En la actualidad la mentalidad de las nuevas generaciones de trabajadores ha cambiado si la comparamos con la de hace unas décadas. Antes, lo más importante era trabajar, dejando la vida personal en un segundo plano. En aquella época aun no se había producido la incorporación masiva de la mujer al mercado laboral y sin ser la causa principal de este cambio, sí que es cierto que este hecho ayudaba a mantener esa mentalidad.
Sin embargo, ahora los trabajadores están interesados en trabajar con el mismo empeño pero no a cualquier precio, es decir, quieren compatibilizar adecuadamente su vida laboral y personal sin descuidar ninguna de las dos. Ahora está totalmente implantada la mentalidad de trabajo para vivir y no la de “vivo para trabajar” de épocas pasadas.
Los trabajadores, hoy en día, a la hora de buscar un trabajo valoran, en gran medida, las políticas de flexibilidad de cada organización de cara a permitir conciliar ambas facetas. También, las organizaciones se están concienciando y adaptando a las nuevas circunstancias para conseguir atraer y retener el talento de sus personas. Aun así, queda mucho camino por recorrer; aún quedan empresarios reticentes a la implementación de esta flexibilidad en horario, jornadas, lugar de desempeño del trabajo, etc.
Aun no se concibe demasiado bien por la patronal el que los trabajadores puedan desempeñar parte de su trabajo desde su domicilio y no desde la oficina. La productividad no va vinculada a la presencia de los trabajadores en la empresa. El teletrabajo lleva ya un tiempo siendo una opción laboral. Por lo tanto, hay que facilitar los medios para poder ponerlo en marcha en las organizaciones. Los más productivos van a ser los trabajadores a los que se les permita flexibilizar su jornada y trabajo adaptándose a sus circunstancias personales dentro de la actividad empresarial.
No olvidemos que si no funcionan estas medidas flexibilizadoras en vuestra organización siempre se puede retroceder en las mismas. Este tipo de medidas deben de ser rentables para ambas partes.
La dirección de las organizaciones tiene el concepto de que implantar estas políticas flexibilizadoras les va a suponer un gran coste que no ven claro rentabilizar a corto plazo. De hecho, se trata de todo lo contrario; al implantar ciertas medidas (jornada flexibles a medida, teletrabajo, días libres adicionales a las vacaciones para poder atender asuntos familiares y personales, etc.) ayudan a reducir considerablemente costes de rotación, absentismo, bajas laborales y otros muchos a la organización que se va a traducir en más beneficio para la misma.
Este tipo de medidas se tienen que tener su base en la confianza mutua por ambas partes para que funcionen correctamente. Así se facilita la convivencia, sin necesidad de tener que estar en “plan controlador”. Los resultados se verán a corto plazo en la mayor parte de los casos. Y teóricamente, este tipo de medidas favorecerán el incremento de la productividad de estos trabajadores debido a que trabajarán más a gusto, conciliando su vida laboral y personal.
Es más, este tipo de medidas también se pueden ir implantando a aquellos trabajadores que se lo ganen, en función de sus méritos porque esto también tiene que ser algo que se merezcan los trabajadores.
Esto nos va a evitar tener excesiva rotación y conseguir evitar la fuga de talento a otras organizaciones. La retención de nuestros trabajadores y la atracción de nuevos talentos no van solamente vinculadas a las políticas salariales ya que muchas veces se valoran mucho más este tipo de medidas que ayudan a los trabajadores a poder llevar su vida por el camino que necesitan.
Así que tenemos que cambiar “el chip” para poder mirar al futuro con garantía de crecimiento y bienestar.
Tenéis que estar predispuestos a cambiar y adaptar la flexibilidad a las peculiaridades de vuestra organización y a las necesidades de vuestros trabajadores. Por intentarlo no perdéis nada.
4 comentarios:
En España (y en algunos países de Latinoamérica) existe un pequeño pero importante problema que no permite las condiciones necesarias para implementar medidas de conciliación laboral en las empresas...Hablo de la cultura.
He estado involucrado en procesos piloto de desarrollo de conciliación con resultados bastante negativos en un 80% de los involucrados, al parecer 8 de cada 10 españoles no "pueden" trabajar de forma eficiente si no se encuentran en la oficina. Factores como la falta de atención, de concentración, de organización, el escaqueo y la tentación de encender la tele o de navegar en Internet son demasiado fuertes para nuestra cultura y al parecer ya no son las empresas sino los trabajadores los que ponen trabas para poder conciliar con una fórmula ganar-ganar...
Hola SM,
Ciertamente no tenemos cultura de conciliar, fundamentalmente los trabajadores. Desgraciadamente sino estamos en la empresa bajos los controles que eso supone nos evadimos hacia terrenos no productivos.
Lo que pasa que muchas veces son los trabajadores los que reclaman este tipo de medidas y no se dan cuenta que la empresa no tendrá inconveniente en implantar este tipo de medidas siempre y cuando no baje la productividad por ello.
En la gran mayoría de los casos baja la productividad por que muchos confunden la flexibilidad con vaguear y la libertad y confianza con el libertinaje. Son los trabajadores los que más tienen que cambiar para conseguir en realidad políticas de conciliación de su vida personal y laboral.
Soy optimista y espero que consigamos cambiar nuestra mentalidad española a este respecto.
Gracias por colocarme entre sus blogs recomendados. Este blog está entre mis favoritos.
Alberto Enrique
Hola Alberto,
Gracias por visitarme.
Estamos en contacto.
Saludos,
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