Las empresas deben estar constantemente activas para poder ofrecer un atractivo programa formativo a sus trabajadores. Para ser efectivos, previamente habrá que conocer qué inquietudes formativas tienen los trabajadores para poder cumplir sus expectativas.
El plan formativo anual de cada compañía tiene que recoger las necesidades formativas de la totalidad de los integrantes de la misma para conseguir que sea un éxito. Por ello anteriormente se deberá haber planificado en cada departamento qué necesidades reales de formación se precisan mediante el feedback de los miembros de los mismos que son los actores principales en esto.
Luego habrá que estudiar su plan de viabilidad y su utilidad real de cara a proceder a su aprobación final. No siempre todas las formaciones a impartir tienen que estar directamente relacionadas con el puesto de trabajo y simplemente forman parte del plan específico de desarrollo de determinadas personas con gran potencial en vuestra compañía. Hay que ser flexibles y contemplar todas las posibilidades.
Luego hay que buscar formulas flexibles que permitan a las personas realizar las acciones formativas previstas para ellas sin necesidad de tener que sacrificar su vida personal durante el tiempo que dure el mismo para poderlo realizar. Se pueden buscar formulas mixtas que contemplen recibir la formación parte en horario laboral y otra parte fuera de él. También suele ser bien aceptada la formación online que va a permitir a cada alumno seguir su ritmo en función del tiempo del que disponga.
La formación es una inversión para las compañías que se va a recuperar a corto. Beneficia a ambas partes. La empresa va a conseguir que sus trabajadores estén contentos porque siguen avanzando a nivel profesional y va a ser una buena herramienta de cara a progresar dentro de la compañía. Igualmente, la compañía va a ver como sus trabajadores son cada vez más productivos porque se invierte en ellos para que puedan desempeñar su trabajo mucho mejor dándoles lo necesario para ello.
Luego hay que buscar formulas flexibles que permitan a las personas realizar las acciones formativas previstas para ellas sin necesidad de tener que sacrificar su vida personal durante el tiempo que dure el mismo para poderlo realizar. Se pueden buscar formulas mixtas que contemplen recibir la formación parte en horario laboral y otra parte fuera de él. También suele ser bien aceptada la formación online que va a permitir a cada alumno seguir su ritmo en función del tiempo del que disponga.
La formación es una inversión para las compañías que se va a recuperar a corto. Beneficia a ambas partes. La empresa va a conseguir que sus trabajadores estén contentos porque siguen avanzando a nivel profesional y va a ser una buena herramienta de cara a progresar dentro de la compañía. Igualmente, la compañía va a ver como sus trabajadores son cada vez más productivos porque se invierte en ellos para que puedan desempeñar su trabajo mucho mejor dándoles lo necesario para ello.
De la misma forma, la empresa podrá mover a los trabajadores en función, no solo del conocimiento, sino también de la actitud. Los trabajadores se convertirán en polivalentes que les permitirá poder desempeñar distintos puesto en función de las necesidades empresariales y de las inquietudes de cada trabajador.
No olvidéis que es contraproducente obligar a vuestros trabajadores a formarse en algo en lo que no tienen interés alguno. La motivación y el interés son fundamentales para que aprovechen al máximo esa formación. Ya que se invierte dinero de la empresa, que sea en algo que se le va sacar partido.
De la misma forma, la empresa debe hacer un seguimiento de las personas formadas para ver la utilidad que tienen las distintas acciones formativas y la utilidad posterior que se le da a los conocimientos adquiridos. Porque en función de esto, se verá si merece la pena continuar con esas acciones formativas o es mejor cambiar a otras más adecuadas.
Habrá veces que alguna de las acciones formativas contempladas en el plan formativo anual no se realicen y que otras no contempladas sean necesarias impartirse. Esto entra dentro de las desviaciones del plan formativo.
La equidad será necesaria a la hora de planificar el plan formativo anual de la organización haciendo todo lo posible porque englobe a todos los departamentos en mayor o menor medida. No puede ser que siempre se beneficien de la formación los mismos. De ser así, provocará que se produzca el efecto contrario: que la gran mayoría de las personas vea que la adjudicación de la formación se hace de forma subjetiva y que siempre se valora a los mismos olvidándose del resto. En las empresas hay que prestar atención a todos los trabajadores.
