Cuando las organizaciones seleccionan a personas que están finalizando o que acaban de terminar sus estudios para la realización de prácticas son conscientes de la inexperiencia de los mismos. También se sabe que, en la mayoría de los casos, les falta experiencia laboral en el área de sus estudios y que, por lo tanto, van a requerir una formación práctica a conciencia desde el primer día de su incorporación.
No se pueden pedir grandes requisitos a estos candidatos porque no olvidemos que se incorporan a través de una beca o en prácticas, por lo que no hay vinculación contractual inicial. Hay veces que se requiere que hayan cursado una licenciatura, diplomatura o grado superior concreto para poder optar a esas prácticas, aunque no es lo más fundamental. Lo imprescindible, bajo mi punto de vista, es su predisposición y actitud hacia el aprendizaje. Cada vez más, los seleccionadores de este tipo de perfiles tenemos que fijarnos en sus ganas de aprender y en sus motivaciones personales hacia estas prácticas. La empresa va invertir tiempo en enseñarles, por lo tanto, tiene que saber a quien elige; lo que aprenden se queda ya para ellos, continúen o no en esa organización. Quizás el conocimiento específico del trabajo no les sea de mucha utilidad, pero sí les servirán las habilidades transferibles, es decir, aquellas habilidades que luego ellos podrán aplicar a otras tareas.
También debemos ser conscientes de que hay que ser flexibles con ellos. No hay que olvidar que la finalidad principal es que aprendan y que conozcan la realidad empresarial. Hay que tratarlos igual que a los empleados de nuestra compañía porque están prestando un servicio importante para nosotros. Los que demuestren su valía durante estas prácticas pueden tener muchas posibilidades de incorporarse a la plantilla como trabajadores, si es que la empresa necesita incorporar nuevo personal.
Tiene que quedar claro que no se les puede explotar ni abusar de ellos porque esto perjudica seriamente a las organizaciones que realizan esto con las personas de prácticas. Sí que es cierto, que llevarán a cabo un trabajo similar al de un trabajador y la empresa no tendrá grandes gastos económicos por este trabajo, pero tampoco es de recibo que se les obligue a hacer horas extras o se les someta a una presión excepcional.
Por otro lado, los becarios no tienen que olvidar que el convenio de prácticas regula una serie de derechos y obligaciones para ambas partes, no solo para la empresa. Por lo tanto ambas partes adquieren el compromiso mutuo de cumplir con lo estipulado en la firma del convenio.
Algunos becarios se piensan que el realizar prácticas supone continuar sus estudios en una institución en la que se va estar encima de ellos en todo momento. Aquí están equivocados. La empresa debe preocuparse de su formación; no es una formación tipo colegio como algunos se piensan. Se les irán mandando tareas de menor a mayor dificultad en función de su evolución. Parte del aprendizaje, como he dicho, no es teórico, sino de cómo llevar a cabo un trabajo, desarrollando capacidades de organización, de expresión, de trabajo en equipo, de trabajo individual...
Tendrán que aprender a saber afrontar las dificultades y a buscarse la vida en el desempeño de las prácticas por si mismos. Las prácticas suponen un cambio en el aprendizaje. No es ya un profesor el que les dotará del conocimiento. El trabajo implicará otro tipo de aprendizaje que tendrán que aprender, a veces, cometiendo equívocos, otras veces, con la ayuda de sus compañeros.
Tienen que ser concientes de que las personas de la empresa que supervisan sus prácticas van a preocuparse de su evolución. Eso sí, esto no supone estar constantemente encima de ellos porque estas personas también tienen que hacer su trabajo diario, además de enseñarles y supervisarles.
Si algún becario se encuentra con alguna dificultad tiene que hacérselo saber a sus compañeros para que le ayuden. Igualmente sino están contentos con las prácticas, lo tienen que hacer saber y así, buscar una solución. Si no hacen esto, los becarios están demostrando que no están preparados para este paso después de su formación en colegio o universidad. Son aspectos como el desinterés, apatía, falta de iniciativa, nulo interés por aprender, falta de recursos, etc. que no han sabido desarrollar y se han quedado en un paso intermedio, algo infantil, por llamarlo de alguna manera. Así que ya sabéis, si algo no os gusta hacerlo saber.
