lunes, 29 de junio de 2009

EL 80% DE LAS OFERTAS DE TRABAJO ESTÁN OCULTAS

Recientes estudios de varias consultoras han dejado al descubierto que, en la actualidad, sólo el 20% del total de ofertas de trabajo salen a la luz a través de cualquiera de las herramientas que les da visibilidad (portales de empleo, consultoras de recursos humanos, empresas de trabajo temporal, periódicos, webs de las compañías, etc.) Es decir, esto significa que el restante 80% de las ofertas de empleo permanecen ocultas y se dan a conocer por el boca a boca (más conocido como networking).

Los contactos personales y profesionales adquieren mayor relevancia en la búsqueda de empelo y son a los primeros que debéis manifestar que buscáis trabajo y qué tipo de puesto para ver si os pueden ayudar.

Actualmente, con el parón económico, las empresas están decididas a ahorrarse costes como puede ser en el reclutamiento de personal y, por lo tanto, deciden congelar la externalización y publicación de sus procesos que les supone mucha inversión con unos resultados mediocres.

Así, cuando tienen necesidad de cubrir según que puesto de trabajo, lo comunican a todos sus empleados para ver si conocen alguna persona de su entorno cercano que cumplan el perfil y que puedan estar interesados en trabajar en su empresa. De esta forma, las empresas se ahorran bastantes pasos porque las personas que opten ya vienen recomendadas por trabajadores de la casa que hace que las entrevistas se planteen de otra forma.

No olvidemos que de esta forma las empresas están fidelizando a sus trabajadores porque dan prioridad a familiares y amigos para entrar a trabajar en sus compañías y esto es de agradecer en los tiempos que corren. ¿Qué trabajador no tiene hoy en día algún familiar, amigo o conocido en el desempleo? Pues, desgraciadamente, muy pocos.

También suele ocurrir que muchas empresas, a la hora de cubrir vacantes, utilizan candidatos de su base de datos, que puede haber llegado a la compañía mediante autocandidatura o porque lo registraron directamente en la Web corporativa. De esta forma, las empresas tienen una enorme base de candidatos a la que pueden sacar mucho partido; eso sí, la tienen que tener actualizada y gestionada de forma profesional.

Las empresas, aun en momentos de desaceleración económica, van a seguir necesitando candidatos por múltiples circunstancias, a pesar de que no las publiquen aparentemente, porque por el motivo que sea, no les interesa o no pueden invertir dinero en esto. Así que los candidatos debéis de ingeniároslas para estar al tanto de dónde salen ofertas; por ello, los contactos son fundamentales para pasaros esta información y poder optar a esos puestos.

La autocandidatura no os dará frutos a corto plazo, sin embargo, os los puede dar a medio o largo plazo siempre y cuando la hagáis de forma adecuada y personalizada indicando que tipo de puestos concretos buscáis.

Las estrategias empresariales van cambiando con respecto a las políticas de reclutamiento, sin ser mejores o peores unas u otras. Sin embargo, debéis ser conocedores de cuáles funcionan en la actualidad para estar operando en su misma frecuencia y no perder oportunidades por falta de información.

Igualmente debéis daros de alta también en las redes profesionales (xing, linkedin, perrosviejos, viadeo, etc.) porque muchas empresas las rastrean para buscar candidatos y ponerse en contacto directo con los que encajen en el perfil, buscado sin necesidad de que estos se hayan inscrito en una oferta de esa empresa.

Es de vital importancia que las personas que buscan empleo en la actualidad estén abiertos a la información y tengan instinto a parte de mentalidad abierta para probar todas aquellas nuevas herramientas donde se mueve algo de empleo.

¿Por qué os resistís al cambio?

viernes, 26 de junio de 2009

DISCRIMINACIÓN POR EDAD

Cualquier tipo de discriminación es perjudicial. En el campo laboral, ayuda al retroceso del avance necesario a la hora de abrir la mente y saber ver más allá de determinados prejuicios que tienen un alto componente cultural y social que hacen mucho daño.

Toda discriminación tiene un potente arraigo cultural difícil de eliminar aunque debemos de luchar contra ello para que de una vez contra todas cambie. Normalmente, está avalada por personas que, en el fondo, tienen miedo e inseguridad en si mismas, por una clara falta de confianza. Suelen sentirse mejor al rechazar a otras personas, pues les pone en un status superior. Pero no deja de ser un autoengaño.

La discriminación es un estado que se expande muy rápidamente, aprovechando la falta de opinión personal o la necesidad de pertenecer a un grupo social. En casos, se trata de un buen lavado de cerebro, del que es difícil salir.

La solución viene dada por una clara tolerancia cero, penalizando cualquier acto que defienda esa discriminación. De no hacerse, terminará por ocasionar daños personales y/o materiales, convirtiéndose en un grave veneno social.

Desgraciadamente, la discriminación por edad en la selección de los candidatos sigue existiendo.

Cuando las empresas tienen necesidades de personal deben elaborar en primer lugar el perfil del puesto, indicando los requisitos imprescindibles que debe tener el candidato. El perfil debe hacer referencia a los estudios, conocimientos, experiencia, herramientas, capacidades, actitudes, aptitudes, etc. que debe tener el candidato acorde para ocupar esa posición. Si en este detallado perfil no se hace ninguna referencia excluyente en referencia a edad ni sexo del candidato, cualquier persona con los requisitos requeridos será válida. Lo importante es que valga para el puesto y aporte algo a la empresa y no cuantos años tiene o si es hombre o mujer. O al menos así lo pienso yo.

Hoy en día no hay motivos objetivos que sostenga el no elegir a un candidato que cumple el perfil por el hecho de si lleva falda o pantalón.

Luego las discriminaciones por edad no tienen justificación a no ser que se deje claro en el perfil. Por ejemplo, si es requisito imprescindible tener 10 años de experiencia en determinado puesto, está claro que una persona de 22 años de edad no cumplirá el perfil por motivos obvios, sin embargo, habrá que asegurarse que hay profesionales que cumplen el mismo. Porque imaginemos que ese requisito excluyente es irreal y hace que una vez comenzado el proceso de selección tengamos que flexibilizar el mismo y al final quedarnos con un candidato que tenia dos años de experiencia. En este caso se estaría discriminado por la edad por la mal definición del perfil. Un recién licenciado de 22 años podría haber cumplido el requisito con la flexibilización.

Es mas nunca hay patrones claros ni categóricos porque podemos tener recién licenciados universitarios con 35 años y personas con 10 años de experiencia con 26 años si comenzaron a trabajar desde muy jóvenes; todo depende como se quiera mirar.

Y si por ejemplo, para un puesto de trabajo se pide como requisito excluyente que sean recién licenciados en determinada rama académica, que más da que el recién licenciado tenga 22 ó 37 años porque eso no es relevante en la oferta. Las circunstancias personales de cada persona son un mundo a parte y no podemos juzgarlas según nos plazca a los entrevistadores y a los empresarios, sin recoger toda la información al respecto para poder sacar conclusiones categóricas de ningún tipo.

Puede ser que esa persona de 37 años lleve estudiando su carrera muchos años porque se haya dedicado a vaguear o porque no pudo comenzar hasta los 32 años sus estudios universitarios por circunstancias de la vida pero digo yo ¿Qué más da? Si se ofrece un puesto júnior y hay quien lo acepta, sea cual sea su edad, ¿por qué hay que discriminar por este factor?

El problema principal radica en que a partir de los 40 años, muchos empresarios y seleccionadores de personal tienen la idea preconcebida de que a esa edad, los candidatos ya no valen profesionalmente hablando porque según ellos están en el principio del fin de su carrera profesional, sin embargo, olvidan que les quedan aproximadamente 25 años (año arriba o abajo) de vida laboral. Entonces ¿Qué pasa?

Hay quienes son de la opinión de que a partir de los 40 años, se tiene ya un rodaje que les hace ser menos adaptables y exige mayor remuneración debido a la experiencia que tienen a su espalda. La gente con larga trayectoria profesional sabe adaptarse porque si quieren sobrevivir al mercado laboral actual que evoluciona todos los días tienen que estar con la mente abierta para continuar avanzando.

La valía se debe de pagar de forma adecuada, porque no hay que olvidar que el incorporar personal experimentado en el puesto a una organización va a hacer que ese rodaje se realice mucho antes, siendo productivos considerablemente antes que una persona sin experiencia de ningún tipo. Si bien hay gente ambiciosa, es cierto que a partir de los 40, se suele valorar otros puntos además del salario.

Reclutar a profesionales más jóvenes supone que, debido a su inexperiencia, pueden ser moldeados mejor y explotarlos laboralmente pagándoles muy por debajo de lo que se debería remunerar por desempeñar ese puesto. Si se actúa así, tarde o temprano, estos trabajadores verán el modus operandi de la empresa y se marcharan a la mínima oportunidad que tengan.

