lunes, 11 de mayo de 2009

CURIOSIDADES DE LOS RRHH

La selección de personal da para escribir mucho y poder contar multitud de anécdotas que ocurren.

Hoy quiero prestar atención a la “penitencia” que tienen que sufrir a veces los candidatos de cara a conseguir un puesto de trabajo.

Tras haber conseguido ser citados para una entrevista de trabajo que, en muchas ocasiones, es simplemente la primera toma de contacto, escuchan una vez más las famosas palabras pronunciadas por los entrevistadores de personal (imagen de la compañía) “le llamaremos para indicarle en qué estado ha quedado su candidatura” o “tendrá noticias nuestras lo antes posible” o la que más me gusta oír a mí, “nos pondremos en contacto con usted, bien sea elegido o no”. En muchos casos, los candidatos se quedan con las ganas porque nunca más vuelven a saber nada, ni de esa empresa, ni del proceso de selección, teniendo que deducir por si mismos que no han sido seleccionados.

Cuando los candidatos hacen una entrevista en una empresa y se les dice esto, suele ocurrir que ya se desconfíe. Pero, afortunadamente, no todas las empresas son iguales. Van pasando los días y los nervios lógicos de los candidatos van saliendo porque para ellos esa entrevista es una opción a la que se aferran. Cuando ya han pasado más de 15 días comienza la desesperación y frustración de ver que, una vez más, les han defraudado por incumplir la palabra dada. Algunos candidatos llaman y están en todo su derecho de hacerlo, si la empresa les dijo que les llamaría para indicarles como quedó su candidatura. Se dan casos en los que se está pendiente de dar una respuesta a otro puesto de trabajo a expensas de lo que les diga vuestra empresa.

Después nos sorprendemos que los departamentos de recursos humanos lleven mala fama por parte de los recién llegados. Si en este punto tan nimio se les miente, se pueden esperar cualquier cosa de esa empresa. No se da ningún valor a la palabra, incumpliéndola constantemente, haciendo que las expectativas de los candidatos y trabajadores se queden en decepción. No será válido el argumento de los entrevistadores “los demás lo hacen y se dice por quedar bien” porque eso no es así. Lo que se dice hay que cumplirlo. Si no se lleva intención de hacerlo, es preferible no mencionarlo. Que los demás los hagan no quiere decir que esté bien.

Suele ocurrir, aunque no frecuentemente, afortunadamente, que candidatos son llamados a participar en un proceso de selección del que nunca vuelven a saber nada tras hacer la entrevista. Tras unas semanas, se les vuelve a contactar para participar en otro proceso de selección idéntico al anterior, volviendo a realizarle la entrevista la misma persona. Y muchos candidatos se preguntan: esto, ¿qué es? La verdad que estas cosas son increíbles y demuestran la falta de organización y criterio de algunos profesionales de los recursos humanos que no valoran el tiempo de los demás. Esto dice poco a favor de esa empresa porque deja de manifiesto la importancia que da a sus trabajadores.

Pero no sólo ocurre en las entrevistas. En la gran cantidad de portales de empleo a través de Internet, los candidatos se inscriben a las ofertas de su interés, sin que ellos lleguen a participar en proceso de selección alguno, porque su CV les llega directamente a las empresas que publican esas ofertas. Van pasando los días y chequean su menú personal para ver el estado de su candidatura sin que nada cambie. Tras unos días (indeterminados) reciben por correo electrónico un email pidiendo que se rellene una encuesta para dar su opinión sobre alguno de esos procesos de selección concretos en los que supuestamente están participando. Obviamente, las empresas les han incluido. Hacen preguntas tipo como ¿Qué te parece el trato recibido por la empresa? ¿Qué toma de contacto han tenido con vosotros? La verdad que esto es la risa. Es para quedarse atónito ya que nadie de esa empresa se ha puesto en contacto con ellos. ¿Qué opinión van a poder dar? Un poco más de control y rigor, que no cuesta tanto coordinarse.

