viernes, 24 de abril de 2009

TRABAJADORES TÓXICOS

Cada vez se aprecia más lo que cada trabajador aporta a las compañías en cómputos globales para determinar su verdadero valor en comparación con el resto de compañeros. O lo que es lo mismo, se busca el valor añadido que aportáis cada uno.

Es consabido que para producir a pleno rendimiento, influye mucho el ambiente de trabajo existente a la hora de desempeñar el trabajo. Porque el encontrarse a gusto con la empresa, con los compañeros y responsable es vital para desarrollarse plenamente a nivel laboral ayudando a dar lo máximo de uno mismo.

Sin embargo, hay muchas compañías en nuestro país que prestan escasa atención al ambiente que se respira en el interior porque piensan que es algo intrascendente, porque no se paran a pensarlo objetivamente. El máximo potencial de las empresas son sus trabajadores y el que estén a gusto debería ser prioritario para ellas, ya que influye directamente en su rendimiento y motivaciones.

Muchas veces hablamos de los jefes inadecuados que crean problemas, sin embargo, también hay muchos trabajadores problemáticos o conflictivos que hacen la vida imposible a todos los de su entorno laboral cercano y hasta lejano si se les da la oportunidad.

Son trabajadores que tienen como meta ir al trabajo a trabajar relajadamente o aparentar que trabajan y como fin primordial fastidiar al prójimo todo lo que se pueda. Son personas que están reñidos con todo el mundo porque ellos son diferentes al resto.

De cara a sus compañeros y responsables, dicen a todo que sí de buena gana para aparentar y después hacen lo que quieren porque van por libre, sin hacerse cargo de nada ni de nadie, independientemente de las consecuencias que esto pueda conllevar a la compañía. También se dan los casos, que estos trabajadores dirán a todo que no porque les encanta entrar en confrontación para desquiciar a todos sus compañeros.

Estas personas suelen tener un responsable adecuado y unos compañeros excelentes que intentan de todo para mejorar la relación pero sin éxito porque el problema está en el trabajador tóxico que nada le va bien. Por supuesto, esto termina por enrarecer el ambiente del equipo y desquiciar a sus jefes. Estos trabajadores van con actitud prepotente y chula, riéndose del resto; eso sí, lo hacen de forma inteligente e irónica para guardar las apariencias. De la misma forma, se “escaquean” de trabajar, buscando cualquier excusa mientras el resto de sus compañeros no paran de “currar” teniendo que asumir, además, las funciones del “tóxico”. Da igual lo que se intente; nada funciona porque le importa tres pepinos, dicho vulgarmente y buscan el punto de ebullición de todo el mundo hasta encontrárselo.

Al final la situación se vuelve insostenible, creándose tensiones entre todos los miembros del equipo por su culpa. Es más, algún compañero, a la mínima oportunidad, pedirá un cambio de departamento para no tenerlo al lado o según lo apremiante de la situación, se irán a otra empresa por no aguantar esa tensión diaria no solucionada.

La empresa tiene que preguntarse ¿Hasta cuándo aguantar esta situación? ¿Cómo reconducir a este tipo de trabajadores?

Lógicamente, la empresa no debe tolerar a este tipo de trabajadores conflictivos que van generando problemas allí por donde pasan y con quien tratan. El problema surge cuando estos tienen talento y valor en su campo, aportando un trabajo eficiente cuando se centra en ello.

Sinceramente, creo que la respuesta no es fácil, pero considero que no hay que sacrificar el bienestar y el futuro del resto de trabajadores por un par de trabajadores de este tipo, independientemente de que sean unos eruditos en su área. Son imposibles de reconducir si ellos no están dispuestos a hacerlo asumiendo que lo suyo no es normal y que necesitan de ayuda severa para hacerles ver cuál es la conducta correcta y darle herramientas para solucionar por si mismos los males causados a su compañía y compañeros.

Fallaron muchas cosas para permitir seleccionar a este tipo de individuos y por no detectar esto en el período de integración al puesto de trabajo. Es imposible poder descubrirlo siempre porque algunos de estos trabajadores tienen una doble cara, interpretando muy bien su papel. Siempre vamos a tener que conseguir la convivencia entre trabajadores de todo tipo; la mayoría son adaptables y muy pocos son radicales en algún aspecto.