No estoy dramatizando. La falta de adaptación de los estudios medios y superiores de España a la vida empresarial es una realidad. La enseñanza no está adaptada a las necesidades reales del mercado laboral. Prueba de ello es que, cada vez más, los alumnos salen menos preparados a nivel práctico para dar el salto a la vida profesional.
Hace unas semanas me quede muy sorprendido ya que una persona de prácticas de mi organización se mostraba muy introvertido con sus compañeros y tenía una actitud distante hacia las tareas que se le encomendaban hasta el punto que no las acababa, sin explicar los motivos. Su evolución de aprendizaje era lenta. Pasados unos días decidió, sin pedir permiso, salir de trabajar antes de su hora en varias ocasiones.
Se tuvo una reunión con él para hablar de su caso. Su responsable y Recursos Humanos creíamos que tenía algún problema personal. En esa reunión, descubrimos que no se trataba de ningún problema personal sino que se aburría en las prácticas. Él aducía que no se le formaba como en el colegio, ni se le resolvían los problemas y, es más, que se le mandaban tareas que antes de comenzar las prácticas no dominaba.
Se le clarificó que la finalidad de unas prácticas es aprender cosas nuevas y que esto requería un esfuerzo extra por su parte para conseguirlo. En el trabajo todos nos tenemos que enfrentar a retos constantes frente a cosas que no dominamos y que nos exigen buscarnos la vida. También se le explico que otra parte del aprendizaje es expresar su opinión a su superior.
Él basó esta falta de comunicación en su timidez y, obviamente, no hay que confundir ésta con el pasotismo que demostraba su actitud. Por otro lado se le indico que a pesar de que pudiese tener más o menos razón, la había perdido en el momento que se tomo la justicia por su mano, incumpliendo sus obligaciones básicas al ausentarse sin justificación ni permiso.
Al no ver por su parte un avance, se procedió finalmente a rescindir el convenio de prácticas. Eso sí, intentamos hacerle ver por su propio bien, sin conseguirlo, que este tipo de comportamiento le ayuda muy poco y que decía muchas cosas negativas de él que, sino las cambiaba, le iban a traer problemas en el mundo laboral.
Por lo tanto, las personas jóvenes que vayáis o que estéis realizando prácticas tenéis que tener claro que la empresa no es un colegio en el que van a estar una y otra vez encima vuestro para corregiros vuestros errores. En las prácticas tendréis que demostrar vuestras actitudes y aptitudes que les hagan ver vuestra valía.
Obviamente esto no quiere decir que no os vayan a ayudar cuando os encontréis con dificultades. Previamente, tendréis que intentar ser autosuficientes y demostrar iniciativa buscando una solución. Lo importante no es que lo hayáis conseguido solucionar sino el que lo hayáis intentado solucionar.
Debéis ser conscientes de esto porque, en los trabajos, no os vais a encontrar con todas las cosas echas como hasta ahora; en la empresa os van a pagar por realizar un trabajo en el cual vais a tener que buscar multitud de soluciones, para resolver problemas que surjan en el día a día. Por lo tanto, durante vuestra vida de estudiantes, deberéis comenzar a ser, lo antes posible, autosuficientes. Recordad que no vais a tener siempre alguien que os solucione vuestras dificultades.
6 comentarios:
La verdad es que este es un post muy positivo para animar a los estudiantes de los últimos años a que puedan afrontar las etapas inciales de un primer empleo. Comenzar un trabajo por primera vez es una experiencia que te marca para toda la vida.
Hola SM,
Eso pretende este post intentar mostrarles la realidad para que así sepan dar importancia a su actitud y comportamiento para evitarse problemas por no saber estar a la altura de las circunstancias.
Sigo tu blog de vez en cuando y tengo que reconocer que el mundo de los RR.HH. me parece apasionante. Bueno, en realidad, muchas actividades me parecen apasionantes, pero eso es otro tema.