Muchos candidatos, a la hora de buscar empleo deciden apuntarse a determinadas bolsas de empleo de instituciones, asociaciones, etc. para usar todas las herramientas disponibles de cara a aumentar sus posibilidades de búsqueda. Para apuntarse en algunas de estas bolsas de empleo hay que tener verdadera paciencia. Claramente, se pone a prueba. En algunas llaman para pedir información y se les dice que tienen que ir en persona por allí sin especificar que deben llevar, con lo que ya supone, al menos dos viajes, puesto que seguro que falta “el papel más importante, sin el cual no se puede gestionar la solicitud”.

En las entrevistas, piden llevar un CV pero, además, hay que rellenar el típico formulario, aportando varias fotografías y muchos decís ¿para qué nos hacen rellenar esto si ya les hemos entregado nuestro CV?

Luego se les hace pasar por los orientadores, quieran o no, para que su candidatura quede inscrita en la bolsa de empleo. Personalmente, creo que es una perdida de tiempo y una forma de colapsar este tipo de servicios. El asesoramiento lo deben recibir aquellas personas que van perdidas en la búsqueda de empleo que no son todas. Podría decir que simplemente es una forma de justificar ciertos puestos. Además, en algunos de estos asesoramientos, tampoco cuentan nada que no se sepa.

Lógicamente, hay otras bolsas de empleo mucho más ágiles que permiten rellenar un formulario vía telemática, adjuntando el CV, en formato Word. Pero son las menos.

Caso especial son las empresas de trabajo temporal, que cada vez que se inscribe uno, vuelven a solicitar rellenar su base de datos, independientemente de que se lleve el CV. Esto es significativo de la nefasta organización que tienen porque, si hace poco que se estuvo en la oficina, ¿Dónde está el anterior formulario que se rellenó? “Qui lo sá”.

Tampoco son inusuales las entrevistas de trabajo en las que muchos candidatos son citados para determinado puesto de trabajo y, nada más llegar, uno se da cuenta de que el entrevistador no tiene ni idea de para qué puesto se hace la entrevista y, además, ni se ha mirado el CV. Lo va a ir descubriendo todo sobre la marcha. Esto demuestra una dejadez de esa compañía que, a primera vista, le hace a uno pensar... “¿dónde me he metido?” no viendo el momento de marcharse. Estos imprevistos, pueden surgir. Pero antes de seguir adelante con la entrevista, es preferible avisar al candidato antes de que acuda, pidiéndole disculpas y citarle para otro día. Pero claro, muchos entrevistadores dicen “¡Qué más da quien le haga la entrevista!. Tampoco importa si el candidato tiene que esperar o la imagen que se pueda llevar de la empresa. En la cúpula, suelen oírse comentarios como...“como quiere trabajar tragará con lo que le echéis”. Nada más lejos de la realidad. Los candidatos también tienen su criterio y este tipo de trato les dice mucho de la empresa y, supuestamente, es la empresa la que tiene interés en ellos al llamarles a una entrevista.

Mención especial para el siguiente tipo de entrevista: en las que sólo habla en entrevistador, sin dejar meter baza al candidato, de la que sale diciendo “vaya entrevista más extraña”. Para aquellos que se creen con todo el conocimiento para hacer una entrevista, sin ser profesionales de recursos humanos, les voy a dar un consejo: el candidato debe hablar un 80% del tiempo. La entrevista servirá para sacar esa información que se requiere para decantarse por uno u otro candidato.

Pero una entrevista puede tener incluso un lado más esperpéntico: entrevistas donde el representante de la compañía con el que estáis hablando está enfadado por algo ajeno al proceso de selección y la paga con vosotros. Obviamente, problemas existen en todas las compañías, pero se ha de cuidar la imagen que se da al exterior, especialmente, si lo que queremos es que un profesional entre a trabajar con nosotros.

No olvidemos esos procesos en los que las entrevistas las realizan varios miembros de la empresa y en la que se contradicen el uno al otro o incluso discuten acaloradamente delante de algún candidato. El candidato, podrá soportar la tensión estoicamente, pero seguramente, su postura será “aquí no trabajo ni loco”.