Pienso que el valor del grupo y del trabajo en equipo tienen que estar por encima de lo que pueda valer una persona que sea extremadamente conflictiva porque las empresas llegan ha ser lo que son por la totalidad de sus miembros y no por unos pocos, a pesar de que puedan aportar más.

Contra este tipo de personas “tóxicas” hay que actuar rápidamente. No hay que ponerse a su altura; simplemente, tras buscar alternativas que no funcionan por su actitud y comportamiento, lo mejor es proceder a deshacerse de este tipo de personajes que, con el tiempo, será un beneficio para la empresa. Sino conseguiréis que muchos trabajadores competentes de vuestra empresa se vayan frustrados por este tipo de personas que, consciente o inconscientemente, estáis tolerando.

También añadir que no hay que confundir trabajador extravagante con tóxico porque los primeros son especiales pero reconducibles con un seguimiento personalizado por la compañía.

Post dedicado a todos aquellos que tocan las narices al resto.

8 comentarios:

Rosa dijo...

Para los responsables de la gestión de personas, debe ser uno de los aspectos impostergable estar atentos a la presencia de estos empleados "tóxicos" porque enrarecen el clima laboral.
Muy buen post!!

Brisha, la venganza dijo...

Por desgracia esto que comentas es una verdad del dia a dia de una empresa. Pero que es facilmente subsanable. Despido Interno lo llama el propietario de la empresa donde yo curro ahora..

Por suerte no he tenido el "honor" de cruzarme con ningun elemento de estos.. o quizas lo sea yo...

Al trabajo no solo vamos a trabajar, pasamos 1/3 de nuestra vida en el curro, vamos para realizar una tarea que debe enorgullecernos, que nos tiene que enriquecer y nos tiene que gustar. Independientemente de eso, debe estar bien remunerada (por desgracia esto es otro punto donde los empresarios fallan mucho, pagando dinerales a quien no lo merece y dejando de lado a los buenos trabajadores).

No obstante personalmente estoy muy contento de no tener "toxicos" de estos, en mi empresa en jefe es una persona capaz, los compañeros son buenos profesionales y pese que de vez encuando tenemos nuestro minuto de desconexion (yo lo aprovecho para leerte) todo va bien y nos compenetramos bien... El dia que me pagen como dios manda dire que esto es el paraiso.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Rosa,

Por supuesto, el departamento de gestión de personas tiene que estar muy al tanto de este tipo de trabajadores para tomar las medidas que se requieran.

Descuidar el control de estas cosas puede hacer que el clima laboral de las compañías llegue a niveles insoportables.

Saludos,

Juan

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Brisha,

Gracias por participar.

Este tipo de trabajadores existen y lo mejor es no encontrárselos. En caso de tener la suerte de padecerlos hay que ponerle medidas rápidas y muchas veces si no reaccionan la única solución es decirles amablemente “hasta siempre”.

En el trabajo pasamos gran parte de nuestro tiempo por ello es importante estar contento. Debemos desarrollarnos profesionalmente dentro de lo posible. Si que es cierto que muchas veces las remuneraciones dejan mucho que desear aunque ahora mismo con tener trabajo ya se puede dar uno por contento.

Me alegro que en la actualidad tengas un buen ambiente de trabajo y ya veras como en un futuro cercano mejora tu salario.

Saludos,

Juan

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Ante un empleado tóxico, al igual que ante un jefe tóxico... cuanta menos relación personal mejor. Cuanta menos cercanía mejor, porque quien es así también es manipulador y cuando te muestras noble toman su tobleza como sumisión.

Como siempre, no es tanto el cargo ni el puesto sino la calidad humana de las personas la que hace que un ambiente laboral se enrarezca o no.

Un abrazo, Juan.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Concha,

Gracias por pasarte y participar.

Por supuesto, este tipo de personas cuanto más lejos mejor sobre todo no involucrarte con ellos a nivel personal es lo mejor. Siempre las personas toxicas intentan manipular al resto sin dudarlo un momento.

La calidad humana de cada persona es lo que realmente importa independientemente del puesto que ocupara. Esto hará las cosas más llevaderas o insostenibles.

Un abrazo,

Juan

Nacho Muñoz dijo...

¿El doctor House sería un "tóxico" o un "extravagante"?

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Nacho,

Desde mi punto de vista el Doctor House es bastante extravagante y yo lo dejaría ahí. Sin embargo tendremos opiniones que digan lo contrario. Eso si, a mi no me gustaría trabajar con el.

Saludos,

Juan