Las personas mayores de 40 años también pueden trabajar y merecen una oportunidad. Incluso, por contratarles, los empresarios reciben cuantiosas subvenciones y exenciones que es un punto a tener en cuenta. No obstante, esto también es discriminación, aunque sea positiva. Puede conllevar que un profesional más joven se quede en la calle porque el mayor de 45 es más ventajoso para la empresa. En estos momentos críticos de la crisis, toda ayuda es necesaria.

Si se descarta a un profesional de 40 años, debería ser por incumplir algún punto: no hablar ingles, falta de formación... pero no por la edad. El primer caso es por motivos objetivos y en el segundo por motivos subjetivos que no tienen justificación.

Además no olvidéis que es muy bueno para las organizaciones tener variedad de trabajadores de diferentes edades porque se complementan muy bien unos con otros, apoyándose los unos a los otros en sus carencias y virtudes.

Así que ya sabéis: la edad no importa a la hora de seleccionar a los candidatos para los puestos de trabajo sino que lo que debe de contar es si cumplen el perfil o no. Como profesionales de recursos humanos, tenemos que defender esta visión aperturista y justa ante quien sea porque vuestro papel debe ser seleccionar a las personas que mejor encajen con el perfil elaborado y si no es así que os lo hagan saber desde un principio para que obréis en consecuencia.

miércoles, 24 de junio de 2009

MÁSTERES GRATUITOS ¿PARA TODOS?

No suelo comentar noticias, ni las acciones del gobierno u oposición, pero hace ya tiempo que escuché unas declaraciones y no he podido por más que escribir esta entrada.

Cuando creíamos que ya habíamos oído cosas demasiado sorprendentes nuestro presidente, el señor José Luís Rodriguen Zapatero, nos sorprendió en el pasado debate sobre el estado de la nación con el anuncio de que “el Estado facilitaría 70 millones de euros para pagar a los parados másteres públicos”.

Como era de esperar, poca más información ha transcendido de cómo se hará ni cuándo. Prometer sin concretar es muy fácil para los políticos. Esto, visto de forma generalista y sin profundizar, parece maravilloso, sin embargo, vamos a pasar a analizarlo.

PRIMERA LIMITACIÓN: Lo poco que se sabe es que con esa dotación de 70 millones se pretende cubrir la matrícula de másteres oficiales en una de las 50 universidades públicas para los parados de entre 25 y 40 años. Pero cuidado: según el discurso oficial de Zapatero, sólo parados con derecho a prestación. Toda discriminación sea positiva o negativa es mala. Pero... ¿no sería mejor ofrecerlo para mayores de 40 años? No olvidemos que son un colectivo que se encuentra con mayores dificultades para colocarse, independientemente de su formación y experiencia. De esta forma tendrían más posibilidades de ser atractivos para las empresas que se muestran reacias a contratarles por una mala perspectiva de la situación.

Los parados, cobren prestación o no, señor Zapatero, son personas que buscan trabajo. Y cuando a uno se le acaba aun está más desesperado y esto quiere decir que sería este grupo de personas, aquellos a los que se les ha acabado la prestación, a los que más se les debería ayudar. Ya no tienen ningún tipo de ayuda y lo están pasando francamente mal. ¿Qué solución tiene para ellos?

SEGUNDA LIMITACIÓN: para acceder a este tipo de postgrados se exige como requisito imprescindible ser diplomado o titulado universitario. La lógica haría pensar que seguiría siendo así... o ¿se abrirá a más personas?

No olvidemos que los licenciados y diplomados universitarios al estar más formados son las personas que menos inconveniente tienen en encontrar trabajo a pesar de que las cosas estén muy mal también para ellos. Quienes peor lo pasan son las personas que no tienen excesiva formación y que ocupan puestos menos cualificados. ¿No sería preferible subvencionarles a ellos ayudas para poder cursar estudios universitarios o del nivel que precisen? O por el contrario ¿abrir el abanico de cursos adecuados a la realidad empresarial? El gran problema de estos cursos muchas veces es su falta de calidad y la poca aplicación para el entorno empresarial.

Por supuesto, soy partidario de dar ayudas pero no pagar toda la matricula porque de esta forma la gente no valora la formación, independientemente del programa; al ser gratuita no les supone ningún esfuerzo. Personalmente, exigiría pagar una parte de la matricula en forma de fianza y solo a aquellos que acaben y aprovechen los cursos concedidos se les devolvería. Por el contrario, los que los abandonen sin justificación la pierden. Seguro que muchas cosas cambiarían.

¿Ayudará el máster a salir del desempleo? Sinceramente, lo dudo mucho. Actualmente, hay profesionales desempleados con másteres de las temáticas más diversas realizados tanto en instituciones publicas como privadas. La formación ayuda a abrir el abanico formativo y estar más preparados. Pero es extensible a formaciones de cualquier tipo, que han de tener como fin principal, el aprendizaje de calidad y no crear falsas esperanzas de que un master es una forma de obtener un empleo. A no ser, claro está, que una de las medidas siguientes sea dar preferencia para el empleo a las personas que nuestro gobierno les pago un master o postgrado.

Con este tipo de medidas se incentiva la “titulitis” ¡cómo que no hubiese poca ya en España! Esto hará que los centros formativos públicos y de todo tipo vean su oportunidad y se pongan a ofrecer programas de postgrado para poderse acoger al programa, pero la calidad de los cursos quedará en entredicho, pues para los centros no será más que una forma de obtener subvención pero no se hará tanto hincapié en la calidad de los mismos.

¿Por qué no se ofrecen ayudas parciales para que todos los desempleados mejoren su nivel de idioma extranjero (básicamente, inglés), la gran asignatura de nuestro país? Hay que reforzar las habilidades orales frente a las gramaticales, que sigue siendo la forma de explicar un idioma.

A todos nos gusta que se nos den cosas gratis. Pero no hay un claro control de su aprovechamiento. La cultura de las ayudas hace que muchas personas se vuelvan dependientes, sin intención de salir de su estado de desempleado porque le pagan por estar en su casa. Se debe de ayudar a los que se esfuerzan y tienen interés por hacer cosas para salir del paro.

Deberemos esperar a tener más datos de este anuncio que puede ser que se quede en un rumor que no se concrete o que finalmente se lleve a efecto con las modificaciones lógicas. Lo que está claro es que uno ya no se puede creer ninguna promesa electoral.

lunes, 22 de junio de 2009

¿HACEMOS BIEN LAS REUNIONES?

Es muy habitual en el ámbito laboral oír decir a muchos compañeros “no tengo tiempoel día no tiene suficientes horas para todas las tareas que debo realizar”; sin embargo olvidan que al organizarnos, planificarnos y priorizar las tareas, se puede llegar a todo.

El tiempo es oro aunque no lo parezca y, como decía Séneca, “nuestro tiempo, en parte nos lo roban, en parte nos lo quitan y el que nos queda los perdemos sin darnos cuenta”.

Muchas veces se nos pasa la jornada laboral sin saber muy bien cómo ha pasado porque hicimos muchas cosas pero no las más prioritarias para nuestro trabajo porque te robaron tu tiempo o mejor diría yo que te lo dejaste robar.

Uno de los ladrones de tiempo más perniciosos son las reuniones de trabajo. Siempre he dicho que son la forma más “eficiente” de perder tiempo y dinero para las organizaciones. Suelen ser muchas, largas e inútiles. Debemos saber para qué nos reunimos teniendo un objetivo claro. Mark Twain dijo: “cuando hemos perdido de vista definitivamente nuestro objetivo es entonces cuando redoblamos nuestro esfuerzo”. Dedicamos el doble de tiempo cuando no tenemos claro qué hacer, debemos focalizarnos hacia las metas que previamente hemos identificado.

REUNIONES QUE NO DEBERÍAN LLEVARSE A CABO:

1. LAS REUNIONES “MISTERIOSAS” o sin orden del día: son totalmente improvisadas, en las que uno no sabe si se hablará de los resultados económicos, de la enésima victoria de Nadal, de la interminable crisis o de qué. En el momento de comenzar se lanza el tema elegido que coge a los asistentes por sorpresa, sin datos, sin información... que conllevará una segunda reunión, donde cada uno de los integrantes podrá defender su área. También se habla y habla sin dirección alguna y aunque se traten los temas que el organizador de la misma tuviera en su cabeza, se tarda en llegar a esos temas o simplemente, hace que la reunión sea interminable.

