lunes, 7 de septiembre de 2009

MALAS ACOGIDAS EN LAS EMPRESAS

El primer día en el trabajo. Una lista interminable de nombres que no vas a recordar. Un montón de normas que aprender, un trabajo al que acostumbrarse… muchos factores nuevos.

Todos, en algún momento de nuestra carrera profesional, hemos comenzado una nueva aventura profesional en otra empresa. El día previo a comenzar, se sienten unos nervios y muchas ganas por comenzar a comerse el mundo y a la vez curiosidad por ver lo que nos vamos a encontrar. Por supuesto, todos ya tenemos una imagen y unas expectativas sobre como serán los primeros días, aunque no siempre se tienen porque cumplir.

Hoy quiero hacer referencia a la acogida inadecuada en las organizaciones que producen grandes malentendidos y conflictos totalmente evitables.

ACOGIDA: “SÍ, SÍ, SIENTATE Y PONTE A TRABAJAR” - Para comenzar, tenemos aquellos comienzos en los que se incorpora un nuevo trabajador y tras un recibimiento y breve charla con su responsable y una rápida visita a las instalaciones, por supuesto obviando las presentaciones, le acompañan a su puesto de trabajo para que comience a investigar en las carpetas de su departamento y le dicen sobre todo que si tiene cualquier duda se ponga en contacto con ellos. El recién llegado se piensa que comenzó en mal día y que posteriormente le irán dedicando progresivamente tiempos sus responsables y compañeros de trabajo. Nada más lejos de la realidad. Desgraciadamente, es el pan nuestro de cada día que le llevará a buscarse la vida para sobrevivir en su puesto porque al cabo de las semanas, además, se olvidarán que es nuevo. A uno le surgen miles de dudas, preguntas, etc. que tiene que ir resolviendo sobre la marcha, muchas veces metiendo la pata porque nadie le dijo como iban las cosas.

ACOGIDA “MAREANDO LA PERDIZ” - En las que uno es recibido por algún miembro del departamento de recursos humanos que le hace la turne por las instalaciones de la empresa para que se vaya familiarizando. Luego se reunen con el en una sala para ultimar todos los detalles de relación contractual. Posteriormente le dan un manual con todas las políticas de la compañía para que lo vaya ojeando el recién llegado en los próximos días, sin darse cuenta los miembros del departamento de recursos humanos que seria mejor ir dosificando su aprendizaje, ayudándoles o incentivando a los nuevos en ello. Tras esta maratón en que el nuevo llega un momento que se pierde porque el miembro del departamento de recursos humanos no tiene todo el día y se dice para él mismo que “cualquiera pregunta porque igual se piensan en esta empresa que no me entero de nada”.

Tras esto le dejan en una sala y le dicen que en un momento llegan su responsable o alguien de su departamento para explicarle sus funciones, puesto, etc. Van pasando los minutos y nadie llega. Finalmente vuelve el miembro del departamento de recursos humanos para decirle que surgió un imprevisto y que se van a tomar un café y después le explica que van a realizar. Tras esta pausa el nuevo se lo endosan los de personal a un miembro de su departamento que no estaba encargado de explicarlo todo lo relacionado con su puesto que por supuesto es percibido por el nuevo. En conclusión,
han tenido al nuevo media mañana de paseo dándole información muy general y de relleno con grandes huecos libres en los que se aburría.

ACOGIDA “LLEGA ENSEÑADO” - Después tenemos las acogidas en las que uno es recibido por la persona adecuada pero no tenia nada preparado y va dando muchas cosas por sabidas, sin explicarlas porque como el que se incorpora ya tiene experiencia en puestos similares ¿para qué le va a hacer perder el tiempo? Pero no se da cuenta que esa experiencia es en otras organizaciones.
No olvidéis que cada organización es un mundo a parte y todas las personas que se incorporan nuevas necesitan un soporte y ayuda inicial para no adquirir vicios erróneos en la realización de su puesto porque nadie se preocupo de enseñarle lo necesario.

ACOGIDA: “Y YO ¿PARA QUÉ HE VENIDO AQUÍ?” Es muy habitual también que una persona recién llegada, tras un proceso de selección en que se hizo mucho hincapié en el conocimiento de determinados aspectos (porque era a la que se iba a dedicar el 80% de su tiempo laboral) como por ejemplo “el conocimientos de los tramites para la presentación de toda la documentación precisa para los concursos de organismos públicos” que, una vez incorporada, se dedique a todo menos a esto y tenga que ir poco menos que mendigando qué tiene que hacer porque ve que no hay trabajo para ella. Imaginaros una acogida con lo visto previamente y encima esto pues es para decir tierra trágame y que uno piense que se equivoco de organización.

