viernes, 27 de marzo de 2009

CRITICAR AL PRÓJIMO, ¿PLACER O ACTITUD COBARDE?

Criticar es un arte que nadie reconoce hacer públicamente pero que se ha convertido en deporte nacional de muchos. ¡Ay si las paredes hablasen! Nos podíamos preparar.

Yo siempre he dicho que si algo no te gusta, lo mejor es hacérselo saber a la otra parte para intentar resolverlo y dejarlo zanjado. Sin embargo, la tónica general es dedicarse a criticar a los demás con su círculo más cercano. Y surge una pregunta: de esta forma ¿qué se soluciona? Pues sinceramente, ¡nada! Hay quienes lo disfrazan de desahogo. Pero no hacen más que ahondar en la amargura. Ante todo, debéis ir de frente. Hay un dicho que describe esto a la perfección: Hablando, se entiende la gente. Sólo así se solucionan los problemas.

Pero a veces, no es tan fácil. Ocurre que lo que se habla suele ser una falsedad. Ante preguntas directas, no se suelen encontrar respuestas acordes, sino respuestas ideales que luego, se convertirán en puñales verbales.

Este tipo actitudes infantiles, un tanto cobardes, se dan por no saber afrontar los problemas. En el trabajo siempre surgen roces porque la convivencia es dura. No somos perfectos y debemos saber asumir las críticas constructivas.

La técnica de “tiro la piedra y escondo la mano” no es muy profesional. Pero no creamos que toda crítica se crea a nuestro alrededor. Tenemos que tener en cuenta que, sin ser conscientes de ello, puede que seamos nosotros mismos nuestros enemigos, pues, no actuar coherentemente llevará a otros a hablar… mal… Por esto, deberemos reflexionar sobre nuestro comportamiento, nuestras palabras e incluso, gestos. Sin embargo, corrillos de pasillo existen en todas partes y todo el mundo critica determinadas situaciones del tipo que sean.

No hay nada malo en plantear claramente los problemas o diferencias para intentar buscarles una solución. También será necesario hacer dichos comentarios con tacto y educación.

Cada vez la gente es menos comprometida y actúa sólo por propio interés, sin mostrarse como realmente son. De cara a la galería todo el mundo es perfecto, pero la realidad nos dice otra cosa. No estamos volviendo una sociedad hipócrita, que no opina, ni da a conocer lo que realmente piensa, cuando, precisamente no es un factor negativo. Ser sinceros es positivo porque ayuda a tener los conceptos claros e, incluso, se genera menos daños del que uno se puede pensar en un momento dado.

Por ejemplo, imaginaros que os encontráis con un compañero de trabajo o con un conocido y le saludáis efusivamente como si os alegraseis de verle y tras irse, no os falta ni medio segundo para ponerle a caldo porque no le soportáis. ¿No sería más coherente saludarle simplemente sin falsas efusiones ni preguntas por compromiso? Sin embargo, en esta sociedad parece que sigue importando mucho el qué dirán, cuando eso debe de dar igual y primar lo que uno piense y defienda. Es necesario ser uno mismo, con los valores correctos que hay que tener y que todos conocemos a pesar de que los omitamos.

A pesar de ser pesimista no pierdo la esperanza de que, al final del túnel, veamos la luz porque recapacitamos y realmente cambiamos y nos comportamos como personas normales actuando de forma natural y no forzada.

8 comentarios:

alfredus dijo...

Nunca nos hemos parado a pensar la de tiempo y energia que se pierde criticando.
Ya no digo que podiamos utilizar ese tiempo en producir pero si probamos a dedicar ese tiempo a conocernos más a nosotros mismos y a combatir nuestros defectos estoy seguro que todo nuestro entorno mejoraría también.

Àlex Vallès dijo...

Pues a mi me ponen nervioso aquellas personas q delante tuyo critican a los demás. Suelo pensar si lo hace del otro también lo debe hacer de mi cuando yo no estoy.

Pero si nos vamos al otro extremo; es decir, la crítica constructiva suelen haber también problemas. No es fácil aceptar no la crítica y ni mucho menos la objeción. ¿O no?

Saludos

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Alfredus,

Gracias por pasarte y participar.

En efecto, el criticar a los demás no ayuda. Deberíamos dedicar más tiempo a conocernos a nosotros mismos y a los demás. Luego debemos intentar solucionar los problemas con los demás de una forma positiva que ayude y que no complique más las cosas.

Saludos,

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Alex,

Gracias por participar.

Esta claro que la gente que critica a otros delante de nosotros siempre nos queda la duda de que hará con nuestras personas cuando no estamos presentes. Debemos dejarnos llevar por nuestro instinto que no suele fallar.

Sin embargo, la gente tampoco acepta la crítica constructiva porque solamente quieren escuchar lo que les interesa. Debemos darnos cuenta que nadie es perfecto y que por lo tanto todos tenemos cosas que mejorar y que no hay nada malo en ello.

Saludos,

Facility manager dijo...

Mucha gente dedica mucho tiempo en ver los defectos de los demás y olvida la autocrítica o introspección.Generalmente en las disputas de pareja dicen "es que tu..", en vex de decir "es que eso en mi...". No preoyectar las soluciones en la otra persona ayudaría.

Juan, te quería pedir pasaras por mi blog y me dieras una recomendación sobre el uso de las tics en las empresas, bajo la perspectiva de RRHH
Un abrazo,
Alberto

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Alberto,

Gracias por participar.

La verdad que siempre tendemos a responsabilizar de nuestras culpas a los demás sin asumirlas nosotros y buscarle una solución adecuada para ambas partes. Cuando dos partes no están de acuerdo ninguna de las dos tiene la razón absoluta y ambas tienen cosas que cambiar. Los seres humanos somos muy egocéntricos y nos cuesta reconocer las cosas que no nos gustan.

Cuenta con ello me paso y te doy mi modesta opinión.

Saludos,

Juan

Senior Manager dijo...

Criticar es inversamente proporcional a tener talento, pues el que critica sólo trae más problemas y echa más leña al fuego, el que tiene talento aporta soluciones y da respuestas.
SM

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola SM,

En efecto, el criticar no aporta nada valioso porque lo único que hace es avivar los problemas malmetiendo. Todos debemos usar nuestro tiempo en buscar soluciones o alternativas a los problemas o errores que den respuestas validas. Muchas veces se presta más atención a buscar culpables que nos salven el pellejo en vez de buscar alternativas adecuadas para que se pueda ver la luz.

Entonces por lo que comentas en muchas empresas el talento esta escondido o desviado por sus dueños que dedican su tiempo a otras cosas que no aportan nada bueno a nadie.

Saludos,

Juan