sábado, 24 de noviembre de 2007

CONFIDENCIALIDAD

Hay muchas profesiones que requieren gran dosis de confidencialidad y discreción por parte de las personas que se dedican a ellas. Y la nuestra es una de ellas.

La ley de protección de datos obliga a tratar y proteger de forma muy rigurosa a todas las empresas, los datos personales de sus empleados, clientes, etc. Por suerte, los ciudadanos en la actualidad conocemos nuestros derechos al respecto y podemos usar diferentes vías para hacerlo cumplir, a aquellas organizaciones poco acostumbradas a realizarlo.
A éstas, con suerte, se les sancionará y les hará recapacitar antes de volver a no proteger de forma adecuada los datos personales ajenos que obren en su poder.

De todas formas este no es el tema principal de mi artículo, ya que en otra ocasión ya entraré a tratar de lleno las diferentes leyes que nos amparan al respecto.

El tema principal, es que por mucha legislación que nos ampare/obligue al tratamiento, manejo y protección de forma adecuada, de los datos ajenos que son confidenciales, de poco sirve, si las personas que tienen que hacerlo cumplir de forma rigurosa (que no son otros que los trabajadores que tratan con esos datos por su profesión) no lo hacen, por darle poca importancia o porque no se paran a pensarlo.

Tendría que haber mucho más control por parte de las autoridades para exigir el cumplimiento de toda esta normativa no solo a las organizaciones (cosa que ya se hace) sino también que obligasen a las empresas a controlar y exigir a sus empleados ese mismo rigor a la hora de hacer los trabajos que conlleven manipulación de información confidencial.

A nivel de profesiones en las cuales se trata con datos e información confidencial, somos los trabajadores del área de recursos humanos que debemos tener presente dicha protección, debido a que tenemos acceso, por motivos laborales, a datos que tienen que permanecer guardados y que, por supuesto, no pueden ser comentados con otros compañeros de la empresa, me refiero a datos personales de todos los trabajadores (fechas nacimiento, dirección particular, etc.), remuneración de la plantilla, evaluaciones, informes personales, etc.


Es bastante común que compañeros de tu empresa, de forma muy sutil, te intentarán sonsacar información de este tipo; está claro que los buenos profesionales tienen que evitar entrar en ese juego peligroso que les puede causar muchos problemas. Antes de nada hay que platearse que este tipo de información solamente tiene que ser facilitada a las personas que cuenten con la oportuna autorización o que por motivos estrictamente profesional la necesiten, controlando en todo momento que hacen con ellos. Y la dirección tiene que marcar claramente quien puede ver qué datos.

Por otro lado debemos evitar generar cotilleos innecesarios antes de la comunicación oficial, por lo tanto aquella información que puedas conocer por tu cargo, no la debes comentar a ningún compañero por mucha confianza que nos genere, debido a que de esta forma hemos puesto en marcha la maquinaria que inevitablemente va a hacer conocer esa noticia a personas de la organización antes de que sea oficial.

Tenemos que ser muy discretos a la hora de tratar la información habitual de nuestro trabajo.
No se da una imagen profesional cuando esta información pasa a rumor por parte de alguno de los departamentos que tiene que ser discretos no solo en la teoría sino también en la práctica (recursos humanos, mandos intermedios, dirección).

Aquello que a nivel profesional que no se debe de filtrar no hay que contarlo a nadie por mucha confianza que puedas tener con el y mucho menos ponerle en cantar lanzando indirectas que generen curiosidad sobre cosas que pasaban desapercibidas hasta que abriste la boca.

Pido extremo rigor a los profesionales de los recursos humanos para que hagan su trabajo en este apartado de forma correcta, ya que es nuestra obligación proteger la confidencialidad de aquellos datos e información a la que tenemos acceso por nuestro cargo y por la confianza que se ha depositado en nosotros. Y también deberíamos hacer un llamamiento a los mandos intermedios que, por lo general, tienen un menor grado de "protección" de datos.

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