Pero no nos quedemos simplemente en la empresa privada. El servicio publico de empleo tampoco se queda fuera de toda crítica. Su funcionamiento deja mucho que desear, por muchos que algunos se sorprendan. Que os llegue la citación para alguna oferta ya es un milagro, que además, coincida con tu perfil, simplemente, es pura coincidencia. Cuando acudís a la reunión para informaros del puesto os dais cuenta de que no cumplís los requisitos imprescindibles, bien sea por los estudios solicitados u otro tipo de requisitos. Esto demuestra la falta de medios que tienen y el poco criterio a la hora de sacar el listado de personas que constan en sus bases de datos que, por lo visto, va un poco mal. Pero no olvidemos que a estas citaciones hay que acudir porque tienen que sellar la carta, de lo contrario, adiós subsidio.

Podría seguir hablando, pero tampoco es cuestión de alargar esta entrada.

Los candidatos tienen su dignidad y no pueden permitir ser pisoteados. Si las empresas tienen interés en vosotros, tendrán que demostrarlo desde el primer instante. Cuando las cosas no se hacen con educación y respeto, es preferible terminarlas educadamente.

Vosotros mismos debéis tener criterio para saber donde os metéis y hay veces que os debéis de guiar por vuestra intuición y por lo que os demuestran en el ritual de selección específico de cada compañía.

Y que digan que el ser candidato es aburrido... Siempre habrá algo nuevo que podáis ver en una entrevista. Las empresas pecan de falta de rigor, empezando por profesionales de los recursos humanos, que al fin y al cabo, son el primer contacto con la empresa. Esto requiere un cambio radical que haga que se tenga respeto por los candidatos de una vez por todas siguiendo todos los profesionales un protocolo homogéneo en la selección de personal.

No todo vale.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente entrada Juan.

Todos los que nos dedicamos al reclutamiento de manera profesional nos lamentamos de la cantidad de no-profesionales que se consienten por parte de empresas y candidatos.
No solamente es que deberían recibir formación específica sobre cómo entrevistar, si no que muchos no parecen tener ni siquiera sentido común, empatía...ni respeto hacia la otra persona.

Un saludo,

Luis

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Luís,

Gracias por pasarte y participar en mi blog.

Me alegro que te guste el post.

Es una pena la cantidad de no profesionales que existen en el mundo de los recursos humanos haciendo adquirir mala fama a todos. Este tipo de comportamientos no se tienen que tolerar por las empresas porque las que adquieren mala imagen son ellas por permitir estas cosas.

Este tipo de personas que trabajan en selección no tienen ni idea porque creen que entrevistar es como fabricar en serie. Luego carecen de valores y respeto hacia la otra parte.

Tarde o temprano este tipo de malos profesionales desaparecerán.

Saludos,

Juan

Àlex Vallès dijo...

Excelente (como siempre)
La verdad es que me he sentido reflejado en tu entrada como persona que ha sufrido la mala educación, la escasa profesionalidad de personas que han tenido que gestionar procesos de selección (en los cuales he participado)

últimamente detecto mucho abandono al candidato (futuro empleado?) durant el proceso de reclutamiento sobretodo si éstos utilizan bases de datos en internet. Del famoso "recibido" al finalista pasando por el "descartado" y el "en proceso"

Tengo la anécdota de haber participado en un proceso de selección y me encontré de la noche al día de la situación "recibido" a la de "Finalista" sin llamada alguna ni entrevista telefónica. Eso me convirtió en un hacha pero ... la oferta era del 22/1/09 y aún sigo siendo finalista. La carrera, ya se sabe, es muy larga.

En fin, felicidades
Un saludo (en proceso)

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Alex,

Gracias por tu aportación.

La verdad que yo también he sufrido la escasa profesionalidad, falta de educación y respeto hacia mi tiempo en algunos de los procesos de selección en los que he participado como candidato.

Coincido contigo en lo del abandono al candidato en los procesos de reclutamiento gestionados a través de bases de datos en Internet. Uno puede pasar por los múltiples estados posibles sin recibir ninguna noticia real del proceso.

De lo que comentas, hay múltiples anécdotas que no hacen más que confirmar el descontrol y mal funcionamiento en su gestión. Como bien dices la carrera es muy larga y a veces lo son más algunos procesos de selección como el que comentas.

