lunes, 2 de febrero de 2009

DESPIDOS

No creo equivocarme si una de las preocupaciones actuales entre la mayoría de los trabajadores (obviamente, de la empresa privada) es la posibilidad de poder perder su puesto de trabajo. Las noticias se suceden día tras día: en cualquier sector, en mayor o menor medida, se están haciendo recortes de personal. Es más ¿Quién no tiene a alguien en su círculo cercano que haya perdido su trabajo? Pues creo que todos tenemos algún amigo o familiar que se ha quedado en la calle, víctima de la crisis.

Pero a veces, la crisis, no es tal. Más de una empresa aprovecha estos tiempos en los que los despidos estas a la orden del día, para hacer una “limpia” en sus filas, poniendo la crisis como excusa. Son conscientes de que en estos momentos no se controla tanto porque los organismos pertinentes no dan abasto; personalmente, yo pienso que es cuando más se debería de controlar para evitar abusos y excesos no justificados.

Hace poco han salido los resultados de una encuesta realizada a la población española; la causa que más nos preocupa es el paro. En estos tiempos nadie está a salvo de quedarse sin trabajo porque, para empezar, nadie es imprescindible en ninguna empresa; eso hay que tenerlo claro.

Todo trabajador en activo debe estar en alerta en estos tiempos de crisis.

En el caso de que las organizaciones decidan hacer recorte de personal siempre corren más peligro de sufrirlo aquellos trabajadores que tengan un tipo de contrato temporal, que tenga fecha de “caducidad” en breve plazo. Es posible, que la empresa decida no renovarlo.

Independientemente del tipo de contrato, tienen más papeletas de estar en la “lista de prescindibleslos trabajadores que tengan menos antigüedad en la compañía, es decir, los que hace menos tiempo que entraron en las compañías, porque las indemnizaciones de sus despidos suponen un coste bastante inferior de lo que conllevaría despedir a los trabajadores que llevan más años en la empresa. Se aplica el concepto logístico LIFO: Last in, first out. Los últimos en entrar, los primeros en salir.
Por supuesto, en épocas de recortes también se deberían estudiar de forma detallada lo que aportan a los resultados de las compañías las personas que tienen los rangos de salarios más altos para ver si les sale a cuenta mantenerlos. En épocas buenas, se crean muchos puestos, que luego, en épocas flacas, se decide prescindir. Suelen ser salarios altos. Pero suele haber alguien por debajo del despedido que pueda hacer su trabajo por un salario considerablemente inferior.

Luego también influye bastante el departamento al que cada trabajador pertenece y el papel que desempeñe o le dejen representar en la estrategia de la empresa. Siempre van a estar más en el punto de mira aquellos departamentos que menos valor aporten a los intereses de las empresas o que pertenezcan a las áreas no productivas de las mismas. Eso sí, aquí lo que habría que plantearse es sin son necesarios o no antes de tomar ninguna medida.

Dependiendo del puesto, algo realmente sospechoso es que, de la noche a la mañana, no se cuente con vosotros o con vuestros departamentos para reuniones importantes a las que anteriormente asistíais. También el que no se cuente con vosotros en los planes estratégicos de la organización suele ser bastante significativo.

Si hace no demasiado tiempo que ya despidieron a vuestro responsable directo y os habéis quedado sin esa figura representativa y, además, no tienen intención de cubrir esa vacante, es para sospechar o, al menos, estar intranquilo. Sobretodo, cuando no se comunica nada al respecto. Imaginaros que esa persona destituida fue la que os trajo a esta compañía; eso os dejará en una posición débil y desgraciadamente, estaréis en el punto de mira.

Otra señal de alerta es que los objetivos a alcanzar por vuestro departamento para ese ejercicio sean considerablemente inferiores a los del año anterior, sin justificación alguna. Pensad que las cosas no pasan porque sí y a las compañías les tienen que salir las cuentas para mantener al mismo número de personas en un equipo.

La falta de comunicación oficial de la cúpula directiva es un factor muy importante también. Los trabajadores tienen derecho a saber qué está pasando. El ocultar las cosas redundará en una cultura de cotilleos y rumores que no son nada buenos para la empresa.

