domingo, 11 de noviembre de 2007

PROMESAS INCUMPLIDAS

Los departamentos de recursos humanos y los profesionales de cualquier organización encargados de gestionar personas, tenemos que tener mucho cuidado con lo que se promete o pacta con los diferentes profesionales para evitar malentendidos y decepciones que acaban en perjuicio para la empresa que representamos.

Es habitual que los encargados de seleccionar a los diferentes perfiles hacen más atractivo el puesto, las condiciones, etc, prometiendo mejoras en sus condiciones contractuales, subidas salariales en un corto/medio plazo de tiempo sin tener la certeza de que eso vaya a ser así. Solamente con la finalidad de que ciertos profesionales acepten venirse con su organización.

Esto es un grave error porque, tarde o temprano, estos profesionales se van a dar cuenta de la realidad de la organización de la que forman parte. Si alguien de la organización (recursos humanos, dirección, responsable directo, etc.) le ha prometido a un trabajador algo, pasado un tiempo, ese profesional lo va a reclamar o exigir. Normalmente, este tipo de promesas se hacen de forma verbal, por lo que el "De eso no me acuerdo" tiende a ser la tónica de respuesta cuando se reclaman aquellas promesas. Lo normal es que fuera la empresa la que tuviera claro aquello prometido.

Esto produce mucho malentendidos y decepciones por parte de muy buenos profesionales que no tienen que poner en duda las palabras de los representantes de la empresa que les indicaron esas condiciones o mejoras.

La que sale perdiendo, finalmente, es la organización que va a dar mala imagen y va a conseguir que esos trabajadores se marchen al sentirse engañados o que se queden con una mala experiencia que ya les va a pesar durante el tiempo que permanezcan con nosotros.

Por lo tanto aconsejo tener extrema prudencia a la hora de prometer, ya que lo que se promete hay que apuntarlo para estudiarlo y cumplirlo, si el rendimiento dado por el trabajador es el esperado.

Es preferible ser sincero y determinar que se estudiara más adelante cualquier petición concreta de una trabajador sino sabemos con certeza que se va a poder realizar.

Un buen profesional al indicar las condiciones a los nuevos empleados solo le tiene que dar aquella información veraz y segura en relación con sus funciones, condiciones, etc.

Esto es de vital importancia si queremos tener una credibilidad además de mantener una imagen seria y respetable.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Comparto totalmente ese planteamiento.
Partir de una mentira en una entrevista es infravalorar a la persona que tienes delante y la profesionalidad del selecciónador.
A estas alturas ya sabemos que lo que una persona quiere cuando acepta un trabajo no depende de lo qué en la organización le ofrezcan; al menos, no depende sólo de eso.
Existen múltiples factores y diversas circunstancias que hacen que la persona a la que entrevistamos diga "sí" o "no": el momento por el que pasa, su educación, nuestro aspecto, los problemas personales, la familia... No todo depende de la organización y de lo que de ella salga (sueldo, bonus, promociones, promesas...)
Es labor de los profesionales de RRHH tener en cuenta todos esos factores e intentar transmitir la información desde el respeto y hacia el respeto, sin miedo a perder talentos por el camino porque los talentos existen, pero tembién se crean.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Maider,

En primer lugar darte las gracias por tu aportación a mi artículo.

Efectivamente hay que tener en cuenta todos esos factores que mencionas y no olvidar que se esta representando a la empresa.

Saludos,

Juan Martínez