Saludos y gracias por tus ánimos hacia mi blog.

Juan

Anónimo dijo...

Lo peor de la profesión es mi opinión la intrusión de los no profesionales, yo me pregunto para qué me he pasado 5 años en la facultad? por otro lado tampoco quiero ser tajante con esto ya que hay "no profesionales" bastante mejores que profesionales...a ver que os parece esta web www.quieroserelprimero.com

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Anónimo,

Gracias por pasarte y participar.

La verdad que en esta profesión hay mucho intrusismo negativo y malo. Porque para dedicarse a los recursos humanos no hay un único camino que seguir sino múltiples. La cuestión es hacerlo de forma correcta teniendo claro lo que conlleva hacer las cosas bien y como se debe independientemente de lo que hagan otros.

Saludos,

Juan

Danzarina dijo...

Excelente post. Se nota que tienes calle y muy reales las anécdotas.
En mi sector las entrevistas nos las hacen el alcalde de turno, el presidente de la ONG, el personal o "jefecillos del SAE" o de la Junta o de la entidad de turno...Yo he llegado a tener la misma mesa de selección 3 veces en un mes...Yo no sé lo que es un departamento de RRHH. Los portales de empleo...sólo me han llamado a una entrevista en mi vida a través de este medio y entrevista de tensión, se ha puesto de moda. De las desorganizaciones, faltas de respeto a los candidatos mejor ni hablar. A modo de anécdota te diré que en una entrevista que hice hace tiempo con un entrevistador muy temido y odiado por algunas/os del sector, donde yo he visto salir a gente llorando, me la jugué. Me hizo una entrevista de tensión, se metió conmigo, me faltó el respeto como mujer (o al menos así lo percibi)y cambié los papeles. Me puse a imitarlo y hacer el mismo rol que tenía él. Le dije con respeto muchas cosas, que se esbana pasando conmigo y que si no me quería dar el trabajo que no me lo diera, que ya me buscaría la vida, que no lo necesitaba para nada. Salí muy agusto, pensando que no me iban a dar el trabajo. Me pusieron un 9 en la entrevista. Y conseguí el puesto.Je,je.Un saludo.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Danzarina,

Gracias por participar.

En efecto, este tipo de cosas son reales como la vida misma.

La desorganización en los procesos de selección está a la orden del día en muchas organizaciones de cualquier tamaño.

Esta anécdota que cuentas tu es habitual el encontrarse con entrevistadores bordes que no saben donde esta el limite y mucho menos la educación. Se puede ser borde pero con educación. En este caso, tu te la jugaste y fuiste más inteligente que el. Porque el ponerse a su altura no soluciona nada.

El mundo de las entrevistas de trabajo en ambos lado da para muchos puntos de vista porque cada uno tiene una forma de hacer las cosas. Eso si, hay cosas intolerables.

Saludos,

Juan

Anónimo dijo...

Pues qué quieres que te diga. Yo hice un proceso de selección con un tipo que se llama Carlos Andreu y fue todo absolutamente excelente. Y con otras de nombre rimbombante y muy profesionales llevo cuatro años esperando una noticia sobre una última entrevista...

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Anónimo,

Gracias por pasarte y participar.

Por supuesto, hay de todo. Muchas veces el renombre de la persona no tiene que ver luego con sus hábitos a la hora de actuar con todos los que participaron en el proceso de selección.

Saludos,

Juan.

Brisha, la venganza dijo...

Entrevistas, he vivido de todas, desde las "serias" donde juntaban a un grupo de personas y les hacian una serie de pruebas para descartar candidatos (seguridad principalmente) hasta la tipica en un bar en plan "amigetes"..

La mas curiosa fue hace no mucho, en una pequeña empresa donde buscaban un profesional de informatica y el dueño se puso a contarme sus ires y venires para acabar diciendome que buscaba alguien que hiciera el trabajo de un licenciado que se le habia ido y al que pagaba 44 mil euros al año. A esto me pregunto cuanto deseaba cobrar yo, 43 mil le dije. Su respuesta sorprendente: Pues es que yo habia pensado en pagar entre 18 y 20mil solo.. XDDD Alli acabo la entrevista.