ACOGIDA “ESTORBO” – Las empresas son pequeños mundos, donde existen familias que se conocen de tiempo. El nuevo, siempre va a ser un estorbo y más cuando es alguien conocido por un integrante de una familia, que automáticamente se convierte en el “enemigo”. Se le hace la vida imposible, se le trata mal, porque no se le va a admitir nunca en el grupo, al venir “recomendado”. Ni se le ayudará, ni siquiera se le ofrecerá ayuda.

Pero no siempre las acogidas son malas.
También existen las buenas:

ACOGIDA “LA DESEADA” - Desgraciadamente pocas son las compañías que cuidan al detalle la acogida de los nuevos talentos y que no piensan que serán los demás los que se encargarán de hacer las labores que nosotros deberíamos hacer.
Todo debe estar planificado y previsto de forma detallada: a qué se va a dedicar cada hora de los primeros días, quién se va a encargar y qué le vamos a transmitir. Debe quedar claro, por ejemplo, cuáles van a ser sus funciones principales, sus responsabilidades, sus objetivos, etc.

Las empresas tenéis que tener muy organizado y previsto el plan de acción específico a seguir con cada recién llegado que variará en función del puesto y departamento al que vaya asignado.
No vale el mismo para todos.

Muchas personas con talento, tras ver este tipo de recibimientos, se arrepienten y no vuelven. Se podría haber evitado y que la empresa hubiera merecido la pena. Sin embargo, una imagen vale más que mil palabras, como dice el refrán.

Así que debéis dar importancia a las políticas de acogida, que estén recogidos los protocolos por escrito y que se lleven a ejecución sin problema. La preparación y el ensayo son vitales para tenerlo todo previsto mediante
la involucración de todos los actores precisos.

¿Cómo fue tu primer día?

6 comentarios:

Agustí López dijo...

Ahora mismo estamos aquí inmersos en un proyecto de Proceso de acogida en colaboración con Àlex Vallès, así que imagínate, qué de actualidad para mí!

En mi primer día de trabajo me dieron un bolígrafo, folios en blanco y un libro para leer. Así pasé un mes, seguro que me iba a la calle. Lo pasé peor que mal, fatal. No sabía cómo esconderme para que no se dieran cuenta de lo desocupado que estaba. ¡Cómo si ellos no lo supieran ya!
En fin, de todo se aprende...

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Agustí,

Espero que os vaya muy bien aunque no me cabe la duda de ello.

Esta situación que comentas es más habitual de lo que nos parece y obviamente la empresa sabe lo que hace. Sin embargo, de todo se aprende y mejor dicho se sobrevive.

Saludos,

Juan

Gorka dijo...

Muy buen articulo Juan,

La cogida es fundamental aunque en muchas empresas se cuida el "paseillo torero" por todas las secciones, el café de rigor con gente diversa y la comida del primer dia. A partir de ahi empieza la odisea del Boli (como comentaba Agustí).

Por suerte hay empresas que integran bien aunque es tarea de mandos y colaboradores sino es algo que puede fallar.

Salu2

Juan Martínez de Salinas dijo...

Buenos días Gorka,

Gracias por participar.

En efecto, no es cuestión de preocuparse y controlar sólo el primer día la acogida sino los sucesivos también. Porque si a partir del segundo día el recién llegado tiene que buscarse la vida de que sirve el recibimiento multitudinario del día anterior.

Otra cosa que apuntas y que veo fundamental es la involucración en la acogida de los mandos intermedios ya que la mayoría de las nuevas personas van a sus equipos y tienen que sentir que es parte de su labor. La acogida tiene que ser un proceso colaborativo.

Saludos,

Juan

Roberto Saralegui dijo...

Yo era de los "estorbo". Aún recuerdo la sorpresa que puso un compañero cuando nos presentaron, y la pregunta que hizo: "¿Y a qué se va a dedicar?".

Por suerte ahora ya nos llevamos bien :-)

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Roberto,

Gracias por pasarte y participar en mi blog.

Esto que comentas es muy típico que algunos de tus compañeros no estén ni informados de tu llegada ni de a que te vas a dedicar. Pero como bien indicas no hay nada que no se pueda solucionar.

Saludos,

Juan