2. LAS REUNIONES “HASTA CUANDO SEA”. Son reuniones sin hora de finalización y son peores que una maratón non-stop de películas pastelonas. No puede ser que duren tanto porque no se está resolviendo el fin del mundo. Debemos aprender a resumir e intentar ser breves. Tampoco es aceptable una subespecie. LAS REUNIONES “AHORA VOY” o “EMPEZAD SIN MÍ”. Suele pasar que quien convoca la reunión no acude a la hora, o deja a sus invitados que empiecen sin él... ¿De qué querrá que se hable si quien la convoca no está? Hay que ser metódicos e intentar, por todos los medios, seguir el horario establecido en el orden del día. Cada tema debe tener su espacio de tiempo y evitar por todos los medios saltar de tema en tema sin orden lógico. Este tipo de reuniones consiguen que sus asistentes se descentren, o saquen a relucir las diferencias con otros compañeros/departamentos, sin venir al caso.

3. LAS REUNIONES “PER TUTTI”. Las reuniones con miles de asistentes que parecen más una quedada de antiguos alumnos del colegio o de la universidad de tu promoción porque hay algunos que no sabes quienes son y te preguntas a ti mismo ¿estos trabajan aquí? A las reuniones deben asistir las personas estrictamente necesarias porque a mayor número de personas se duplica el tiempo de la reunión para no llegar a nada. Hay personas en las empresas que les encanta coleccionar su asistencia a reuniones porque así pasan el rato. Cuantas veces os habéis planteado la pregunta ¿son necesarios todos los que están en la reunión? Incluso... ¿Y a mí, para qué me han convocado, si esto no va conmigo?

4. LAS REUNIONES “ME COMPROMETO A... NO HACER NADA”. Se suele llegar a acuerdos o reparto de tareas con muchas ganas en la misma reunión, pero a los días, todo el mundo se olvida de lo pactado y de las tareas que tienen que hacer porque, al final, nadie lo va a controlar. Eso sí, igual en un mes la reunión vuelve a convocarse, para hablar de lo mismo y comprometerse a... hacer nada.

5. LAS REUNIONES “BATALLA CAMPAL”. Como ya he comentado en el punto uno, las reuniones sin agenda suelen terminar en reproches interdepartamentales o entre compañeros. La cuestión es buscar culpables que no sean uno mismo. Sólo se escuchan excusas baratas y argumentos que vuelven hacia atrás en vez de avanzar. No podemos llevar las reuniones a lo personal porque, naturalmente, cada uno defenderá su postura. Una reunión de este tipo no es como la camorra aunque a veces lo parece y más de uno si pudiese………

6. LAS REUNIONES “OTELO”. Se trata de una reunión monólogo donde suele haber más gente, sin embargo, hay determinadas personas que toman la palabra y ya no la sueltan, hablando y hablando, sin dejar meter baza e incluso, contradiciéndose. Estas personas se equivocaron de carrera y deberían plantearse la faceta teatral para ir de gira.

7. LAS REUNIONES “SÍ, SÍ, QUÉ BONITO ES TODO”: Quizás sean las más peligrosas, pues demuestran la gran hipocresía que existe dentro de las empresas. Todos los asistentes parecen estar de acuerdo con todo lo debatido, pero tras abandonar la reunión les falta tiempo para empezar a despotricar: “¡Fíjate lo que me han hecho! O ¡no me han dejado hablar!... El momento para haber protestado y defendido la postura propia era antes. Nuestro sabio refranero español ya lo dice claro: “habla ahora o calla para siempre”.

8. LAS REUNIONES “AL FINAL DEL HORARIO LABORAL”.Todos tenemos muchas cosas que hacer. Pero si la jornada termina a las 6, no es lógico poner una reunión a las 6. Los asistentes llevan todo el día trabajando por lo que el nivel de atención bajará. Si además, sumamos esta a una reunión “misteriosa”, “hasta cuando sea” y “empezad sin mí”, “per tutti” “batalla campal” “Otelo”... puede llevar a una catástrofe.

Podríamos continuar con más y más tipos, haciendo una lista interminable. Pero me quedo con estos 8 tipos, como pincelada anecdótica. Quiero mostrar con todo esto que las reuniones tienen que ser provechosas para todos, centrándose en los temas a tratar, con la preparación suficiente, el tiempo controlado y los asistentes necesarios. Sólo así, tendremos reuniones eficaces.

¿Qué otro tipo de reunión pérdida de tiempo añadiríais vosotros?

viernes, 19 de junio de 2009

PORTAL JOBSKET

Jobsket es una aplicación web que te permite alojar y publicar tu CV en Internet, rápidamente y sin tener que rellenar largos formularios con todos tus datos. A diferencia de lo que pasa en otros servicios como VisualCV o Easy-CV, en Jobsket basta subir tu CV ya redactado en cualquier formato (word, pdf, etc.).


El aspecto más innovador en Jobsket es que una vez subido tu CV, utiliza la estadísticas que recoge de numerosas webs de empleo para estimar el valor de tu currículum en base a tus conocimientos, localización y experiencia. Pero la cosa no se queda ahí. Jobsket utiliza estos datos para recomendarte trabajos, enviarte alertas a tu correo electrónico con puestos interesantes o hacer disponible tu currículum a empresas que estén buscando candidatos.

Además de esto Jobsket dispone de una sección de mercado donde puedes seguir las estadísticas de los salarios por lugares, puestos de trabajo y habilidades, además de poder encontrar ofertas que se adecuen a tu perfil. Se pueden encontrar estadísticas sobre los mejores y peores salarios en los diferentes lugares y puestos de trabajo lo que puede ser muy útil a la hora de dar el salto a otra provincia o puesto. Además es posible encontrar gráficas que permiten localizar rápidamente salarios destacados dentro de cada criterio.


Por último, otra función interesante que ofrece Jobsket es la de promocionar tu currículum. También te ofrece un widget con tu currículum transformado en miniatura que puedes incrustar en tu página web o blog. De esta forma puedes promocionar fácilmente tu currículum y la gente lo podrá ver y descargárselo en su formato original.

El servicio está disponible para usuarios de España e Irlanda, y se espera expandirlo a otros países.

Desde aquí te recomendamos que lo visites y lo pruebes.

METAS Y OBJETIVOS

Todos nos planteamos metas; otra cosa es que las alcancemos pero, por intentarlo, que no quede.

El tener ganas de seguir evolucionando y la inquietud de tener sueños que alcanzar está muy bien, siempre y cuando tracéis un plan cuantificable que os ayude a alcanzarlo. Muchas veces, las metas no son más que soñar en alto sobre cosas que no llegaremos a realizar nunca, no porque no podamos sino porque no nos planteamos en serio ni de forma realista.

La primera pregunta que nos debemos formular es: ¿Qué queremos alcanzar? Una vez que esto esté claro, deberemos de pasar a la siguiente cuestión: ¿Qué hay que hacer para conseguirlo? ¿Qué plan de acción tenemos?

Las metas han de plasmarse en objetivos por escrito; serán los pasos a seguir para llegar al fin, que no es otro que lograr nuestra meta. Todo aquello que quede plasmado por escrito adquiere cierto compromiso; supone que ya no se quedan sólo en nuestros pensamientos. Será conveniente, pues, marcarse el posible recorrido.

Los objetivos deben ser pocos, importantes, realistas, alcanzables y medibles. Además, al plasmarlos, se ha de permitir cierta flexibilidad, por una sencilla razón: Puede ocurrir que una vez puestos manos a la obra, nos demos cuenta de que habíamos calculado mal y será necesario replantearse alguno de los objetivos para poder seguir avanzando.

Nadie dice que al intentar cumplir los objetivos y metas no surjan inconvenientes. Podemos abandonar a la primera de cambio, si nos surgen muchos problemas, si vemos que no podemos sobrepasar los inconvenientes que van surgiendo. Es el camino fácil ante los problemas, pero no el correcto, en muchas ocasiones. Si nos hemos medido bien las fuerzas y estamos realmente concienciados, nada nos desviará del camino correcto. Así que, antes de comenzar con la planificación, nos tendremos que concienciar y medirnos las fuerzas, es decir, tendremos que llevar a cabo un autoanálisis del esfuerzo requerido y si estamos dispuestos a asumirlo. Si realmente apostamos por ello, tendremos que cambiar ciertos hábitos que nos impiden hacer las cosas de otra forma. Siempre lo hemos hecho así... ¿por qué cambiar? Las cosas tienen muchas formas de hacerse y debemos estar abiertos a otras posibilidades. Os pregunto ¿no es aburrido hacer las cosas siempre de la misma forma? El que hagamos las cosas de una manera no quiere decir que sea la mejor ni la más adecuada.

