Nadie puede discutir que España es el país de la titulitis, donde se incentiva que las personas acumulen títulos porque sí. Se valora el solo hecho de tener algo más y no los conocimientos que les vayan a aportar nuevos que les permitirán evolucionar. No es bueno carecer de todo tipo de formación pero tampoco lo es formarse en exceso. Debemos usar el sentido común y llegar al punto intermedio.
En esta entrada, quiero abordar el tema de si es imprescindible la titulación para poder ejercer una profesión de forma adecuada.
Así que hago la pregunta: ¿El estar titulado permite estar más capacitado para ejercer una profesión?
La respuesta, tampoco es tan fácil como un sí o un no categórico. Serán necesarias las respectivas matizaciones.
Partamos desde la hipótesis de que para hacer un trabajo X, es necesaria cierta titulación. No siempre es el caso, pero admitamos la hipótesis, como decía.
El disponer de la titulación exigida abre las puertas de determinadas profesiones. Otra cosa es que realmente se precise.
Analicemos el siguiente ejemplo: Imaginemos una persona joven que comienza a estudiar ciencias empresariales y en el primer curso comienza a realizar prácticas en el departamento financiero de una importante empresa nacional compatibilizando ambas actividades. Lo que comienza como prácticas al año se convierte en relación contractual porque están muy contentos con su evolución profesional. Por diversas circunstancias en el 3 curso de carrera decide dejar sus estudios, sin embargo, sigue desempeñando su puesto de contable con tal maestría que ese mismo año lo nombran responsable del área financiera. ¿Precisa esta persona finalizar sus estudios? ¿Fue el comenzar sus estudios lo que le permitió avanzar profesionalmente?
Personalmente, creo que esta persona llegó a donde está por sus propios méritos porque realmente aprendió desde abajo y demostró su valía. Sus estudios en este momento, son secundarios y mirándolo de forma objetiva no los va a precisar, sin embargo, para poder acceder a otro tipo de puestos más específicos se lo van a exigir y si en algún momento decide cambiar de trabajo, muchas empresas dan el mismo valor a tener la titulación universitaria que a la experiencia aportada. Cuando tiene mucho más valor la experiencia. Sí que es cierto que para avanzar, se ha de reforzar con el aprendizaje de algún tipo de conocimiento, que le permitirá hacer frente a situaciones que no son tan normales en el día a día personal, pero sí en el laboral.
Pero el sistema universitario español, tal y como está concebido, no deja de ser una extensión del colegio, con un nivel, si se quiere, más específico, pero que no da la suficiente práctica para enfrentarse a la realidad de una empresa. ¿Es esto normal? Sinceramente pienso que no porque la teoría, hasta ciertos niveles, es necesaria, pero asimilarla a través de la práctica es fundamental. Sin embargo, a esto se le sigue sin dar valor en nuestro país.
Por lo que no es descabellado afirmar que un buen profesional no sólo lo es por tener una determinada titulación sino que es mucho más que eso.
Curiosamente, determinadas profesiones como veterinaria/o, medica/o o enfermera/o sí que es preciso tener la titulación además de una formación práctica, que por las características de la formación, es fundamental hacerlo. Sin titulación es imposible tener conocimientos para poder efectuar una operación con garantías de seguridad. Aun así, siguen existiendo personas ejerciendo este tipo de profesiones sin estar titulados, en condiciones higiénicas deplorables. El precio suele llevar a las personas en búsqueda de ciertas operaciones de cirugía estética a ponerse en las manos de gente que no dispone ni de la formación, ni experiencia adecuadas para llevarlas a cabo de forma segura.
También existen profesiones en las que tradicionalmente no ha hecho falta titulación aunque sí experiencia, pero que recientemente sí se exige:
Monitor de esquí. Y pregunto yo ¿Esto lo hacen por negocio o por necesidad? Efectivamente, el aprendizaje del esquí conlleva ciertos riesgos que el monitor ha de saber transmitir y saber resolver de forma rápida y eficaz si surgen problemas. Pero no es discutible, que estas “nuevas titulaciones” no son ni mucho menos económicas, por lo que parecen más un negocio que un requerimiento.
Sí que se dan casos en los que hay falsificación de titulaciones. Afortunadamente, no muchos. Pero, sobretodo si las labores ponen en riesgo a terceras personas, un buen profesional haría todo lo posible para disponer de los requisitos necesarios para que no haya víctimas de un mal trabajo.
