domingo, 1 de junio de 2008

CAMBIO SATISFACCIÓN POR PRODUCTIVIDAD

Hoy en día, lo que más importa es la productividad de las personas que integran nuestras organizaciones.

Por lo que es normal que se controle que se preste mayor atención a los trabajadores que producen más.

Como he mencionado en muchas ocasiones, no todos los trabajadores son iguales y es lógico que las empresas incentiven más a los empleados que más trabajo sacan adelante con calidad e involucración.
Aunque parezca mentira, cada vez es más complicado conseguir la involucración de los trabajadores en su trabajo, a pesar de implementar medidas que ayuden a ello.

No hay que olvidar que para dar en los días en los que vivimos, hay que recibir algo en contraprestación que compense el esfuerzo y sacrificio de los trabajadores.

Aunque nos cueste creerlo los trabajadores que más producen en sus puestos de trabajo son aquellos que tienen un alto grado de satisfacción con su trabajo y organización.
Cuanto más contento este un empleado, más vamos a poder conseguir de él. Puede o no costarle esfuerzo extra sacar su trabajo adelante pero lo hará porque lo hace satisfecho.

Por el contrario, aquellos trabajadores que estén descontentos, insatisfechos, molestos, etc. con su trabajo, organización, compañeros de trabajo u algún otro aspecto relacionado con su trabajo van a tener un rendimiento considerablemente inferior; esto les hace desconcentrarse de la tarea principal, haciendo que gasten energías en cosas que hacen bajar su ritmo de trabajo. La negatividad por alguna de estas causas hace que estos empleados vayan desmotivados a su trabajo, haciéndoles entrar en un círculo vicioso peligroso del que es complicado que salgan.

Sigo insistiendo en que los empresarios tienen que poner todos sus esfuerzos para tener contentos y satisfechos a los empleados de sus organizaciones y, así, poder sacarles el mayor partido.

Para conseguir esto, lo primero que tenemos que hacer habitualmente es escuchar a todos los miembros de nuestra organización para saber como se encuentran, qué necesitan, qué valoran, qué detestan, etc. El conocimiento de estos aspectos es un arma muy valiosa que tenemos que tener y saber utilizarla adecuadamente.
Cuanta más información poseamos, más poder vamos a tener de cara a poder cambiar situaciones negativas en el desempeño del trabajo de nuestros empleados.

Además, hay que saber qué es lo que los trabajadores necesitan o valoran tener para estar más contentos en sus puestos de trabajo, en su organización.
Muchas organizaciones implantan mejoras para sus trabajadores sin haberse planteado previamente si es lo que sus trabajadores demandaban.

Está claro que todas las mejoras que se acometan en beneficio de los trabajadores las van a acoger satisfactoriamente, sin embargo, si son las que ellos solicitan o desean el efecto que conseguiremos va a ser el doble. Ellos van a percibir que nos preocupamos por sus peticiones y que, por lo tanto, son importantes para su empresa sus necesidades.

Los trabajadores tienen que sentir que son importantes dentro de sus organizaciones y son los pequeños detalles los que marcan la diferencia.

También hay que saber marcar la diferencia, tratándoles como personas que es lo que son y no como un simple número dentro del volumen total de trabajadores.
Es decir, tenemos que demostrar preocupación por ellos siendo flexibles con ellos cuando las circunstancias lo requieran.

Si conseguimos darles más de lo que esperaban en función de sus expectativas vamos a dejarles impresionados y con esto vamos a conseguir involucrar mucho más a nuestros trabajadores.

6 comentarios:

Senior Manager dijo...

No pude dejar de notar un toque paternalista a lo largo del post. Es cierto que se consiguen muchas cosas "por las buenas". Más hay que tener cuidado pues el mundo no es perfecto y los empleados no son tan bien intencionados.

Ekaizen dijo...

Creo que aquí entran en juego los diferentes estilos de liderazgo.
Estoy de acuerdo en que por las buenas se consiguen más cosas y es mejor para toda la organización.
Pero de vez en cuando, también hay que tener un poco de mano dura.
Un saludo

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola SM,

Obviamente estoy hablando a nivel teórico e ideal. Por supuesto tengo claro que hay que ir con firmeza y con mano dura con los empleados que siempre buscan la vuelta a todo con una doble intención.

Igualmente hay trabajadores que nunca van a estar satisfechos hagas lo que hagas porque siempre se están quejando y consideran siempre poco lo que la empresa hace por ellos. Sin embargo trabajadores de este tipo siempre vamos a tener.

Considero que hay que ser flexibles con los trabajadores que sean merecedores de ello no con todos, ya que, depende esto de muchos factores.

Simplemente pretendía enfocar el post desde un punto de vista positivo.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Ekaizen,

Por supuesto que aquí entran en juego los diferentes estilos de liderazgo en función de las personas que pongan las reglas del juego.

Esta claro que las cosas siempre es mejor conseguirlas por las buenas contando con el apoyo de toda la organización.

Aunque muchas veces inevitablemente para conseguir las cosas hay que imponer autoridad para conseguirlo para dejar claro hasta donde se puede llegar.

Anónimo dijo...

Hay algunas cosas que me llaman la atención como el "Hoy en día" y "en los días que vivimos": ¿No ha sido siempre así?
También esa especie de "dicotomía" trabajador-persona además del enfoque social que ello supone frente al valor de la individualidad, de las necesidades particulares que me parece entender. ¿No es un rol el ser trabajador frente a lo esencial que es ser persona?
Por otra parte: ¿Quién debe servir a quién? ¿La organización/empresa, al individuo o al revés? El trabajo, ¿es un fin o un medio?

En mi opinión hay que revisar los conceptos de trabajo y organización/empresa y con ello, tal vez la cuestión de la motivación y el liderazgo se podría enfocar de otra manera.

El tema es complejo.

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Xavier,

En primer lugar darte las gracias por participar.

Yo creo que no siempre ha sido así, en otras épocas las circunstancias eran diferentes por muchos motivos.

Para empezar los trabajadores hasta hace un par de décadas no contemplaban el cambio de trabajo debido a que no le satisfacía de forma tan globalizada.

Por supuesto que lo esencial es ser personas y después saber desempeñar de forma correcta el rol de trabajador que depende mucho del tipo de personas que seamos.

Ambas partes tienen que satisfacer a la otra en igual medida. No puede ser que solamente una sirva a la otra. Por cada parte se tiene que nutrir de la otra parte para que las cosas funcionen correctamente.

El trabajo tiene que ser un medio para conseguir nuestros fines en todos los aspectos para poder disfrutar de nuestra vida.

Efectivamente tenemos que cambiar el concepto tradicional de trabajo y organización para poder avanzar con paso firme hacia el mundo empresarial 2.0