miércoles, 28 de noviembre de 2007

FUNCIONARIOS

España es, todavía, un país en el que miles de personas aspiran a una de las plazas que se convocan por el Estado, Comunidades Autónomas o Ayuntamientos para aspirar a conseguir una plaza de funcionario de cualquier grupo (A, B, C, etc.). Esto supone cumplir unos requisitos académicos y profesionales mínimos, en función de la plaza a la que se quiera optar.

Tras meses de preparación, se llevan a cabo las correspondientes pruebas eliminatorias ("oposiciones") que pueden ser de todo tipo (test psicotécnicos, examen escrito, examen oral, casos prácticos, etc.) para determinar quiénes son las personas que van superando todas las pruebas con mejor calificación y que finalmente serán los que consigan ser funcionarios.

No olvidemos que obtener una plaza de funcionario es un "chollo". El horario suele ser de lunes a viernes de 8 a 15, aunque algunas instituciones ya apuntan a "alguna tarde" para trabajar; el salario con sus correspondientes complementos (antigüedad, etc.) tampoco es nada despreciable; las innumerables vacaciones (según el organismo tienen vacaciones anuales, días de asuntos propios y moscosos, trienios... según quienes, parecen estar siempre de vacaciones; y algo muy importante es que se puede ir subiendo en el escalafón a través de la promoción interna correspondiente.

Hasta aquí totalmente de acuerdo, si queremos tener ese tipo de vida con sus correspondientes beneficios,
ya sabes: a prepararte a conciencia y tarde o temprano si tienes la suficiente paciencia y constancia, las sacaras, sin olvidar la correspondiente dosis de suerte necesaria.

Con lo que discrepo totalmente es con la mentalidad con que desempeñan su trabajo bastantes funcionarios que desacreditan a los que realmente desempeñan bien su trabajo e incentivan la mala fama que lleva la función publica es nuestro país.

Lo que no tiene sentido es que, como se han sacado un plaza, da igual que trabajen o que no, se les mantiene en la plaza, hagan o no hagan bien su trabajo; "muy gorda" la tienen que hacer para que se vayan a la calle.


Está claro, que debería de haber más control y aquellos funcionarios que se dedican a vaguear y a perder el tiempo durante su jornada laboral sino cambian de actitud se tendrían que ir a la calle. Es intolerable que no haya controles rigurosos para cerciorarse que, los trabajadores con plaza de funcionario, desempeñan de forma adecuada su trabajo. Al fin y al cabo, no se les paga por acudir al puesto, sino para efectuar unas labores de forma adecuada. Su salario es a costa del dinero que generamos todos los españoles que no es otro que el de las arcas del estado.

Esto se solucionaba rápido implantando en la función publica periodos de prueba para demostrar que se tiene valía para desempeñar el puesto, ya que el hecho de pasar una pruebas eliminatorias no es más que un requisito para acceder a la plaza, sin embargo, posteriormente hay que demostrar en el desempeño del mismo que se tiene valía, interés, etc.

Por otro, hay que instaurar sistemas objetivos de evaluación del rendimiento y del desempeño que reconozcan/premien a los funcionarios que se esfuerzan en su trabajo y por otro lado penalicen/degraden a aquellos funcionarios que lo hacen de forma inadecuada.

A día de hoy, se esta pagando lo mismo a los funcionarios que se esfuerzan como a aquellos que van al trabajo "a pasar el rato" sin intención de "pegar un palo al agua". El sistema tendría que poder identificar, medir a estos funcionarios que no funcionan y darles el pasaporte para irse a la calle, porque son recursos improductivos que generan un coste enorme a las arcas de estado español y no reportan beneficio de ningún tipo.

Obviamente hay excelentes profesionales ejerciendo un puesto de funcionario sin embargo esta minoría que quieren vivir a costa del estado fomenta que se generalice una imagen lamentable del funcionario español en la sociedad.

Pido que nuestro gobernantes se pongan manos a la obra para implantar un sistema que solucione las injusticias imperantes en la función publica, no están difícil, simplemente hay que querer hacerlo. Esta claro que muchos funcionarios incompetentes protestaran el día que pase esto ya que nos les conviene un control riguroso porque se les acabaría el cuento. Pero tiene que hacerse. Europa nos exigirá reducir el gasto público. Las administraciones públicas están, bajo mi punto de vista, saturadas de personal que podría recortarse.

Si esto no pasa habrá que plantearse la privatización de la función publica, pese a quien pese.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ME PARECE QUE TÚ NO TE HAS SACADO PLAZA...

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Anónimo,

Gracias por participar.

Ni me he sacado plaza ni aspiro a ello. Es más aunque hubiese sido funcionario seguiría pensando lo mismo. Creo que el funcionariado tiene que experimentar un cambio brutal para el bien común.

Anónimo dijo...

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