Los trabajadores tendrán que ser coherentes y tener claro que no van a poder realizar todas las acciones formativas que quieran de golpe porque todas las personas tienen necesidades formativas y hay que priorizar y seleccionar de forma adecuada para que todos puedan beneficiarse de la formación corporativa.
Las empresas son muchas veces desconocedoras del potencial que tienen ya con ellos y, por ende, no le saben sacar partido. Por ello, se debe tener conocimiento de lo que puede aportar cada persona a nivel formativo.
A veces, no será factible poder formar a todas las personas que lo solicitan. Será entonces, cuando los coordinadores deberán elegir a personas puntuales que serán formadas. Pero estas personas deberán estar dispuestas a transmitir sus conocimientos al resto porque esto les hará sentirse útiles y verán que son parte importante de la empresa.
Solamente hay que saberlo plantear de forma adecuada. Es la empresa quien debe impulsar este tipo de iniciativas para que sus trabajadores perciban que se preocupan por ellos realmente.
La cuestión es contar con un feedback continuo de vuestros trabajadores. Siempre habrá aspectos que mejorar y una vez identificadas sus propuestas de mejora habrá que poner herramientas que las mejoren.
Para que los planes formativos corporativos funcionen tiene que producirse un trabajo continuo en el tiempo en la que formen parte todos las partes afectadas en el mismo en su justa medida.
No olvidéis que es contraproducente obligar a vuestros trabajadores a formarse en algo en lo que no tienen interés alguno. La motivación y el interés son fundamentales para que aprovechen al máximo esa formación. Ya que se invierte dinero de la empresa, que sea en algo que se le va sacar partido.
De la misma forma, la empresa debe hacer un seguimiento de las personas formadas para ver la utilidad que tienen las distintas acciones formativas y la utilidad posterior que se le da a los conocimientos adquiridos. Porque en función de esto, se verá si merece la pena continuar con esas acciones formativas o es mejor cambiar a otras más adecuadas.
Habrá veces que alguna de las acciones formativas contempladas en el plan formativo anual no se realicen y que otras no contempladas sean necesarias impartirse. Esto entra dentro de las desviaciones del plan formativo.
La equidad será necesaria a la hora de planificar el plan formativo anual de la organización haciendo todo lo posible porque englobe a todos los departamentos en mayor o menor medida. No puede ser que siempre se beneficien de la formación los mismos. De ser así, provocará que se produzca el efecto contrario: que la gran mayoría de las personas vea que la adjudicación de la formación se hace de forma subjetiva y que siempre se valora a los mismos olvidándose del resto. En las empresas hay que prestar atención a todos los trabajadores.
Los trabajadores tendrán que ser coherentes y tener claro que no van a poder realizar todas las acciones formativas que quieran de golpe porque todas las personas tienen necesidades formativas y hay que priorizar y seleccionar de forma adecuada para que todos puedan beneficiarse de la formación corporativa.
Las empresas son muchas veces desconocedoras del potencial que tienen ya con ellos y, por ende, no le saben sacar partido. Por ello, se debe tener conocimiento de lo que puede aportar cada persona a nivel formativo.
A veces, no será factible poder formar a todas las personas que lo solicitan. Será entonces, cuando los coordinadores deberán elegir a personas puntuales que serán formadas. Pero estas personas deberán estar dispuestas a transmitir sus conocimientos al resto porque esto les hará sentirse útiles y verán que son parte importante de la empresa.
Solamente hay que saberlo plantear de forma adecuada. Es la empresa quien debe impulsar este tipo de iniciativas para que sus trabajadores perciban que se preocupan por ellos realmente.
La cuestión es contar con un feedback continuo de vuestros trabajadores. Siempre habrá aspectos que mejorar y una vez identificadas sus propuestas de mejora habrá que poner herramientas que las mejoren.
Para que los planes formativos corporativos funcionen tiene que producirse un trabajo continuo en el tiempo en la que formen parte todos las partes afectadas en el mismo en su justa medida.
2 comentarios:
muy interesante, gracias
salu2
Masters y Cursos
Hola,
Gracias por participar.
Saludos,
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