viernes, 1 de mayo de 2009

COMPAÑERISMO

Cada vez somos una sociedad más competitiva y en cierta manera es bueno que seamos así, siempre y cuando no olvidemos ciertas normas de convivencia necesarias para que todo vaya por buen camino.

El tema del deterioro del compañerismo en las empresas es un tema que considero interesante para abrir el debate. Personalmente, creo que nos tenemos que ayudar unos a otros, sin esperar nada a cambio, por que en el mundo laboral, lo importante no es el individuo, sino la totalidad, es decir, la compañía, que es la que tiene que salir beneficiada de su grupo de trabajadores.

Los compañeros de trabajo no son nuestros enemigos y para hacer buen equipo nos tenemos que coordinar y complementar de forma precisa para que todo salga bien. Esto conllevará que, en determinados momentos, ciertos compañeros van a precisar de nuestra ayuda para determinadas tareas. Nosotros podemos ser los expertos que ellos necesitan o simplemente alguien que les eche una mano en un pico de trabajo. Algún día puede que la situación sea a la inversa y ellos podrán ayudaros.

Pero prestar vuestra ayuda tiene que salir de uno mismo, sin necesidad de que nos la soliciten.

Muchas veces cuando comienza un nuevo compañero, carece del apoyo y ayuda del resto de sus compañeros de departamento pero es, precisamente, en ese momento, cuando más la necesita. Suele tener que buscarse la vida porque el resto pasa olímpicamente de decirle nada porque lo ven más como un enemigo que como un compañero que ha venido a ayudarles. Por un momento, debemos ponernos en su lugar y preguntarnos ¿Cómo se debe sentir por esto? Seguramente, no se sentirá muy bien. ¿Qué haríamos si fuésemos él? ¿Cómo nos gustaría que nos tratasen nuestros compañeros?

Se suele decir que no hay que tratar a los demás como no queramos que nos traten a nosotros.

En una empresa, tenemos que ayudarnos los unos a los otros, no sólo dentro de un mismo departamento, sino también el resto de departamentos que también son parte de la gran familia que es la compañía. Lo que no es de recibo son las guerrillas internas que se viven dentro de las compañías entre sus miembros, guardando las apariencias de cara a la galería pero cuando les toca trabajar juntos, ayudándose, se hacen la vida imposible a más no poder. Esto va en perjuicio de todos; debéis dejar las diferencias a un lado y buscar un punto de consenso.

Al hablar de compañerismo no me estoy refiriendo a que tengáis que ser amigos de todos vuestros compañeros porque la amistad tiene que surgir de forma espontánea. El trabajo no tiene como fin hacer amigos sino desempeñar una labor de la forma más agradable y satisfactoria con todas las personas con las que os toca interactuar y que no habéis podido elegir porque ya estaban ahí. En pro de la convivencia, tenemos que poner de nuestra parte para llevarnos bien y respetarnos como personas, independientemente de todo lo demás.

No está justificado faltar al respeto a otro compañero, ni reírse de él ante los demás, o ignorarle cuando se dirige a vosotros, no colaborar con él cuando lo necesite, poner dificultades a aquella información que precise de vuestra parte, ponerle constantemente en evidencia, hablar mal de él a sus espaldas, malmetiendo contra su persona, etc. No me vale la típica excusa muy propia de “no le trago” porque eso es indiferente para el trabajo porque lo único que tenéis claro es que os toca trabajar con él, os guste o no y cuanto más pongáis de vuestra parte, todo irá mejor. La vida es una lucha constante por superarnos ante las dificultades que surgen en el camino.

Con la falta de compañerismo, la primera que sufre las consecuencias es vuestra compañía porque hay una falta de cohesión de grupo que se nota por múltiples lados, dejando entrever rencillas internas llevadas más allá del terreno profesional que no benefician en absoluto.

Ante todo, somos personas y en la gran mayoría los malentendidos o la falta de compañerismo viene motivada por egoísmos y comportamientos infantiles. Las cosas enseguida las sacamos de quicio, viendo sólo nuestro lado y magnificando los puntos que nos interesan. Debemos analizar todo. Igualmente todos somos muy orgullosos para reconocer que nos hemos equivocado. La convivencia supone ceder una vez unos y otras veces otros; nadie dijo que fuera fácil.

No ayuda a mejorar el compañerismo ir murmurando y chismorreando de los demás. Cada cual es como es y los debemos aceptar. Si todos fuésemos iguales, qué aburrido sería todo. Así que si tenéis un problema con alguien o queréis saber algo de él, habrá que solucionarlo o preguntárselo directamente en vez de hacer suposiciones sobre ello con otras personas que no hacen más que agrandar el tema.

Por lo tanto, las compañías debéis aunar esfuerzos por hacer que la convivencia dentro de vosotras mejore y poner esfuerzos en que sea así estando al tanto de ello. Porque las diferencias tienen que estar por encima de las personas que tienen que trabajar unas con otras, dejando a un lado todo esto, quieran o no y deberán verlo por ellas o hacérselo ver de forma constructiva.

La teoría es fácil. Ahora, sólo queda llevarlo a la práctica.

8 comentarios:

danzarina dijo...