Las compañías tienen que ser transparentes y hacer llegar a sus trabajadores las noticias sobre el estado de la compañía dando una explicación de lo que pasa, cómo se va a afrontar y qué tipo de medidas se llevan idea de tomar para solucionarlo. Esto hará que los trabajadores se sientan parte de la empresa y vean que se cuenta con ellos. Hay veces que determinados responsables piensan que es mejor ocultar la verdad sobre la verdadera situación por la que atraviesa la compañía para no alarmar a los trabajadores; esto es un error desde mi punto de vista. Es mucho peor decir que todo va bien y después, de la noche a la mañana, sin esperárselo nadie, se proceda a despedir a un número determinado de trabajadores; esto provocará una sensación de inseguridad que puede hacer que cunda el pánico internamente.

En caso de que en la actualidad tengáis dudas sobre la continuidad de vuestro puesto de trabajo porque sufrir alguna de las situaciones mencionadas anteriormente, os recomiendo que habléis con vuestro responsable directo para poderle preguntar abiertamente cuál es la estrategia de la compañía en ese momento y si lleva idea de hacer algún tipo de ajustes o si vuestros puestos pueden correr peligro. Tenéis que analizar al detalle su reacción y contestación. Si no os contesta claramente a vuestras preguntas debéis poneros en máxima alerta y estar preparados para cualquier cosa.

Si la compañía no es honesta con vosotros tampoco pueden esperar que vosotros lo seáis. Así que será el momento de buscarse la vida de cara a encontrar o tantear otras alternativas profesionales fuera de ahí por si acaso. No hay que olvidar que siempre es más fácil buscar otra cosa con trabajo que sin él.

Os puede ayudar, de cara a ganar puntos para vuestra permanencia, el haceros imprescindibles para vuestra empresa, haciendo labores que aporten gran valor y comprometiéndoos cada días más con vuestro trabajo para que vean que sois personas que aportan más y más sin quejarse. Ojo esto no quiere decir que no vayáis a estar en la lista de personas que van a ser despedidas porque a veces las empresas no toman las decisiones adecuadas a este respecto. Esto se puede averiguar fácilmente viendo la trayectoria de vuestra compañía hacia atrás y viendo en qué basa sus decisiones y con cuánta previsión organizan las mismas y si la respuesta es que improvisan sin planificar, podéis esperar cualquier cosa.

En caso de que alguno de vosotros estéis en esa lista, no os ayudará el complicar demasiado las cosas, oponiéndoos a esa situación, siempre y cuando, se respeten vuestros derechos y os den lo que os corresponde. También dice mucho de las compañías que, antes de ejecutar el despido, lo hablen con los afectados y den un período de transición, dándoles flexibilidad para que puedan buscarse alternativas profesionales y no quedarse sin nada de sopetón.

Eso sí, a pesar de poder sufrir un despido a corto plazo, debéis ser positivos; no lleva a ninguna parte atormentarse. Pensad que no se acaba el mundo. Será el momento de estar fuertes y animados para buscar otras alternativas; si estáis abatidos se lo transmitiréis a vuestros futuros empleadores.

Si vuestras compañías ejecutan despidos deberían de comunicar un mensaje claro para los trabajadores que se quedan para evitar su incertidumbre porque sino se harán la siguiente pregunta ¿qué pasa ahora con nosotros? Pensad que forman parte de vuestras compañías y que sin su apoyo y colaboración no vais a poder llegar a ningún lado. Así que, ahora más que nunca, necesitan que les habléis claro.

Luego las empresas deben recordar no olvidar el componente humano de los despidos y acordarse que detrás del número total de despidos hay personas que sufren y padecen, es decir, que no son un simple número estadístico y que debéis intentar hacérselo lo más llevadero posible.

