle de forma comprensible para él, toda la documentación que se le entrega, aclarándole todas las dudas que pueda tener sobre su liquidación, etc.

Debéis ser considerados y flexibles, dentro de lo posible, con los trabajadores despedidos. Por ejemplo, hay que dejarle despedirse de sus compañeros con normalidad. También se le debe permitir recoger sus pertenencias con tranquilidad. Asegurarse de que devuelve todo el material propiedad de la empresa que estuviese en su poder. En caso de que tenga que acceder al sistema informático supervisarle para evitar que pueda dañar algún programa (dependiendo de cada caso).

No debéis sentiros culpables de la decisión, porque es parte de vuestro trabajo llevarla a efecto y vienen motivadas por circunstancias ajenas a vosotros. Posiblemente, la primera vez que debáis despedir a alguien, lo vais a pasar igual de mal que el afectado.

Personalmente considero, que independientemente de que el responsable del trabajador despedido, esté en la comunicación del despido o no, debe hablar personalmente con él, después de que el departamento de personal le informe del mismo. Es positivo para todas las partes.

También, es necesario hablar con el resto de los miembros del equipo del trabajador despedido, para evitar rumores infundados, que hagan que se alarmen innecesariamente.

Inicialmente, el trabajador despedido estará dolido, sin embargo, cuando pase el tiempo se acordara de la forma en que se llevó a cabo el despido y de cómo fue tratado durante el mismo. Así que si lo hicisteis de forma humana y profesional tendrá buenas palabras para vuestra organización.

Los trabajadores que vivan esta circunstancia tienen que intentar superarlo lo antes posible asumiendo su parte de culpa y aprendiendo de esta vivencia para no volver a cometer el mismo error.

10 comentarios:

TROMPAZOS dijo...

La verdad es que es todo un arte, y una asignatura pendiente de nuestras empresas. Saber despedir y llevar a cabo una desvinculación laboral de tal manera que los que dejan la empresa (que son muchos al cabo de los años) no guarden rencores ni odios es todo un reto que tienen las empresas. ¿Por qué se da tanta importancia al reclutamiento y selección, así como a la reputación corporativa y al cómo atraer el talento y no se cuida a los que dejan la empresa y son prescriptores de nuestra empresa?

Juan Martínez de Salinas dijo...

Tu pregunta plantea una gran verdad. Las empresas no se dan cuenta, que es igual de importante, la entrada, que la salida de las personas, de sus organizaciones. Parece que cuando un trabajador abandona su empresa por el motivo que sea ya no importa como se le trate.

No hay que olvidar, que en la reputación corporativa, influye de igual manera la opinión de la gente que continua y de la que no permanece ya en esa compañía.

Diría que es más crucial la de la gente que ya no esta porque aunque se hayan ido por la circunstancia que sea si se les trato con respeto y amabilidad en todo momento no podrá hablar mal de esa empresa con argumentos objetivos.

Ya va siendo hora de que las compañías tengan consciencia de esto.

Anónimo dijo...

Deberías hablar también del otro lado.
COmo perosna que fue despedida, trato de superar esta experiencia, trato de aprender de lo que hice mal.
Sieno que durante 3 meses me estban vigilando y evaluando todo lo que hacía mal pero nadie se molestó en decirme qué podía hacer para cambiarlo.
De donde recopilaron los datos?
La encargada de rrhh jamás estaba en mi lugar de trabajo?

El sentimiento de fracaso no se me va a borrar nunca.
Si hubiera recibido varias llamadas de atención y yo tuviera un mala actitud al respecto lo entendería, pero cuando no es así?? Cuando de repente me entero que hice todo mal así de la nada?

Creo que deberían ponerse del otro lado. Somos humanos y no máquinas.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Titi,

Gracias por participar.

En primer lugar comentarte que hay despidos que están mal planteados y realizados.

Cuando hay que efectuar un despido hay que indicar al afectado los motivos que motivan el mismo.