Otro ejemplo claro es el de los agricultores, que aprenden tras años de llevar a cabo su trabajo. No existe titulación al respecto, pero pueden llevar a cabo su labor sin problemas.
Está claro que las titulaciones tienen importancia aunque hay que darles el valor preciso y no sobrevalorarlas. Sin embargo, no se presta nada de atención a las competencias y actitudes que exigen o precisan determinadas profesiones o actividades. También es importante nuestro comportamiento y la forma de efectuar las cosas que van más vinculadas de lo que nos pensamos con la personalidad de cada uno de nosotros.
Siempre con este tema surge la controversia de si los grados de formación profesional son equiparables a las titulaciones universitarias. Desde mi punto de vista, creo que si porque la formación profesional es eminentemente práctica y esta más enfocada a las necesidades empresariales. Sin embargo, este debate lo dejo para otro día.
Debemos reflexionar todos sobre este tema de las titulaciones y hacer examen de conciencia sobre si todos los requisitos que se piden para ejercer determinada profesión son estrictamente necesarios o no.
¿Qué opináis de esto? ¿Cuál es vuestra experiencia?
lunes, 31 de agosto de 2009
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6 comentarios:
Hola, creo que aprovechar el paso por la Universidad puede dar una forma de estructurar las ideas, soluciones ante problemas, en base a lo que se aprende y aprehende, que complementan la parte práctica del mundo laboral. En cualquier caso, siempre que se aproveche el paso por la Universidad. La formación es un medio, no un fin en sí mismo.
Hola Anónimo,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
La verdad que la Universidad ayuda siempre y cuando se tenga claro como aprovecharlo y desarrollar las carencias que tiene. El problema sigue siendo su componente demasiado teórico alejado de la realidad empresarial.
Saludos,
Juan
Desde luego que con los mundos que corren creo que la universidad hace una función muy importante, no sólo por formación sino por el facilitar el acceso a una visión del mundo un poco más amplia.
La Universidad ha de recibir la importancia que tiene, no es un centro de capacitación laboral, para lo cual ya existe, mejor o peor estructurada, la Formación Profesional. La importancia que las empresas conceden a la universidad, desde mi experiencia y mi punto de vista, radica en la confianza de que quien ha finalizado una carrera, ha demostrado para conseguirlo (salvo excepciones): constancia, disciplina, capacidad de sacrificio y de aprendizaje, y un interesante nivel cultural. De tal manera que la titulación universitaria se convierte en garantía de estos valores y simplificador de la selección de candidatos.
Respecto al ejemplo que ponías del chico con experiencia laboral demostrada pero sin titulación, si desea un cambio de empleo o bien lo hace por medio de contactos o difícil tendrá que un departamento de RRHH o empresa de selección lleguen a considerar su candidatura. Se estaría como tantas veces ocurre descartando un candidato válido, curiosamente si en este caso se utilizara como fuente de reclutamiento un sistema basado en las redes sociales, esa candidatura valida podría tener un futuro en contraposición con lo que ocurriría siendo gestionada por medio de un portal tradicional, la cual se habría descartado de inicio.
Hola Manuel,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
La universidad aporta una visión del mundo importante aunque desde mi punto de vista no tan global y real como debería ser porque los profesores universitarios aun no tienen contacto directo habitual con las empresas de cualquier sector y eso es muy necesario.
Saludos,
Juan
Hola Oscar,
Gracias por pasarte y participar en mi blog.
En efecto, el acabar con éxito estudios universitarios son demostrativos a priori de muchas de esas capacidades que nombras. Aunque no es lo mismo demostrarlo en el mundo del estudio teórico que en la práctica empresarial y de esto hay bien poco aun en la Universidad. Deberían de tener muchas más practicas y contacto con las empresas.
Luego el caso que comento es como tu bien indicas. Podrá cambiar de trabajo sin problema si lo hace mediante contactos de algún tipo que den buenas referencias de el y se valore exclusivamente por encima de todo su experiencia en esas funciones. En caso de que opte por oferta de trabajo mediante presentarse se quedara en el camino porque en el 95% de esas ofertas se exigen estudios universitarios y los seleccionadores si no los tiene no miran mas lejos cuando en más de un caso se debería de hacerse.
Saludos,
Juan
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