Porque ahora mismo las empresas podéis tener el mango de la situación a vuestro favor, sin embargo, la crisis pasará y si habéis hecho las cosas mal durante la época transitoria, antes o después, pagaréis las consecuencias por vuestras malas decisiones o su mal planteamiento.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante el post. Lástima que la realidad no siempre concuerde con lo que nos gustaría, por ejemplo lo de preguntar por el futuro laboral a los jefes no siempre sale como se espera, al menos los casos que conozco no suelen decir nada sobre esto por mucho que insistan. Yo creo que a veces no lo saben ni ellos mismos...
Un saludo.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Carol,

Me alegro que te parezca interesante el post.

La verdad que la realidad a veces es dura. Como indicas a veces aun preguntando al responsable directo no nos puede dar esa información sobre nuestro futuro porque lo desconoce y no depende de el. Lo triste es cuando lo saben y dan falsas esperanzas y esto ocurre alguna vez.

Saludos,

Anónimo dijo...

Efectivamente algunas empresas pueden aprovechar la situación para deshacerse, como dijo no se qué personaje hace tiempo, "de la grasa que nos sobra". Malos directivos y empresarios hay en todas partes y el empresariado español no parece el más inteligente ni el más “social”.

Un viejo amigo me dijo hace mucho tiempo que "la empresa no es fiel al empleado y, por consiguiente, el empleado no debe ser fiel a la empresa". Si los intereses de empresa y empleado van parejos todo es estupendo, si no es así la relación se romperá en cualquier momento.

Hoy el desastre económico lleva a que el poder de negociación del trabajador se encuentre -como dice mi viejo amigo- "a la altura del tobillo de las culebras" y el empresario en muchos casos aprovechará esta circunstancia en su beneficio, en detrimento del trabajador. Ahora bien, la situación cambiará y en ese instante el empleado, sin duda, aprovechará su momento.

Tiempos duros, dignos de personas de corazón fuerte y mente de acero.

Un saludo.

Senior Manager dijo...

Las empresas o los empresarios siempre estarán dispuestos a aprovechar un moento como este para hacer de las suyas, pero debo reconocer que es muy difícil probarlo y he de otorgarles el beneficio de la duda. El resto de acciones propuestas, son sólo aplicables si realmente estamos seguros de que están siendo deshonestos con nosotros.
SM

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Enrique,

Gracias por pasarte y comentar.

En efecto, malos empresarios y directivos siempre han existido y los seguirá habiendo por los siglos de los siglos. Sin embargo tienen que ser inteligentes y en estos tiempos mas que nunca las empresas tienen que actuar con cabeza sin olvidar que sin los trabajadores no son nada.

Por supuesto si los intereses de ambas partes van en la misma línea todo ira muy bien siempre y cuando amabas partes sean francas. Lo que esta claro es que si los empresarios no son fieles a sus trabajadores estos tampoco lo tienen que ser con el. Porque no olvidemos que cada uno tiene que mirar por si mismo.

Ahora mismo el empresario tiene las de ganar porque los trabajadores tenemos porque poder de negociación en estos momentos teniendo que acatar lo que nos ofrezcan porque sino nos arriesgamos a no tener trabajo y desgraciadamente todos tenemos que vivir. Menos mal que no todos los empresarios abusan de estos malos momentos.

La crisis pasara y entonces los empresarios que abusaron pagaran sus consecuencias de forma muy cara.

Ahora mismo hay que ser fuertes y estar preparado para todo. Es cuestión de adaptación a las nuevas circunstancias evolucionando rápidamente.

Saludos,

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola SM,

Hay de todo porque nunca se puede generalizar y siempre hay que pensar bien de todo el mundo mientras no se demuestre lo contrario porque estas cosas son muy difíciles de probar. Sin embargo, hay de todo como en todas partes.

Luego hay que estar alerta para ver si nuestra empresa es honesta con nosotros y en caso de que no lo sea tendremos que obrar en consecuencia porque los primeros somos nosotros.

Saludos,

Anónimo dijo...

Lo que más preocupa es la forma en que los jefes tomen están decisiones. Les paso un post que habla sobre esto.
http://empleo.universiablogs.net/te-tengo-que-despedir

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Anónimo,

La verdad que esto también es importante. Procederé a leerlo.

Gracias por pasarte.

Saludos,