Te escribo para conocer tu opinión sobre un asunto, si es que tienes alguna experiencia en este terreno.
Yo soy licenciado en Filosofía y Letras, trabajando actualmente en investigación (doctorado).
Recientemente he tenido conversaciones con personas que dicen que las empresas tienden a no querer gente que ha estudiado el doctorado porque suelen ser considerados vagos. Yo, que en principio, no puedo decir qué haré el día de mañana porque está muy complicado el terreno laboral, nunca he despreciado la idea de reciclarme y meterme en el mundo de la empresa, pero parece que hay quien piensa que los de letras sólo valen para puestos de baja cualificación. En mi caso, con un expediente bastante bueno, una capacidad para el aprendizaje desarrollada, creatividad e iniciativa para el trabajo, creo que un inútil no soy. De hecho, la autodisciplina que exige hacer un doctorado, por la cual te tienes que marcar unos objetivos y cumplirlos no me parece nada a despreciar. Sin embargo, no considero que por ser doctor en tal área luego vaya a arrasar en cualquier cosa que me proponga, pero creo que con humildad, trabajo y la formación correspondiente, alguien como yo podría aportar activos a una empresa llegado tal caso. La cuestión es que, aunque puede que me dedique a la docencia, cuando menciono otras posibles vías que no impliquen trabajar como reponedor o administrativo, parece que la gente lo toma a broma.
¿Qué opinas al respecto? ¿Está así organizado el mercado laboral de cara a los licenciados/doctorados en Humanidades? ¿Son tan pocas las oportunidades alternativas a las interinidades/posible funcionariado?
Gracias por tu atención, te seguiré leyendo de vez en cuando.
Hola José,
En primer lugar darte las gracias por participar.
Respecto a lo que comentas esta claro que las personas que decidimos cursar una carrera de letras lo tenemos más complicado a la hora de acceder al mercado laboral empresarial que los de carreras técnicas.
Sin embargo indicarte que una persona con tu perfil que decide realizar el doctorado y dedicarse al área de investigación no tiene porque cerrarse ninguna puerta.
Esta claro que la gente que cursa tu carrera suele tener más fácil el enfoque hacia la docencia.
En caso de que en algún momento decidas dar el salto a la empresa privada simplemente tendrás que determinar hacia que área de la misma quieres dedicarte para enfocarte hacia la misma a través de diferentes medios.
Además lo que comentas con trabajo, esfuerzo, humildad y la preparación correspondiente uno puede llegar a donde se proponga.
Los comienzos nunca son fáciles. Por lo tanto no te dejes influenciar por lo que te puedan comentar otras personas.
Para mi es importante separar la figura de la beca (para no titulados, se complementa su formación con estancias en empresas, en algunos casos requiriendo tener el 50% de los créditos superados) de las prácticas, más concretamente de los contratos en prácticas (marco contractual donde por un máximo de 2 años un recien titulado puede trabajar con un salario menor).
Y en España hay gente que se pasa esta diferencia por donde quiere, conozco becarios que son titulados hace más de 5 años, un abuso en el que se ponen de acuerdo incluso colegios de ingenieros con las empresas.
Para mí, una beca es una beca, y un contrato en prácticas es una fórmula para contratar titulados en sus primeros años. El problema es que se mezcla en empresas, algunas, sin escrúpulos.
Saludos,
JP
Historias de JP
Hola JP,
Esta claro que hay que diferenciar las becas de los contratos en prácticas.
Por supuesto que hay empresas que se pasan por encima los plazos y los requisitos de estas modalidades contractuales para recién licenciados buscando darle la vuelta con el único fin de abusar de las mismas.
Así que se tiene que controlar que las empresas cumplen con la legalidad.
También comentar que los recién licenciados tienen que tener claro a que van y que se les va a exigir una serie de obligaciones además de sacrificios.
Hoy en día hay jóvenes recién salidos de la universidad que sin esfuerzo alguno pretenden encontrar el mejor trabajo que cuesta tiempo y esfuerzo.
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