Las metas son nuestros pensamientos hechos realidad si sabemos ser mentalmente fuertes y llevarlos a ejecución. La motivación es vital para lograrlo porque debemos de creer en nuestras posibilidades siempre que hagamos lo estipulado por nuestra parte para conseguirlo. Porque no olvidemos que sin esfuerzo no alcanzaremos nada. La pereza aparecerá alguna vez, sin embargo, si todo está trazado bien y de forma realista la superaremos. El tirar la toalla es muy fácil pero supone que realmente no teníamos un plan de acción concreto adecuado ni ganas reales de llevar a efecto nuestras metas y objetivos.

miércoles, 17 de junio de 2009

NETWORKING

Todos escuchamos últimamente “networking” en la búsqueda empleo. Cada vez salen menos ofertas de trabajo en los canales usuales. El networking, para aquellos que no lo conozcan, nos permite aprovechar los contactos que tenemos para acceder a ciertas ofertas que puede que no salgan en los medios. Este acceso no necesariamente ha de conllevar un puesto de trabajo, pero sí que facilita el acceso al mismo. Siempre será más efectivo que esperar a que la oferta llegue a nuestros ojos. Network, en inglés, significa, red. Y en eso consiste el networking. En crear una red.

Lo primero que hay que dejar claro es que el hacer contactos profesionales requiere un plan de acción que nos permita enfocarnos y ser constantes para cuidarlos, mantenerlos y que den sus frutos. El networking no consiste en encontrar las personas que nos pueden interesar para encontrar trabajo en el área que buscamos y, en el primer contacto, enviarles nuestro currículo. Actuar así, suele provocar el efecto contrario, haciendo que se muestren reacios. Es algo forzado por nosotros sin tener en cuenta las consecuencias que conlleva al improvisar.

Lo primero que tenemos que pensar es ¿qué podemos ofrecerles nosotros a esos potenciales contactos? Y ¿en qué podemos ayudarles? El hacer contactos profesionales supone pensar en ayudar a los demás, sin esperar nada a cambio a priori hasta que no se genere una relación de confianza mutua.

En primer lugar, recomiendo hacer búsquedas de las personas del área geográfica o sector profesional en que tengamos interés para enfocar nuestra búsqueda. Lo ideal es comenzar por la gente que ya conocemos. En un segundo momento, tendremos que apuntar a personas que no conozcamos pero que nos gustaría conocer. Lo mejor en esta etapa, es buscar alguna persona que tenga conexión con ellos, que os conozca para pedirle el favor que os haga de nexo de unión. Siempre se les puede enviar una invitación de contacto sabiendo porque os interesa tenerles de contacto y que os puede unir para llegar a ellos porque los mensajes generales carentes de contenido se quedan en saco roto. No olvidemos que no es cuestión de almacenar 1.000 contactos, sino que nos podemos conformar con muchos menos, es decir, no importa la cantidad de contactos sino la calidad de los mismos.

Una vez establecido el contacto, debemos dedicar tiempo a conocerlos y cuidarlos, intentando hacer ese contacto personal cara a cara. Siempre que nos escriban o den información, tendremos que responderles y agradecérselo lo antes posible porque es un detalle que se acuerden de nosotros. Debemos saber vendernos en términos globales para que conozcan qué podéis ofrecer y así podernos tener en cuenta en caso de que nos consideren adecuados para ello. Los contactos profesionales consisten en el “hoy por mí y mañana por ti”.

Es una labor que requiere dedicarle su tiempo preciso para que dé los frutos esperados. No es algo tan inmediato como enviar nuestro CV a una oferta para un puesto de trabajo concreto que necesita cubrir una empresa que es algo a corto plazo. A veces las oportunidades profesionales en el networking no tienen por qué venir directamente de vuestros contactos sino de conocidos suyos que les comentan que buscan a alguien con determinado perfil y se acuerdan de nosotros porque encajamos. Por la vía del networking suelen salir puestos de mayor calidad y responsabilidad que por la otra vía.

Los contactos, como con los amigos y la familia: Hay que cuidarlos para que siempre estén ahí y no sólo acordarnos de ellos cuando nos interese. El que no siembra no recoge. Tan sencillo como eso.

lunes, 15 de junio de 2009

DEBEMOS DECIR SÍ A TODO

Nuestra sociedad avanza muy rápidamente en muchas cosas pero en otras, vamos hacia detrás irremediablemente.

El ser humano es social por naturaleza y necesita sentir que pertenece aun grupo que le acepta y que no le rechaza por ser como es. Este querer ser uno del grupo lleva a muchas personas a sacrificar como son en realidad y dejarse llevar por los demás, aceptando sus peticiones y sugerencias a pesar de no compartirlas. Muchas personas siempre dicen sí a todas las peticiones de los demás dejando a un lado sus preferencias y prioridades.

Las personas no podemos sacrificar nuestro poder de decisión por ser aceptados en un grupo. Tenemos la libertad para poder “decir no” cuando así lo creamos. El que nos acepte tiene que hacerlo por lo que somos y no por lo que le hacéis o decís. Dudo mucho que alguien nos rechace de por vida porque les digamos que determinada petición debe esperar de momento porque en ese preciso instante tenemos otras prioridades que atender. De molestarse, demostrarían su egoísmo.

Nuestro tiempo es igual de importante que el de los demás. Así que debemos priorizar las tareas que sean más interesantes para nosotros. Si damos preferencia a las de los demás, nuestras tareas y necesidades siempre se quedarán para el final, pendientes de hacer. Ante todo cada uno debe vivir su vida y no la de los demás.

Tenemos que aprender a ser asertivos y ser capaces de transmitir a los demás lo que realmente pensamos de una determinada situación o petición, es decir, debemos manifestar nuestras emociones abiertamente diciendo a los demás de forma constructiva lo que pensamos. Aprender a decir que no es positivo porque debemos acostumbrar a los demás a que no siempre se va a realizar todo lo que deseamos. Debéis marcar vuestro territorio de forma asertiva y no agresiva.

Imaginemos que en un restaurante al que vamos a cenar nos sacan una copa sucia con carmín. Lógicamente tenemos tres opciones para elegir:

1. Nos callamos y limpiamos nosotros la copa o bebemos por el lado limpio (estilo pasivo).

2. Le montáis un buen follón al camarero, sin educación, diciéndole que nunca más volveréis a ese restaurante (estilo agresivo).

3. Llamáis al camarero y amablemente le pedís que os cambie la copa porque está sucia (estilo asertivo)

Lógicamente ante este supuesto todo el mundo responde que actuaría según el estilo asertivo. Pero, ¿es lo que pasaría de verdad?

Cambiar los hábitos es difícil. También la percepción que los demás tienen de uno mismo. Pero debemos creer en nuestras posibilidades y tener la autoestima fuerte para que no nos avasallen ni manipulen. El decir las cosas claras de forma asertiva tiene la ventaja de que ninguna de las dos partes se siente agredida ni molesta.

Muchos dicen “SÍ” a todo porque actúan en plan pasivo por miedo. No ayuda nada a la autoestima. Pero hay que recordar que todos tenemos nuestros derechos y debemos hacerlos respetar.

¿Qué nos impide cambiar?

sábado, 13 de junio de 2009

CREZIENDO.COM

Recientemente ha visto la luz un nuevo proyecto 100% aragonés, con mucha fuerza y empuje de sus creadores.

Se trata de “Creziendo”. Una Web con diversas secciones enfocadas al desarrollo personal y profesional de cualquier tipo de persona, independientemente de que rol ocupen en el mundo empresarial.

Incluye un blog que trata sobre diversos temas muy relacionados con la gestión empresarial y de personas entre los que destacan:

- La Búsqueda de empleo para ayudar a todo aquel que lo pueda precisar, dando consejos a tener en cuenta para conseguir encontrar trabajo.

- El Desarrollo Profesional en todas sus facetas para saber hacia donde encaminarnos, poder aprender a motivarnos, entre otras cosas.

- Un apartado llamado “Emprendedores”: Una pieza tan importante en nuestra sociedad para continuar avanzando. Por ello se les quiere apoyar con herramientas y consejos acordes a sus necesidades.

- Técnicas de Ahorro en cualquiera de sus ámbitos que tan bien vienen y más en estos momentos de incertidumbre actual.

Se incluye un apartado de Eventos, donde se quieren organizar presentaciones, charlas y seminarios para personas desempleadas, emprendedores, freelance, profesionales que quieran desarrollarse a nivel de competencias, etc. El planteamiento será eminentemente práctico e interactivo para que todos los participantes puedan aprender y aportar su punto de vista.

Además se quiere contar con vuestra opinión sobre temas a tratar en los eventos; aquellos más solicitados serán los que se lleven a cabo. Además, dispone de un apartado de Consultas sobre cualquier área relacionada con el desarrollo profesional; un equipo de asesores os dará una respuesta completa y especializada en el menor tiempo posible.