Muy interesante el tema que expones. Coincido en casi todo lo que dices...Los compañeros no se eligen ni ellos a nosotros. No nos tiene que gustar todo el mundo, ni nosotros a ellos. Hay personas con las que tienes afinidad y otras que no. Somos compàñeros , no amigos, pero pasamos muchas horas en el trabajo y la convivencia es fundamental. Efectivamente, la mayoría de los conflictos son malentendidos, comunicación inadecuada, etc. Sin embargo de la teoría a la práctica...A modo de ejemplo te diré que el año pasado asistimos a unas jornadas para tratar el tema de cómo resolver los conflictos en el trabajo y salieron estos temas que comentas.Aunque hubo comentarios para todos los gustos, puedo decirte que al cabo de una semanda existía la misma dinámica en la empresa...Complejo tema el que expones. Gracias por pasarte por mi blog, es un honor para mí. Un cordial saludo.

Facility manager dijo...

Que importante es lo que dices sobre la convivencia, que casi debería ser un valor de la organización junto a la tolerancia.
Quizá en los valores de deberían declarar junto al trabajo en equipo, la visión compartida y la interdependencia.
Saludos,
Alberto

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Danzarina,

Gracias por tu aportación.

La verdad que de la teoría a la práctica en este tema va un abismo por desgracia.

Sin embargo, todos debemos poner de nuestra parte para esforzarnos por ser buenos compañeros con todas las personas que trabajan con nosotros. Es cuestión de tener intención de quererlo hacer. De nada sirve asistir a unas charlas de concienciación si no abrimos nuestra mente y nos analizamos con la convicción de que es necesario que cambiemos.

Pasamos mucho tiempo con nuestros compañeros de trabajo y debemos intentar facilitar la convivencia dejando a un lado las diferencias.

Saludos,

Juan

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Alberto,

Gracias por tu aportación.

La verdad que estos valores que comentas son muy necesarios y desgraciadamente en nuestra sociedad actual suelen brillar por su ausencia.

Debemos potenciar la convivencia y la tolerancia siendo obligatorio incentivarlo en las organizaciones de una forma constructiva y practica.

Saludos,

Juan

Anónimo dijo...

Aunque ya se sospechaba, estos últimos meses tan especiales para las empresas, con dificultades y demás, han esclarecido muchas cosas.
Te cuento brevemente. Con importantes pérdidas en una sección, se nos presentaban 2 opciones: o reducir el tiempo de trabajo de toda la plantilla (una regulación temporal) o prescindir totalmente de una parte de la plantilla.
Se lo planteamos al Comité de empresa y decidieron someterlo a votación de los trabajadores.
¿Sabes qué salió?...
Exacto!!
Votaron que preferían que despidiéramos a parte de ellos.
En vez de sacrificarse todos un poco en su sueldo, prefirieron dejar en la calle a compañeros.
En el fondo nadie pensaba que él iba a ser el elegido.
Los demás que se fastidien.
COMPAÑERISMO, ¿qué es eso?
A la hora de la verdad, nos sacamos los ojos unos a otros.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola El del 7º,

Gracias por pasarte y participar.

Esto que comentas es una gran realidad y en el fondo aunque nos fastidie reconocerlo tenemos lo que nos merecemos.

La gente mira por ellos mismos dándoles igual el resto de los trabajadores sin intentar votar por una postura que no perjudique a ninguno y favorezca a todos. Es preferible en este caso que se reduzca temporalmente el tiempo de trabajo de todos que no que determinado número de trabajadores se quede sin trabajo. Porque esta claro que esta la prestación por desempleo pero esta no dura toda la vida y ahora no esta nada fácil encontrar otro trabajo.

Para empezar muchos representantes de los sindicatos en muchas empresas sólo miran por sus propios intereses sin aconsejar a la totalidad de los trabajadores con una visión global que los englobe a todos ellos.

En efecto, es una pena pero lo que se vive en el día a día de muchas empresas es que el compañerismo brilla por su ausencia y aquellas personas que intentan ser buenos compañeros son mirados como bichos raros. Desgraciadamente el cambiar esto depende de todos nosotros con un cambio radical en nuestra forma de pensar.

Saludos,

Juan

Senior Manager dijo...

En todos estos años multinacionales me he dado cuenta de algo revelador, y es que el compañerismo no existe, en realidad es una relación obligada y nunca libre de escogencia que la empresa impone... Sólo queda de parte de las personas saber y entender que por el bien común y por la conveniente armonía, es necesario seguir las reglas del juego... no creo que eso sea compañerismo... pues el sentimiento (si es que lo hay) sólo dura hasta que alguno se da cuenta de que otro puede recibir un aumento o un ascenso y no él...
SM

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola SM,

La verdad es que el compañerismo como bien dices no existe de forma natural en las empresas y es algo impuesto por las circunstancias.

La reglas del juego en las empresas son de intentar llevarse bien dejando a un lado las circunstancias que nos separen para velar por los intereses de la compañía. Aunque luego la realidad diaria es otra cosa. Tendemos a compararnos con los demás y el relativo compañerismo se rompe cuando pensamos que nosotros merecíamos eso que han conseguido otros sin ver en que fallamos.

Saludos,

Juan