A las ofertas de trabajo, muchas de ellas, les veo muchos fallos. Y es que los seleccionadores comenten siempre los mismos pecados.

1- El puesto y sus obligaciones debe de ser claro, no vale de nada decir que te dedicaras a lo que el puesto requiera, porque se puede dar el caso de que NO SEPAMOS que se requiere en ese puesto.
2- El dejar para una segunda entrevista el tema economico no me agrada, la mayoria de los profesionales tenemos ya un trabajo (mejor o peor pagado) y si decidimos cambiar es por mejoras, entre ellas la economica. Creo que es bueno indicar unos limites (bajo/alto) de lo que se pretende pagar por el puesto.
3- Las pruebas "insitu" son absurdas, en mi profesion es imposible saber lo que podemos hacer en 20 minutos. Aunque si vale para aquellos que deseen cribar los "mentirosos" o en duda.
4- ODIO, repito, ODIO que la empresa no sea nunca clara con el tema de las horas extras, veamos, las horas extras se pagan o no? Es costumbre hacerlas o con realizar el horario establecido es suficiente, y si en el caso de ir "de culo" en un proyecto se hacen como se "recompensa" al trabajador por el exfuerzo.. No son preguntas tan complicadas de responder y que deberia saber el seleccionador.

Hay otras muchas, pero para mi estas son las mas importantes.
Hemos de tener en cuenta que la empresa oferta un puesto de trabajo que desea cubrir con el mejor, pero los profesionales ofertan su experiencia y desean hacerlo a la mejor empresa, o al menos a aquella que tenga una politica economica, social y profesional acorde con sus necesidades. Lo de "el que entre lo tiene que hacer como YO diga" y el "ya apechugara si quiere trabajar para nosotros" no funciona, al menos no si lo que deseamos es una persona competente.

Otra cosa es que queramos "becarios" o mano de obra barata, ya se sabe lo rapido que los trabajadores entran y salen de este tipo de empresas y lo que sucede al final con ellas... (Por ejemplo el caso Copy de Zaragoza).

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Brisha,

Muchas gracias por tus aportaciones enriquecedoras.

Lo que comentas esta a la orden del día. Muchos empresarios antes vacantes o necesidades que tienen de perfiles medios pretenden cubrirlas con candidatos experimentados pagando el sueldo de un recién incorporado porque son conocedores de la situación actual y abusan. Se debe de remunerar de acorde a los requisitos que se solicitan y funciones que se van a desempeñar. Esto se debería vigilar y tendría que ser sancionable. Porque encima ante la necesidad siempre hay gente que lo acepta.

Por supuesto, las funciones del puesto deben quedar claras para evitar luego malentendidos por hacer un perfil demasiado generalista.

Respecto al salario, pienso que en la primera toma de contacto se debe de indicar la banda salarial en la que se enmarcara ese puesto, sin concretar la cantidad exacta que se ofrecerá que dependerá de bastantes factores, entre los que esta lo que aporte cada candidato.

Las pruebas de conocimientos tienen que ser específicas y detalladas para poder sacar conclusiones categóricas. Esta claro que en pruebas de 10 minutos no se puede medir nada de forma realmente objetiva.

Si, las cosas claras. Se debe de decir como funciona el tema de las horas extras y no andarse por las ramas. El problema es que muchas veces los selectores cumplen las órdenes de las cúpulas directivas y de ahí no se pueden salir para evitarse que peligre su puesto. Pienso que en el proceso de selección se pide sinceridad a los candidatos, sin embargo, las empresas también deben hablar claro. Luego se sorprenden que los candidatos maquillen la verdad, porque al fin y al cabo hacen lo mismo que ellas.

Esta claro que en los procesos de selección cada parte esta interesada en la otra. Los candidatos deben saber jugar sus cartas y no dejarse intimidar porque ellos también tienen poder de decisión.

Si a las empresas les vale cualquiera, tendrán alta rotación de personal. La gente aceptara esas condiciones hasta que les salga algo mejor. Muchas veces cada parte tiene los que se merece. Porque como decía mi abuela Amparo “Cuando el río suena es porque agua lleva”.

Saludos,

Juan