De la misma forma es un proyecto abierto sugerencias sobre qué secciones y apartados nuevos os gustaría incluir.

¿A que esperas para pasar a conocer Creziendo? Os lo recomiendo desde aquí a que os paséis y descubráis qué puede hacer por vosotros.

viernes, 12 de junio de 2009

¿TODOS LOS QUE ESTÁN EN EL PARO BUSCAN EMPLEO?

Nunca se puede generalizar en ningún tema. Estamos en la España de más de 4 millones de desempleados y subiendo porque, tal y como están las cosas, parece que veremos la temible cifra de 5 millones. ¡Ojalá me equivoque!

Pero… Todas las personas que están en el desempleo ¿buscan y quieren trabajar?

Por curioso que pueda parecer, la respuesta será… “No todos”. Son una minoría pero ahí están.

LOS “POR SI DAN ALGO”…
Hay quienes llevaban tiempo sin trabajar, ni intención de hacerlo, que nunca se habían apuntado como demandantes de empleo, que lo están haciendo ahora “por si el gobierno nos da algo”. Esto no es como una tómbola en la que compramos boletos para ver si nos toca un premio.

LOS “¡ANDA! ¡DÉJAME EN PAZ!
Además, tenemos el caso contrario: los que no quieren trabajar que, curiosamente, son a los que les surgen las oportunidades profesionales que por supuesto no son el chollo que podría hacerles cambiar de opinión y se buscan las miles de excusas para no aceptarlo.

Las personas que no tengan intención de querer trabajar, no se deberían de apuntar al desempleo; si no lo hacen, no pueden percibir la prestación o subsidio que les corresponda. Si se está apuntado se les puede llamar para una oferta y tienen la obligación de acudir a la entrevista. Sin embargo, al llamarles las empresas, ya les indican que ellos sólo tienen interés en que les sellen la carta para presentar en su correspondiente oficina del servicio público del desempleo y pasar el trámite. Queda claro que los inspectores encargados de controlar esto son un “coladero”; nadie investiga que las personas que fueron citadas y que no consiguieron el puesto fuera porque no encajaban con el perfil y no porque no tenían intención de trabajar.

LOS “AHORA UNOS MESECICOS DE VACACIONES, QUE VIENE EL VERANO…”
También encontramos a esas personas que se han quedado en el desempleo en los últimos meses, que se auto engañan diciéndose a si mismos “después del verano me pondré a buscar trabajo porque ahora necesito unos meses de relax”. Les oyes la famosa frase de “tengo dos años de prestación” lógicamente esto es un colchón por si acaso la búsqueda se alarga más de lo deseado. Sin embargo, es un parche que no soluciona nada; no olvidemos que se está mejor trabajando. El tiempo pasa muy deprisa y a la comodidad pronto se acostumbra uno.

LOS “ACUMULATÍTULOS” también llamados LOS “ME VALGA O NO, YO LO HAGO”.
Son aquellos desempleados que sólo quiere hacer cursos para formarse, aunque su criterio a la hora de elegir los cursos no tiene una trayectoria clara. Tanto hace uno de cocina como de ebanistería, como de calceta… por decir algo. El formarse en algo debe tener una razón de ser. No es cuestión de hacer las cosas por que sí. Luego nos sorprendemos de que en cursos para desempleados (donde hay más demanda que oferta hoy en día) de 15 plazas sólo queden 6 ó 7 alumnos a lo sumo al final de la primera semana, porque sólo eran esos los que estaban realmente interesados y el resto, eran de esos que se apuntan a todo. La consecuencia es que personas con interés real en hacer esos cursos se quedan sin plaza, pudiéndose haber incorporado una vez empezado si hubiese notificaciones reales de bajas e interés por cubrir las mismas.

LOS “POR ESE DINERO, NO SALGO DE LA CAMA”
Quizás en épocas de mucha oferta, podían permitirse el lujo de tener esa actitud. Aun en el paro, se creen los mejores, los imprescindibles, los que pueden permitirse el lujo de despreciar ofertas… Son meros mercenarios que no son nada buenos para las empresas, pues no dejan de ser “TARZANES DE EMPRESA” ya que cambian más de trabajo que el personaje de ficción de liana.

LOS “SÍ, SÍ…”
Este colectivo es el que intenta convencer a su entorno de que buscan empleo pero, al primer comentario que hacen, se descubre que no lo están haciendo. Suele también ser frecuente en el sector que estudia oposiciones… Este grupo es el más peligroso, sobretodo, para ellos mismos, pues con su actitud extremadamente positiva, no son conscientes de la situación, hasta que es demasiado tarde.

LOS “QUE ESPERAN EL DÍA QUE LES TOQUE EL GORDO”
Este es el grupo mayoritario. Son personas que realmente quieren trabajar y tienen ganas de hacerlo, sin embargo, no termina de llegar su oportunidad. Eso sí, deben diversificar sus esfuerzos y revisar su plan de acción y prioridades para ver si están en el camino correcto. Habrá que ser flexible y estar dispuestos a modificarlos.

Aunque lo he intentado explicar con un poco de humor, el tema es serio. El desempleo es un gran cajón de sastre que acumula personas con intenciones muy diferentes en cuanto a la posición ante la voluntad de trabajar. El problema es que el sistema presta la misma atención a los que quieren y a los que no quieren trabajar porque el único criterio para acceder a estos servicios es ser demandante de empleo.

Para evitar esto, deben existir mayores controles reales y no aparentes. Y las personas incumplidoras de sus obligaciones como demandantes de empleo hay que penalizarlas porque no olvidemos que las personas solamente aprenden la lección cuando les afecta a su bolsillo. Ya veríamos si a las personas que son citadas para una entrevista y ya van con la intención de no aceptarlo, independientemente de lo que les ofrezcan, si les quitases parte de su prestación de desempleo, iban con otra mentalidad. No hay que olvidar que los servicios públicos de empleo tienen bastantes carencias en la gestión de sus bases de datos como ya he abordado en otras ocasiones. Se solucionaría mediante la automatización de muchos servicios que ya se va haciendo pero en poca medida.

Uno se encuentra entre esos 4 millones de personas de todo. No podemos decir que todos no quieran trabajar pero tampoco que todos quieran hacerlo. Se mezclan unos con otros y nos los encontramos en el día a día de la búsqueda en cualquiera de sus ámbitos.

Hay personas que el desempleo lo toman como un paréntesis de 2 años donde se tumban a la bartola y luego se sorprenden que las empresas, cuando acuden a las entrevistas, les pregunten que qué han realizado durante esos dos años y que el no hacer nada sea algo negativo. Esto denota pasividad, vagancia y claramente, es algo que las empresas, no buscan.

Lógicamente nada es blanco o negro; la diferencia radica en la actitud con que se plantee el desempleo porque la búsqueda de trabajo es un trabajo en si, valga la redundancia y no una actividad complementaria.

Siempre aconsejo que hay que mantenerse activo, haciendo cosas porque, pese a que los servicios públicos de empleos tienen medidas y herramientas para ayudar a los desempleados, serán estos los que tendrán que enfocar la búsqueda en la dirección adecuada.

miércoles, 10 de junio de 2009

EL SÍNDROME DE DIÓGENES, EN LA OFICINA

En la sociedad actual, siempre vamos con prisa, intentando llevar un ritmo mayor al adecuado; siempre parece que no hay tiempo. Pero de hecho hay tiempo para todo, dependiendo de las prioridades que le demos a cada cosa. Es cuestión de plantearse y organizarse las jornadas.

Por otro lado, somos la sociedad de las nuevas tecnologías que nos facilitan la vida bastante en comparación con otros tiempos, sobretodo en el tratamiento de la información. Sin embargo, se sigue manejando una cantidad ingente de papel de manera innecesaria que nos roba muchísimo tiempo por no saber gestionar bien los documentos.

Existen los acumuladores de papel y documentos en sus mesas de trabajo. Son los obsesionados por guardar todo “por si acaso”. Y guardar las cosas puede estar bien, pero toda acumulación de cosas sin control es peligrosa. No olvidemos el drama que viven los entornos de las personas que sufren síndrome de Diógenes: les da por acumular basura y desperdicios en sus domicilios, además de aislarse de la sociedad. Lógicamente esto no es tan extremo pero puedo convertirse en peligroso.
Hay mesas de trabajo que son verdaderos rascacielos de papeles en las que es imposible divisar a su inquilino entre tanto papel. En muchas ocasiones, están ordenados y en otras no porque para ellos todos los papeles son importantes. Los guardan todos, desde los más básicos hasta los más importantes, independientemente de la fecha de realización; pueden tener documentos del 2008 como del 2004, sin exagerar.