Además previamente a ejecutar el mismo se tiene que dar un par de avisos al trabajador involucrado indicándole que es lo que debe cambiar o mejorar y a partir de ahí ver si se produce el cambio esperado.

Por supuesto esta claro que hay que tratar a la persona como lo que es y no como un simple número más para las estadísticas de las empresas.

A los trabajadores muchas veces no os visitan los miembros de recursos humanos directamente para ver vuestra evolución, pero reciben informes periódicos de vuestros responsables en el que se nos informa. Después de esto es necesario por nuestra parte hacer un análisis exhaustivo para ver la veracidad de lo indicado en los mismos.

Esta claro que según comentas en tu despido no se hicieron las cosas bien.

Por otro lado tienes que plantearte que no todos los profesionales de recursos humanos somos iguales por muy difícil que te pueda parecer.

Saludos y mucho ánimo.

JP dijo...

Muchas gracias por los consejos, das en el clavo y, como dices, no es agradable, pero hay veces que hay que tirar de manual en situaciones desagradables.

Saludos,
JP
http://historias-de-jp.blogspot.com

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola JP,

Efectivamente este tipo de cosas nunca son fáciles, eso si, hay que hacerlas de forma profesional.

Saludos,

Anónimo dijo...

En mi caso, todos mis compañeros y clientes estaban muy satisfechos del trabajo. Era la primera en llegar y la última en irme, porcentajes de éxito arrolladores y sólo una pega, mi jefe y yo nunca nos llevamos bien por simple incompatibilidad de caracteres. Adicionalmente una compañera rival, estuvo dos haciendome la cama durante 2 meses, en una sutil mobbing del que informé a mi jefe sin que me hiciera el mínimo caso.

En caso es que un día cualquiera sin nada que lo hiciera rpesagiar me comunicaron mi despido, de la manera más inhumana y fría, no quisieron darme razones, me trataron con desdén, con desprecio, no me dieron ni las gracias por el trabjao realizado, no trataron de reconfortarme, no me dejaron ni despedirme de mis compañeros, y ni siquiera se despidieron cuando salí por la puerta.

Muy desagradable innecesario y estúpido. Malos gerentes que no saben ni comunicar un despido.

Yo no les guardo rencor, pero no puedo evitar estar muy deprimida por el trato recibido.

Afortunadamente pude quedar con mis compañeros que fueron todo lo cálidos y considerados que no fueron en la empresa.

Como mando intermedio, solo puedo decir que es un flaco favor para las empresas comportarse así, pues los que pierden son ellos.

JP dijo...

Se puede ser profesional y tener a la vez delicadeza. En cualquier caso requiere un entrenamiento, y muchas empresas tienen la gestión de rrhh distribuida con roles de gerente que gestionan personas pero que no saben comunicar el despido.

Saludos,
JP
http://historias-de-jp.blogspot.com

Juan Martínez de Salinas dijo...

Efectivamente a veces uno puede hacer bien su trabajo pero no congeniar con el jefe y esto nos puede traer problemas.

Además algunos compañeros en vez de ayudar por envidia se dedican a malmeter para así podernos quitar del medio para que no seamos competencia.

Aun si todos podemos ser objeto de un despido y ante esta situación se nos tiene que tratar como personas. Comunicándonos los motivos por los que se prescinde de nuestros servicios. Dejarte despedirte de tus compañeros y recoger tus pertenencias.

Como dices muchas veces los mandos intermedios son los encargados de efectuar los despidos y tienen de todo menos trato.

Esta claro que esto a la que menos favorece es a la organización que tiene a semejantes responsables de equipos.

Hay que prestar más atención al protocolo de salida de las organizaciones.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola JP,

Por supuesto la profesionalidad no tiene que estar reñida con la delicadeza a la hora de llevar a cabo determinadas tareas como esta.

A las personas encargadas de gestionar personas hay que formarles en como tratar todo este tipo de situaciones. Sin embargo lo principal a usar es el sentido común y esto no se da en ninguna formación.

Hay que darse cuenta que tratamos con personas.