Fuera de los casos en los que la legislación exige guardar ciertos datos y documentos un determinado período de tiempo, lo demás dependerá de nuestro criterio. Una vez gestionado un documento, hay que archivarlo si es estrictamente preciso; sino no merece la pena guardarlo. Los archivos están para almacenar documentos que se vayan a precisar o que no los puedan solicitar en un futuro por auditorías u otro tipo de causas. Pero no sirve el guardar por guardar.

Soy de la opinión de que en las mesas de trabajo deben estar únicamente los papeles imprescindibles para ejecutar las labores diarias y, una vez tramitados, hay que proceder a archivarlos o darles salida a la papelera (espero que recicladora). No olvidemos que según estudios recientes muchos trabajadores pierden más de un tercio de su jornada en buscar papeles o documentos que no saben donde los tienen. Siempre cabe hacer un concurso de televisión titulado ¿donde están tus papeles?

Siempre existen “cajones de sastre” (o desastre) para guardar papeles o documentos tipo “varios” u “otros” que son un desorden seguro y garantizan que ocurra el traspapelar más de un documento. Esto es por pereza y por el hábito de hacer las cosas siempre así. Los archivos que guarden papeles tienen que tener carpetas específicas con los nombres concretos de cada asunto que guardan que nos ahorraran mucho tiempo.

Siempre hay quien dice que dentro de su desorden encuentran todo; yo les preguntaría ¿tras cuanto tiempo de búsqueda? Porque no olvidemos que no solo es importante encontrarlo sino de dar con ello en el momento preciso.

Además de todos los papeles que manejamos, tenemos la mala costumbre de imprimir todos los documentos que nos llegan, sin ningún criterio. Sólo hay que imprimir los realmente necesarios y en el momento que los vayamos a gestionar para evitar traspapelarlos. Muchas cosas se pueden leer directamente en la pantalla del ordenador y desde ahí ya poder darle salida. Es cuestión de saber tener criterio para diferenciar.

Pero no es sólo el papel. Nuestros ordenadores son acumuladores de verdaderas “reliquias”; parece que estemos esperando a que se produzca una subasta de documentos para hacernos ricos. ¿Para qué os sirven los menús de cenas de navidad del año 2005? ¿Las tarifas de productos de hace cinco años? ¿Las cifras del mes de Septiembre de 2001? ¿Correos electrónicos con un “hola” o un mail de cadena de esos “si lo mandas a 20 personas se cumplirá tu deseo”? Nadie os los va a comprar, ni se van a subastar, así que os pregunto ¿para que los guardáis? Aquí no vale el “por si acaso”, “porque sí”, “porque realmente son necesarios”, sino que necesito respuestas concretas argumentando el motivo real.

No olvidéis que acumular documentos o correos electrónicos en vuestro ordenador os va a reducir capacidad. Muchos no sois conscientes que, así como pasa con los ficheros, que se llenan, los ordenadores y los buzones de correo también sufren las mismas limitaciones. No se puede guardar todo. Pero es que el hacerlo, además, va a dificultar el poder encontrar lo realmente preciso y conllevará una pérdida de tiempo en gestionar la información. Y eso si los que realmente tengáis que guardar en carpetas especificas que no permitan almacenar ahí varios asuntos que dificulten encontrar cosas.

¿Cuántas veces os piden algún informe necesario y decís “ahora mismo te lo envío” y van pasando los segundos, minutos, horas, días, etc. pero siguen sin aparecer? Primero comienza la fase de “lo puse aquí, estoy seguro”, rastreando una y otras vez ese sitio. Luego ya empieza la fase de desesperación “de buscar en todos los sitios, incluida la papelera”. Después está la fase de “alguien me lo ha cogido”. Hay quien, incluso, reza al santo… Al final se salva la papeleta de alguna forma y el documento aparecerá al poco tiempo en el lugar menos esperado. Lo peor de todo es que no se aprende la lección y se vuelve a cometer una y otra vez el mismo error. Somos responsables por una clara falta de organización y se debe asumir y ponerle remedio de una vez.

Me gustaría recomendarles a los acumuladores de papeles, documentos, correos electrónicos, etc., que recapaciten. Tendrán que abrir sus campos de visión y darse la oportunidad de hacer las cosas de otra forma.

lunes, 8 de junio de 2009

PINOCCHIO VS EL ENTREVISTADOR: ¿QUIÉN MIENTE MÁS?

La verdad es que algunos entrevistadores al llevar a cabo la selección, dejan mucho que desear. Siempre hemos hablado de los candidatos que no se preparan las entrevistas, pero no son solamente ellos. Algunos reclutadores de personal van sin prepararse la entrevista, sobre la marcha, pensando que la experiencia acumulada les hará salir airosos.

Por mucha experiencia que se pueda tener, los entrevistadores de personal han de prepararse cada entrevista de trabajo como si fuese la primera. Por una sencilla razón: cada una es distinta por la simple circunstancia de que no hay dos personas iguales.

Para empezar, los entrevistadores debemos conocer sobradamente la historia de la empresa, valores de la misma y todos los detalles necesarios a transmitir de la compañía que representamos. Igualmente, debemos tener información detallada del puesto de trabajo que vamos a cubrir, conociendo las funciones, responsabilidades, tipo de rol que va a tener, responsable del que va a depender, etc. Esto se consigue reuniéndonos previamente con el encargado del departamento para que nos explique y aclare todo de cara a poder explicarlo de forma correcta. Si le fuera posible, sería adecuado que en esta parte de la entrevista pudiese acudir también, pues podría aclararle al candidato dudas y dar las pertinentes explicaciones.

No es aceptable que ante preguntas de los candidatos, los entrevistadores se salgan por la tangente, contestando generalidades que parecen decir mucho pero que en el fondo carecen de contenido alguno. Los entrevistadores transmiten la imagen de la empresa porque es el primer contacto que tienen los candidatos con la misma. Será fundamental una preparación exhaustiva para estar preparados a responder a preguntas que se formulen durante la entrevista.

El candidato también tiene en su poder la decisión de entrar a formar parte de la empresa o no, una vez seleccionado por la empresa.

Algunos entrevistadores ven contraproducente que los candidatos pregunten sobre el puesto cuando es algo positivo que demuestra que tienen interés por el mismo. Los entrevistadores preguntamos ¿Por qué motivo quiere cambiar de trabajo? O ¿Cuál fue la causa por la que dejó de trabajar en su última empresa? Pues por la misma regla de tres los candidatos tienen derecho a saber, si lo preguntan, si el puesto al que optan es de nueva creación o no porque eso también es información que pueda darles conclusiones. En caso de ser seleccionado, se dará cuenta de la realidad al incorporarse. No por contar cuentos de hadas se convence a la gente. Si son engañados, una vez en el trabajo, se convierten en la peor pesadilla del reino. Suele ser normal omitir cierta información controvertida sobre ese equipo de trabajo, sin embargo, será preciso indagar cómo congeniaría cada candidato con el tipo de responsable que exista en ese departamento o cómo afrontaría los problemas que puedan existir ya en ese puesto.

Debemos conocer su CV. Es necesario dedicarle un estudio exhaustivo para poder sacar más partido al tiempo de entrevista. No es preciso que os cuente toda su trayectoria académica y profesional porque ya la tenéis plasmada en el CV pero debemos incidir en aquello que no nos quede claro o que pueda generarnos duda. También será fundamental buscar información, no tanto en el qué ha hecho sino en el porqué ha hecho las cosas; esto último es muy significativo y no se suele prestar atención por muchos reclutadores de personal. Es intolerable que algunos entrevistadores se miren por primera vez el currículum de los candidatos en la entrevista porque de esta forma hay grandes probabilidades de que si el candidato va preparado pueda colar más de un gol mientras el entrevistador está aun en la fase de lectura. Debéis hacer el análisis lo que hace que vuestra atención esté focalizada en una parcela pequeña y no en la globalidad de la entrevista. Esto denota una falta de interés y de respeto por los candidatos.

Algunos entrevistadores tienen la equivocada idea de que a aquellas preguntas de los candidatos, tienen que responder describiendo lo que el candidato entendería por “trabajo ideal o perfecto”.

Siempre recomiendo la franqueza. Es preferible no hacer perder el tiempo a los candidatos por que tampoco nosotros queremos que no los hagan perder ellos. Nuestro tiempo no es más valioso que el suyo. Es decir que si un candidato nos pregunta ¿Qué política hay respecto a las horas extras? Nada de contestar la típica respuesta de libro y generalista de que la política de la empresa es que cada trabajador haga su trabajo y que en caso de que haya una época de repunte de trabajo pues habría que quedarse pero que eso son pocas ocasiones y que se tendrá en cuenta el esfuerzo. Porque esto no es responder a la pregunta del candidato ya que quiere saber si se remuneran las horas extras y si todos los días hay que quedarse por regla más horas. Porque no olvidéis que en caso de ser seleccionado, verá la realidad y si le habéis mentido sus expectativas se estarán defraudando. Esto, por supuesto, se puede aplicar a cualquier pregunta que os formule.

Después de toda entrevista, hay quienes optan por usar… LA GRAN MENTIRA. “No te preocupes, que dentro de una semana, te llamaremos, tanto si has sido seleccionado como no". Es preferible decirles que sólo se avisa a los seleccionados que engañarles. “Si no has sabido nada de nosotros en una semana, será por que no has sido seleccionado”. Nosotros exigimos franqueza y sinceridad de los candidatos pues entonces seamos los primeros que la ofrezcamos.

Los seleccionadores de personal tenemos un papel vital y debemos dar la imagen real de la empresa, transmitiendo a cada candidato la imagen más fiel de lo que se va a encontrar en la empresa; no todo el mundo encaja en todas las compañía ni todas las compañías encajan en todas los candidatos.

viernes, 5 de junio de 2009

¿QUÉ SE ENTIENDE POR TRABAJO IDEAL O PERFECTO?

Son numerosas y constantes las encuestas y estudios de diferentes consultoras que realizan entre los ciudadanos hablando de si la población ocupa su trabajo perfecto o ideal.

Sorprendentemente o quizás no tanto, la respuesta mayoritaria es negativa.

Personalmente, soy de la opinión de que se confunden las cosas a este respecto. Creo que se debería empezar por establecer, ¿Qué se entiende por trabajo ideal o perfecto?

Si por trabajo ideal y perfecto se entiende “aquel que os permite vivir muy bien sin generar ningún problema e imprevisto de cualquier índole”, desgraciadamente, tengo que deciros que desde esta perspectiva que planteáis, el trabajo ideal o perfecto para vosotros no existe ni lo vais a encontrar nunca, independientemente de que cambiéis de trabajo una y otra vez.

Naturalmente, voy a pasar a explicarme porque soy de los que piensa que unas empresas ofrecen mejores trabajos que otras y esto no es discutible.

Lo que pasa es que todos los trabajos y empresas tienen cosas positivas y negativas, porque en ninguna es igual. Es decir, en una empresa el problema será el jefe o los compañeros, en otro os crearán el quebradero de cabeza determinadas tareas, los horarios, el salario, ciertos clientes y proyectos o a saber qué será. Es más, puede ser que aparezcan dos o más a la vez de todos estos que enumero o muchos otros específicos que soy consciente que me he dejado.

¿Dónde esta lo que va a marcar qué trabajo de todos esos es el mejor para uno?

Esto depende exclusivamente de cada individuo. Habrá que sopesar lo bueno y lo que genera problema y ver qué compensa más. La cuestión también está en que tendréis que intentar buscar una solución a esos problemas, planteándolos abiertamente a las otras partes protagonistas en esa controversia y consensuar mediante la negociación. Lo que está claro es que los problemas o dificultades de cualquier tipo que surjan en el trabajo (y en la vida en general) no se solucionan si todas las partes no ponen voluntad para que se resuelva cediendo todos en menor o mayor medida para conseguir encontrar la armonía.

En caso de que esos problemas no encuentren solución a pesar de haberlo intentado por vuestra parte va a depender de vuestro aguante y capacidad de desconexión el soportar o no esas situaciones.

También dependerá de que ese trabajo os guste y apasione tanto como para conseguir que todo lo demás sean piedras en el camino totalmente salvables porque disfrutáis con lo que hacéis.

En el momento que cualquiera de vosotros, al acabar vuestro trabajo diario, os lleváis a vuestra casa esos problemas del trabajo, la cosa no va bien, porque no sabéis desconectar y olvidaros hasta el día siguiente de ellos.

Imaginaros por ejemplo que tenéis una posición contrapuesta con vuestro jefe o compañero e intentáis resolverla de forma profesional; sin embargo, para esa otra parte, la única solución es que le deis la razón y asumáis vuestro error a pesar de no haberlo cometido. Bueno pues deciros que si cedéis una vez lo tendréis que hacer constantemente porque este tipo de personas siempre quiere llevar la razón. Las cosas no funcionan así y dependerá de vosotros la solución. Si podéis vivir con ello porque no os afecta y sabéis desconectar, tal vez os compense.

La reacción y apoyo que brinde la compañía para buscar alternativas que mitiguen esos daños y los hagan llevables va a marcar la diferencia. Imaginaros que vuestra empresa pasa olímpicamente y os demuestra que les da igual lo que os pasa o cómo os esté afectando porque piensa de forma global, sin prestar atención a los pequeños detalles que en realidad son los que cuentan. Será el tipo de empresa que no os merece y de la que saldréis a la mínima oportunidad.

Una cierta autocrítica es necesaria. Habrá que analizar que provocasteis vosotros para que surgiesen esas dificultades y poneros en la postura de la otra parte para verlo desde todas perspectivas, que os ayudará a poder encontrar alternativas. Nunca nadie o algo tienen la razón absoluta.

Estaréis cercanos al trabajo perfecto para vosotros en aquel en el que os sintáis a gusto y satisfechos con lo realizado y con lo aportado a cambio de ello, sin olvidar todos los buenos y adversos momentos que os conlleva o conllevará. Al fin y al cabo esto es un trabajo.

Tenemos que darnos cuenta que los que nos da energía para seguir es pensar y creer que trabajamos para vivir y disfrutar de las cosas buenas que tiene esta y no al revés. Trabajos hay muchos, sin embargo, sólo tenemos una vida que sepáis y debéis disfrutarla a tope.

miércoles, 3 de junio de 2009

NO SABERSE EL CURRICULUM

La preparación es fundamental en todo lo que acometamos en nuestra vida profesional o personal.

La improvisación y el actuar sobre la marcha, característica muy española, nos puede ayudar en alguna ocasión gracias al factor suerte, pero todo tiene un límite y cuando más necesitemos que las cosas salgan bien, más posibilidades habrá de que falle si no está preparado.

Si lo trasladamos a las entrevistas, la historia no deja de ser diferente. La falta de preparación de las mismas, así como el desconocimiento de las trayectorias profesionales de muchos candidatos que le dejan a uno asombrado. No es un tema que se quede en el sector de los candidatos exclusivamente. Otro día abordaré este mismo tema, enfocándome en los entrevistadores.

Tiene que quedar claro que prepararnos las entrevistas no nos garantiza el éxito pero, al menos, nos hace estar más entrenados y seguros. Se ve a la legua cuando hay preparación y cuando no.

Muchos candidatos, cuando llegan a la entrevista, van desganados cuando deberían ir muy motivados porque han conseguido algo que muy pocos logran. Tienen que ser conscientes de que sí están ahí es porque la empresa tiene interés en ellos. Por ello, si conocen a qué empresa acuden deberían investigar sobre la misma para tener información y poder hacer alguna pregunta que demuestre que se tiene interés en ella. Muchos dicen conocer cosas sobre la empresa sin ser verdad; los que sí que conocen la empresa, podrán comprobar que dicen la verdad, pues ellos, sí que la conocen de verdad. El ser cazado mintiendo siempre da mala impresión.

Por ejemplo imaginaros que una candidata va a una entrevista de trabajo a una empresa de desarrollo de software, por decir algo y ,tras la correspondiente presentación, se comienza la entrevista y el entrevistador le pregunta a la candidata que si conoce algo de la empresa y ella, convencida, dice “sí, por supuesto, he visto las furgonetas de reparto por la ciudad”, el entrevistador le dirá claramente “no tenemos furgonetas de reparto” y la entrevista habrá terminado automáticamente, aunque continúen, por cortesía, preguntando. Por supuesto, esta candidata, callará y dirá por dentro “tierra, ¡trágame!”.

Esto, con un poco de preparación, se puede evitar. Por imposible que parezca, situaciones de este tipo son más habituales de lo que uno creería, que hacen que ya comience el candidato la entrevista de forma negativa. Si miente o no se prepara la entrevista, ¿quién dice que no hará lo mismo al incorporarse a esa compañía?

Siempre recomiendo hacer simulaciones de entrevistas con conocidos o personas cercanas, que nos ayuden a saber enfrentarnos mejor a las preguntas. Nunca habrá una única respuesta válida pero si que hay unas cuantas inaceptables que, con practica y tablas, se pueden evitar.

A más de un candidato le preguntas ¿en qué año comenzó y finalizó sus estudios? Y parece que le has preguntado que te resuelva la raíz cuadrada de 10472 (102.33279 con la ayuda de la calculadora) porque tarda mucho o duda.

En una entrevista, es normal que los candidatos vayan nerviosos y que en un momento, los nervios puedan traicionar. Pero lo que no es tan normal es dudar en todas las preguntas y datos porque se ve que no os los sabéis. Y digo yo ¿Cómo es posible? Aquí no se admite el comodín del público o la llamada a un familiar para que os ayude en la respuesta. Hay personas que tienen más problema para memorizar, pero con práctica se soluciona. Además, vuestra vida profesional no es algo que tengáis que estudiar de nuevas y luego repasar porque es lo que habéis vivido y sólo es cuestión de que lo tengáis claro en vuestra memoria.

Ahora ya se ve menos pero, hace unos años, era habitual que algunos candidatos se llevasen su currículum a las entrevistas para poderlo ojear ante las preguntas.

Igualmente debéis tener claro la razón por la que os interesa ese puesto, qué cosas positivas tenéis y cuáles son vuestras cosas a mejorar. Muchos candidatos ante la pregunta ¿por qué te interesa este puesto? no saben qué responder y contestan con argumentos muy genéricos que no ayudan como, “porque quiero trabajar”… Debéis tener un criterio porque no todo os debe valer. Tenéis que prestar tiempo a conoceros a vosotros mismos mediante el autoanálisis y la reflexión interna. Si no os conocéis a vosotros mismos, ¿cómo vais a poder conocer en profundidad a otras personas o compañías? Desafortunadamente, hoy en día, olvidamos lo realmente importante, dejando de dedicar tiempo a pensar sobre nosotros mismos, a qué deseamos y buscamos en nuestra vida y enfocarnos hacia ello.

Muchos candidatos se piensan que ellos no tienen poder de decisión en el proceso de selección y que sólo pueden optar a los puestos y empresas para los que les llamen y están equivocados porque ellos tienen también la decisión, en función de que cuáles sean sus prioridades profesionalmente hablando.

Todo candidato debe saber enfocar su trayectoria hacia el puesto al que acude a realizar la entrevista, resaltando aquellas cosas que sean más precisas y atractivas para el que le va a contratar. Todavía son muchos los que cuentan lo mismo para un puesto de técnico que para uno de responsable de departamento y lógicamente, esto es un error. Nada tiene que ver la forma de plantear una entrevista para uno u otro puesto.

Así, se ha de realizar el trabajo previo de preparación que ayudará a intentar ponérselo difícil a los entrevistadores; siempre quedará al criterio arbitrario o subjetivo de los mismos, sin embargo, la calidad, tarde o temprano, termina imponiéndose. No olvidemos que no es cuestión de cantidad sino de calidad. Por mucho que se adorne el envoltorio (el currículum), hay que mostrarse tal y como se es, contando lo que plasman esas hojas de papel. En un candidato serie, debería de coincidir el papel, con la explicación oral, a no ser que se trate de una realidad virtual.

lunes, 1 de junio de 2009

¡OIGA! QUE COBRO MÁS EN EL PARO QUE LO QUE USTED ME OFRECE

Tras quedarse sin trabajo cambian muchas cosas; entre ellas, los ingresos a percibir.

No hay que olvidar que para poder acceder a la prestación de desempleo se tienen en cuenta los últimos 6 años trabajados, correspondiendo 2 meses de prestación por cada 6 meses trabajados. Con un máximo de 24 meses de prestación, es decir, 2 años. Y se tendrán en cuenta las bases de cotización de las últimas 6 nóminas para calcular la base reguladora que determinará lo que se cobrará como prestación. El porcentaje de lo que se cobrará será en función de lo que se cobrara al trabajar, siempre con un máximo, posiblemente muy por debajo de aquello que se percibía trabajando.

Llega el dilema de cuando cobramos más con la prestación de desempleo que con los trabajos que os van ofreciendo por ahí. Lógicamente, es muy fácil opinar y difícil responder. Sin embargo, no olvidemos que la prestación la cobráis estando en vuestra casa, plácidamente, sin hacer nada porque es un derecho que os corresponde. Todo el mundo quiere, naturalmente, un trabajo en el que cobre al menos lo que percibe de prestación; por menos, son muchos los que opinan que es mejor quedarse en casa.

Existe un cierto abuso empresarial de esta situación porque siendo conscientes de la necesidad, algunos empresarios consideran que pueden estrujar más a los candidatos ofreciéndoles por una posición que anteriormente rondaba los 30.000 Euros de salario, alrededor de 20.000 euros, incluso menos, si pueden. Afortunadamente, no todas las empresas actúan así. Soy de la opinión que el salario debe ser acorde a lo que se solicita, siempre y cuando la persona seleccionada aporte lo que se precisa en ese puesto.

Determinados candidatos cualificados que antes podían elegir y que tenían un puesto de trabajo con unas condiciones inmejorables se han caído de golpe a la cruda realidad, pasando a estar en la cola del paro. Siguen en con su mentalidad de “yo valgo mucho y el que me quiere me debe pagar X y de ahí no me bajo” aun en estas circunstancias. Es una posición respetable, como todas. Sin embargo, es algo que no os ayudará a encontrar trabajo. Porque ahora se vive otra situación y tocará demostrar de nuevo vuestra valía. Es decir, se deberían cubrir unos mínimos, porque la trayectoria cuenta, sin olvidar que habrá que ser flexibles ante las nuevas oportunidades, sopesando todo e intentando llegar a acuerdos que os beneficien a todas las partes.

En los tiempos de bonanza, existía la frase “Por menos de X no salgo de la cama”. Actualmente, esa frase ha pasado a “Si cobro menos que con el paro, no me interesa”. Todos aquellos, que pretendan cobrar al menos lo que perciben de prestación o más, tendrán que marcarse unas fechas tope para esta opción, en función de las circunstancias particulares de cada uno. No habrá que olvidar que sin trabajar, el tiempo también se pasa muy rápido y no hacer nada efectivo cuenta en nuestra contra. Muchas de estas personas piensan que van a cobrar el máximo de prestación hasta que mejore la situación económica y laboral. Y yo les pregunto ¿En qué fecha va a mejorar? Porque a ciencia cierta, nadie lo sabe y lo que está claro es que el 2009 y el 2010 van a ser complicados. Volver a la época de bonanza y opulencia que vivíamos costará años. Esto no es ser pesimista sino realista. Las personas desempleadas tendrán que buscar por si mismas las mejores opciones para salir de esa situación.

Los empresarios que abusen ofreciendo unas condiciones económicas inaceptables puede que en estos momentos puedan salirse con la suya porque haya mucha gente que necesita dinero y trabajar y acepta cualquier cosa a pesar de sean conscientes de que es un abuso. Sin embargo, cuando mejore todo, esas personas volarán y quedará la reputación de ser unos “usureros sin escrúpulos”.

La crisis aprieta con dureza a todos y que duda cabe que ahora se deben ajustar los salarios para poder sobrevivir pero, siempre, se debería hacer hasta unos niveles razonables. Si para un puesto con experiencia se están pagando 15.000 euros, lo primero que se tiene que hacer es ajustarlo a todas las personas que ya ocupan ese puesto en la organización. Esto parece muy fácil y no se suele hacer por que no sería justo para los trabajadores que llevan tiempo en la empresa, que, además, no lo aceptarían.

Hay quienes ven el desempleo como un tiempo de vacaciones prolongadas, “Total, me pagan y no hago nada”. A nadie le viene mal un período de vacaciones, pero hay que ser conscientes que más adelante, deberá justificarlo ante las empresas a las que intente acceder a trabajar. Y esto cuenta en su contra frente a otros candidatos que han estado sin trabajar, haciendo muchas cosas efectivas para intentar salir de la inactividad.

Paralelamente, el Gobierno deberá de tomar medidas que fomenten el trabajo y den mayor soporte a la situación financiera de muchos empresarios que pasan por apuros; para no despedir y crear empleo, necesitan flexibilidad. Aumentar el tiempo a percibir prestación por desempleo es medida pasiva que no mejora nada y hace que las personas nos amoldemos y convirtamos en dependientes, acostumbrándonos a esa forma de vida de la que luego cuesta salir.

Por supuesto, este post no pretende ni generalizar ni molestar a nadie. Pretende dar una visión de lo que está pasando.

Para que cambie el chip de muchos desempleados también deberá cambiar la nueva mentalidad de algunos empresarios para estar en la misma sintonía que no es otra que la de sobrevivir en una óptimas condiciones.

Todos unidos, debemos afrontar la nueva realidad. A día de hoy, el gobierno a tomado muchas medidas, eso sí, ninguna que fomente la creación de empleo. Se debe reformar el mercado laboral con urgencia, estableciendo nuevas reglas de juego acorde a las necesidades que van a regir a partir de ahora y con los nuevos actores que se vislumbran irremediablemente.